La PGR no pudo convencer a los jueces del principal
cargo
Libre, Eduardo Fernández; González Villarreal,
detenido
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La Procuraduría General de la República
(PGR) no tuvo elementos para demostrar que el ex presidente de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) Eduardo Fernández García
y su ex secretario, Luis Felipe González Villarreal, cometieron
el delito de lavado de dinero.
Pese a que ambos ex funcionarios debían quedar
en libertad tras permanecer 30 días bajo arraigo domiciliario, por
gozar de la protección de la justicia federal, González Villarreal
fue detenido e ingresado al Reclusorio Norte. Su defensa asegura que se
violó la ley de amparo.
Fuentes oficiales indicaron que su suspensión establece
que esa protección no surte efecto si la orden era girada con posterioridad
a la promoción del recurso; el amparo fue solicitado el 26 de marzo
y la orden librada, hasta el 28, por lo que González Villarreal
permanecerá al menos 48 horas encarcelado, si el juez 16 de distrito
ratifica que su detención fue legal; de lo contrario, podría
haber salido esta madrugada.
La PGR no pudo convencer a los jueces del principal cargo,
a pesar de que consignó hasta en dos ocasiones a juzgados distintos
-el 16 y luego el 12- el expediente por lavado de dinero.
A las diez y media de la mañana de ayer sábado,
supuestamente la situación jurídica de Fernández García
y González Villarreal quedaría resuelta. Sin embargo, al
filo de las cuatro de la tarde en el interior de la casa que se localiza
en la esquina de las avenidas Paseo de los Abetos y Paseo de la Luz, el
abogado Antonio Collado pedía a representantes de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que levantaran un extrañamiento
contra el procurador Rafael Macedo de la Concha, pues ya había vencido
el tiempo del arraigo y sus defendidos no habían sido puestos en
libertad.
Expediente itinerante
De
acuerdo con versiones de fuentes oficiales, el expediente por lavado
de dinero había sido devuelto del juzgado 16, que se localiza en
el Reclusorio Norte, al juzgado 12, con sede en el Reclusorio Oriente.
El primero (16) ya había negado la aprehensión,
pero en un intento desesperado la PGR trató de que el juez Juan
José Olvera López le concediera la orden de captura y con
ello los ex funcionarios de la CNBV tendrían que ser encarcelados
sin derecho a la libertad bajo fianza.
Las mismas fuentes narraron que la orden de aprehensión
por los delitos de ejercicio indebido del servicio público y violación
del secreto bancario se libró porque los ilícitos fueron
acreditados, pero a ese expediente sólo se agregaron las imputaciones
que Angel Isidoro Rodríguez Sáez formuló contra Fernández
García, a quien acusó de chantaje en 1995, cuando aquél
era presidente del consejo de administración del grupo financiero
Asemex-Banpaís.
Como el juzgado 16 era el mismo que había concedido
el arraigo por 30 días, el juez décimo de distrito, Ricardo
Paredes Calderón, decidió pasarle el expediente por ejercicio
indebido y violación al secreto bancario. Ante esa actitud, el juzgado
12, en el que había recaído inicialmente la acusación
por lavado de dinero, también envió esa averiguación
previa al juzgado 16. Esta última instancia, a cargo de Augusto
Octavio Mejía, decidió conceder la orden de aprehensión
por los delitos de violación al secreto bancario y ejercicio indebido
de funciones, pero negarle a la PGR las aprehensiones por lavado
de dinero, aduciendo que en el expediente no había ninguna prueba
de ese ilícito.
Entonces se volvió a solicitar al 12 que actuara;
de acuerdo con las fuentes consultadas, se le argumentó que ese
era el juzgado de origen al que se había consignado y que tenía
que resolver. Finalmente se negó y la PGR informó que recurrirá
a la apelación.
Según las mismas fuentes, en la investigación
se recibió desde la semana pasada información oficial de
autoridades suizas, estadunidenses y mexicanas; en ningún caso encontraron
irregularidades. Se investigaron dos cuentas de González Villarreal,
una de Fernández García y otra de su primera esposa; a ésta
sólo le encontraron 40 mil dólares y, pese a la revisión
de ocho años atrás, nada irregular.
También trataron de acreditar la adquisición
ilícita de un barco que se encuentra en Acapulco, pero tampoco fue
posible.
Fue hasta las seis y media de la tarde cuando el abogado
Juan Collado llegó hasta la casa en que estaba arraigado Fernández;
una camioneta ya estaba lista para que el ex funcionario saliera del lugar.
A esa misma hora, según los abogados, en la colonia Santa Ursula
Coapa, en el número 87 de la calle de Santa Ursula Xitle, Luis Felipe
González era también puesto en libertad, sin embargo no fue
cierto, González Villarreal ingresó a las 10 de la noche
al Reclusorio Norte.
El ex secretario de Fernández podría salir
esta madrugada, aunque la PGR no informó acerca de esa detención.
La Procuraduría únicamente emitió
un comunicado en el que se reconoce que ''el día 28 de marzo, el
juez décimo segundo de distrito de procesos penales federales consideró,
a su criterio, que no existían elementos suficientes para obsequiar
las órdenes de aprehensión solicitadas'', por lo que hace
al delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En ese sentido, la PGR estableció que ''no comparte
el criterio del juez décimo segundo de distrito, por considerar
que no valoró debidamente las pruebas que se encuentran integradas
en la indagatoria respectiva, por lo que procederá a interponer
el recurso de apelación respectivo, a fin de que un tribunal determine
en definitiva sobre la procedencia de las órdenes de aprehensión
solicitadas''.
Juan Collado aseguró que Fernández y González
-ya detenido- se presentarían el lunes a declarar ante el juzgado
16 de distrito, donde se les iniciará el proceso penal como presuntos
responsables de los delitos de violación al secreto bancario y ejercicio
indebido del servicio público.
Para que Fernández continúe en libertad
deberá pagar 30 mil pesos, en tanto que González garantizará
los 2 millones de fianza con una hipoteca.
-¿Y las acusaciones contra Fox?
-Eso hay que preguntarle a Eduardo -concluyó Collado,
mientras Fernández viajaba rumbo a su casa de Cuajimalpa, en donde
aseguró que no presentará más pruebas contra Fox,
ya que actuará ''conforme convenga a mi defensa''.