Prepara el gobierno acuerdo para la ocupación
y el ingreso
Falla el Estado en garantizar el empleo: diagnóstico
oficial
Previsión ante posible desaceleración
de la economía de EU
FABIOLA MARTINEZ
Contrario a las cifras que difunden los funcionarios del
gobierno foxista, un diagnóstico elaborado por las secretarías
de Economía y del Trabajo, así como la oficina de Políticas
Públicas de la Presidencia de la República, reconoce que
"la estructura del Estado ha fallado para asegurar a los mexicanos un empleo
digno".
Admite que la ocupación temporal y precaria continúa
en ascenso; cada día se suman a las filas de la desocupación
más jóvenes y ancianos, mientras que el lapso necesario para
que una persona desocupada se reintegre a una fuente de trabajo pasó
de dos a cuatro semanas, en promedio.
Lo anterior forma parte del análisis interno del
que se desprenderá el acuerdo nacional para apoyar la ocupación
y el ingreso, programa que será presentado en breve como bastión
del sexenio actual en la materia, mismo que sustentará sus acciones
en la reactivación del mercado interno.
Fuentes consultadas por este diario afirmaron que "el
gran acuerdo" referido no es de "emergencia o coyuntural", ni responde
a los efectos de la guerra en Irak, aunque sí buscará generar
"ocupaciones" de manera urgente en México ante la posible caída
en la economía estadunidense.
Advierte
que "existen factores externos que retrasarán la expansión
empresarial y los empleos en el país (...), algunos de los cuales
podrían ser la guerra en Irak y una eventual espiral terrorista
o sabotaje xenofóbico a lo mexicano".
De acuerdo con el documento base, elaborado bajo la coordinación
de las dependencias referidas, México no atraviesa por una crisis
de empleo, debido a que la tasa de desempleo abierto (2.8 por ciento de
la población económicamente activa, esto es, unas 800 mil
personas) es significativamente menor al promedio de América Latina
(8.7 por ciento) y de países con un nivel de desarrollo similar
al nuestro.
Sin embargo, reconoce que millones de trabajadores, en
particular aquellos en edad madura, aceptan puestos mal pagados en su afán
de hallar una ocupación que les permita sobrevivir. Además,
el nivel educativo y de capacitación persiste en niveles inferiores
(7.8 contra 15 por ciento) respecto a los principales socios comerciales
de México.
"El país no está en situación de
crisis de ocupación, pero lo cierto es que tenemos un potencial
impresionante de mercado interno (100 millones de habitantes), pero a la
vez 54 por ciento de la población en nivel de pobreza, esto es,
personas que no tienen capacidad de consumo, por lo que vamos a inyectar
vitalidad al mercado doméstico sin olvidar el externo. Esa será
la regla del juego en este acuerdo", comentó un funcionario involucrado
en la preparación de dicho programa.
En el proceso de elaboración del documento final
-el cual podría estar listo la última semana de abril-, los
secretarios Carlos Abascal y Fernando Canales, así como el coordinador
de Políticas Públicas, Eduardo Sojo, parten de un diagnóstico
realista de los problemas estructurales que han aquejado al país
desde hace 18 años, lapso en el que el crecimiento promedio del
producto interno bruto ha sido de 2.5 por ciento, que es insuficiente para
generar los 1.2 millones de puestos nuevos que demanda la población
cada año.
Destacan entonces las crisis cíclicas que han afectado
a la economía en las décadas recientes, además de
aspectos que truncan el desarrollo empresarial y la inversión, tales
como "falta de seguridad jurídica y pública, manejo del patrimonio
nacional, costos de la transición, sobrerregulación administrativa
y contrabando".
También hacen referencia a la falta de reformas
estructurales (energética, laboral y fiscal, entre otras), mismas
que, de acuerdo con la visión del gobierno del presidente Vicente
Fox, han impedido que el país "vaya acorde con las exigencias de
un mundo globalizado".
Ante los elementos descritos y el estancamiento cíclico
de la economía mundial, precisa, en México se ha observado
un aumento de los contratos por obra determinada (eventuales); además
del tiempo necesario para buscar un empleo, al tiempo que se reporta un
aumento del número de trabajadores por cuenta propia, respecto a
los asalariados, quienes pese a ser emprendedores "no necesariamente se
desarrollan en el marco formal de la economía, sino en el informal".
De igual forma, existe un aumento de los empleados que
laboran sin prestaciones o esquemas de seguridad social y, por tanto, sin
la posiblidad de acceder a una pensión o jubilación, "situación
que realmente preocupa".
Fuentes de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social, involucradas directamente en la preparación del acuerdo
en ciernes, comentaron a La Jornada que el país debe prepararse
ante la eventual desaceleración de la economía estadunidense,
"con guerra o sin guerra", así como a la competencia comercial con
China o India, "países en los que se pagan salarios de hambre y
existen condiciones de trabajo infrahumanas".
En el mismo tenor que en el documento base del acuerdo
referido, reconocieron que si una economía no logra que los ciudadanos
vivan bien, entonces "ni inversionistas, gobiernos o poderes Legislativo
y Judicial están cumpliendo con su objetivo. Es decir, está
fallando la estructura del Estado para asegurar que los mexicanos tengan
un empleo digno".
Las fuentes consultadas revelaron también que ya
empezaron las sesiones para la elaboración del documento definitivo,
en el que participarán además representantes de los sectores
de la producción. Por parte del Consejo Coordinador Empresarial
asistirá directamente el presidente del organismo, Héctor
Rangel Domene, y su director general, Luis Miguel Pando, así como
enviados del Consejo Nacional Agropecuario y de la Concamin.
Por el sector obrero, el Congreso del Trabajo designó
a Javier Pineda, de la Confederación de Trabajadores de México,
y al diputado de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos,
Roberto Ruiz Angeles; éste último propuso ante el presidente
Vicente Fox que cada una de las 500 mil empresas formales que existen en
el país se comprometa a generar un empleo en el marco del acuerdo
en cuestión.
En principio se buscarán "nuevas figuras" para
impulsar el mercado interno, incluidos estímulos fiscales, apoyos
para "brindar confianza al inversionita" y, sobre todo, alentar la competitividad
mediante programas de apoyo a 13 ramas industriales para que generen empleos
(registrados en el Seguro Social) y diversas "ocupaciones".