Antonio Gershenson
La prolongación de la guerra
La guerra se ha empezado a alargar. Por más que las fuerzas que invaden Irak tratan de dar la impresión de avances rápidos, dejan atrás tropas iraquíes en condiciones de seguir combatiendo y van ampliando su frente de guerra al tiempo que alargan sus líneas de abastecimiento. Las estimaciones sobre el número de soldados iraquíes y civiles armados combatiendo en la retaguardia de los invasores llegan hasta 100 mil. Por ejemplo, en la zona de Basora, ciudad cercana a Kuwait, desde donde se lanzó inicialmente la invasión, y que al principio de la guerra se dio por conquistada, en la noche del martes al miércoles los iraquíes lanzaron un contrataque y los británicos tuvieron que retroceder casi dos kilómetros, cerca de la localidad de Shujuh. Y en cuanto al ataque desde el norte, después de un día de combates con los iraquíes, las unidades de ataque de la 82 división táctica aerotransportada estadunidense, y del 22 regimiento, fueron destruidas como cuerpo y dispersadas, cerca de Al-Buadj.
ƑCuáles son las consecuencias de que la guerra se esté alargando? Una de ellas es que se acerca cada vez más el verano, que se inicia desde mayo. Ya en julio y agosto, la temperatura promedio es del orden de 35 grados, contando en ese promedio el día y la noche. Se han tenido más de 50 grados de temperaturas extremas. Las tormentas de arena son crecientes en número e intensidad, con un promedio de cinco a seis en julio. Los iraquíes han vivido toda su vida en ese clima; las fuerzas invasoras, obviamente no.
En el plano político interno, se está generando una nueva guerra de independencia. En este sentido, Inglaterra resulta un aliado incómodo. Irak padeció la ocupación militar inglesa y varias formas de coloniaje a raíz de la Primera Guerra Mundial. La resistencia y las dificultades para mantener formas coloniales llevaron a la independencia en 1932. Hubo, sin embargo, una nueva intervención inglesa con la Segunda Guerra Mundial. Revoluciones y levantamientos impulsaron el camino hacia una nueva independencia, que primero se vio limitada por tratados entre lo que quedaba del imperio británico y una monarquía en decadencia.
En 1958 fue derrocada la monarquía, se estableció la república y en 1968 hubo una nueva revolución, que llevó al poder al Partido Socialista Baaz. Se proclamó la nacionalización del petróleo, dando un paso importante a una mayor independencia económica. Están frescos en la memoria los periodos de dependencia, y el alargamiento de las hostilidades permite que se vaya conformando una nueva guerra de independencia. Es imposible para los iraquíes no identificar a los actuales invasores angloestadunidenses, con los invasores contra los que lucharon, con éxito, sus padres y sus abuelos.
El paso del tiempo permite que avance el desgaste político. Los movimientos contra la guerra, en el mundo en general pero en especial dentro de Inglaterra y Estados Unidos, se van ampliando y consolidando. Gobiernos de países árabes se van definiendo en contra de la invasión. El gobierno estadunidense hace planteamientos de confrontación con los de Siria e Irán, vecinos de Irak, los cuales reiteran sus posiciones.
En lo económico, es claro que mientras que las bolsas de valores suben cuando sus actores creen que el fin de la guerra se acerca, y bajan cuando consideran que se aleja. Por lo pronto, se ha reducido claramente el turismo y, en general, el flujo de viajes y transportes. Varias de las principales líneas aéreas, algunas ya con problemas desde antes, han tenido dificultades mayores. El costo de la guerra para el gobierno estadunidense es enorme, al grado de que ésta puede ser la guerra más cara de la historia en cuanto al flujo del gasto militar.
Esto último se produce sobre la base de un déficit de ese gobierno que ya era enorme, tanto en cuanto a flujos de efectivo como en cuanto a balanza comercial. Siempre que parece que la guerra se alargará, o que esto ocurre, el valor del dólar tiende a bajar frente al euro y otras divisas. Sólo los 75 mil millones de dólares adicionales solicitados por el Poder Ejecutivo del país vecino, al Legislativo del mismo, equivalen a cinco años de la producción de petróleo de Irak.
Es claro, sobre la base de los antecedentes mencionados, que el que la guerra se prolongue tendrá efectos similares, pero en una escala mayor con el paso del tiempo, sobre la economía estadunidense y, por lo mismo, sobre la economía de una buena parte del mundo.
Sin embargo, y por otro lado, este cambio en los tiempos de la guerra puede llegar a abrir cauces para una eventual solución política y negociada del conflicto. De hecho, esto tendrá que suceder tarde o temprano, pero el que sea más tarde puede implicar años de lucha y resistencia por un lado, y de desgaste y confrontación políticos por el otro. Uno de los efectos "macro" de la guerra es la polarización política en escala internacional y en el interior de un número de países difícil de determinar de antemano. Esto ya ha empezado a suceder, y es parte de lo que debemos tratar de prevenir y evitar.