Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 29 de marzo de 2003
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Entre humaredas, futbol en Irak; mordaza en la NBA

Ordena un hijo de Hussein que prosiga el torneo local pese a los bombardeos

AFP Y DPA

Bagdad, 28 de marzo. El deporte no está "fuera de juego" en la guerra contra Irak. Mientras las bombas y los misiles angloestadunidenses continúan cayendo sobre Bagdad y otras ciudades, el presidente de la federación local de futbol, Udai Saddam Hussein, hijo mayor del presidente iraquí, ordenó que el campeonato de primera división continúe pese a los enfrentamientos.

En Estados Unidos, en tanto, la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA) ha reforzado las "indicaciones" a todos los astros de esa liga que protesten contra la guerra. De hecho, la primera víctima de la intolerancia generada por la ola de patriotismo es el alemán Dirk Nowitzki, jugador de 24 años, a quien le gritan "¡nazi antiestadunidense!" Las restricciones que antes se impusieron a los artistas y las estrellas cinematográficas ya alcanzaron también a las figuras de las Grandes Ligas de Beisbol, cuya temporada regular se inicia el domingo.

En Irak, la orden de continuar con el campeonato de futbol forma parte de una estrategia para aparentar "normalidad" en la nación árabe. Encantado por esta decisión, Saad Kazem se trasladó este viernes hasta el estadio Del Pueblo de Bagdad para asistir al partido entre su equipo preferido, el Zawra, y el de Samara, una ciudad ubicada un centenar de kilómetros al norte de la capital.

Este comerciante mayorista de la alimentación, de 34 años, se sentó junto a sus amigos en una de las tribunas del coliseo con capacidad para 50 mil espectadores, mientras a lo lejos se veían las densas columnas del humo negro de las trincheras que, repletas de petróleo, arden por iniciativa de los iraquíes en su afán de derrotar a las fuerzas foráneas.

"Es el primer momento de placer que disfruto este semana", afirmó en el momento en que hicieron su entrada al campo de juego, cuyo césped está bastante gastado, las Aguilas del Zawra y los Albinegros del Samara. Lo único que lamentó fue que la afluencia de público fuera tan escasa, pese a que las entradas para el partido eran gratuitas.

Esta tarde unas 5 mil personas llegaron al estadio. "Normalmente los partidos se juegan con las tribunas repletas, pero hoy la gente no debe haberse enterado de que se jugaba", dijo para excusar a los ausentes.

Todo se desarrolló al igual que en cualquier partido jugado en otra parte del mundo, detalles más o menos. En las circunstancias actuales, los hinchas animaron a sus equipos con eslogans políticos del tipo "¡Abajo Israel, los estadunidenses y sus ancestros!", "¡Hello, hello, Saddam sigue resistiendo!" o "¡Bush, tus días están contados!"

El Zawra, tercero en la tabla de clasificación del campeonato iraquí, dominaba claramente las acciones con un marcador favorable de 2-0, cuando su delantero Hossam Fawzi se introdujo en el área del Samara. En ese instante, una explosión cercana desestabilizó a la zaga visitante y el ariete local aprovechó para marcar el tercero.

Esta vez el Zawra jugó como local en la capital; sin embargo, la semana pasada realizó un desplazamiento de riesgo a Basora, en el sur del país, para disputar un partido mientras los británicos bombardeaban la ciudad con el objetivo de tomarla. El resultado fue de 1-1.

Por otro lado, el brasileño Jorge Vieira, quien fue contratado por Udai Saddam Hussein en 1985 con la finalidad de clasificar a Irak por primera vez a una Copa del Mundo de futbol, aseguró que con el presidente iraquí "hablaba de asuntos de futbol, de política, de fiestas. Hacía chistes, muchos chistes. Es un ser humano como cualquier otro".

Reveló también que el gobernante tiene un buen dominio del idioma español. "Conmigo el trato fue el mejor posible. Saddam Hussein cumplió todo lo que prometió. Sé que es un dictador, un tirano, una persona intransigente, pero no me puedo quejar del trato que tuvo comigo", dijo.

Al llegar a Bagdad, Vieira se comunicaba con Hussein por medio de un intérprete de árabe a español. Un día el gobernante pidió al intérprete que se retirara y comenzó a hablarle en español. "Le pregunté por qué no me había hablado así desde el principio. Me dijo que porque primero quería conocerme. Es que, como todo dictador, es desconfiado. No confía en nadie".

Por desconfianza es que la Confederación Asiática de Futbol pidió este viernes en una carta a la FIFA la postergación del partido previsto para el 5 de abril en Damasco, entre Irak y Vietnam por la eliminatoria a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

En tanto, los ministros de Relaciones Exteriores de varios países latinoamericanos y europeos firmaron en la localidad griega de Vouliagmeni la tregua olímpica para respetar la paz durante la justa veraniega de Atenas.

Pero el que no tiene tregua es el alemán Dirk Nowitzki. Su vida como astro de la NBA es un poco más difícil desde que Estados Unidos atacó a Irak con la oposición de Alemania.

El pasado jueves un aficionado de Los Angeles Clippers reparó en la postura política del gobierno de Alemania y lo pagó el alero de Dallas de Mavericks: "¡Tú, nazi!", le gritó.

"Eso lo gritan de vez en cuando, y duele mucho, porque es de mentes estrechas. Pero hay que aguantarse", afirmó el jugador de 24 años de edad.

Nowitzki deja ver su oposición a la guerra cuando responde con una sonrisa irónica a la pregunta de qué opina sobre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. "Mejor no digo nada de él".

Asegura que las "indicaciones" de la NBA y su equipo respecto a las manifestaciones sobre la guerra no pueden ser catalogadas de "mordaza. Somos adultos, nadie puede prohibir una opinión a otro", resalta.

Pero sabe que se mueve en aguas pantanosas. Vive en el estado de Texas, lugar de origen de Bush, y en un equipo que ya se vio revuelto cuando el base canadiense Steve Nash lució una camiseta en la que se oponía a la guerra.

Cuando Nash mostró el slogan contra el ataque, los teléfonos en la sede de Mavericks comenzaron a echar humo. Innumerables aficionados texanos mostraron su descontento. Inclusive se produjeron amenazas. El jefe de prensa de Dallas comunicó a sus jugadores que no debían decir ninguna palabra más sobre la guerra.

Por eso las referencias de Nowitzki al asunto son sólo tangenciales, como cuando comenta que la NBA continúe su actividad mientras el país está en guerra. "Efectivamente es deprimente lo que pasa en el mundo. El deporte pasa a segundo plano".

Pero no sólo en el basquetbol continúa el espectáculo. En Miami se anunció que la temporada regular de las Grandes Ligas del beisbol estadunidense comenzará este domingo. En el conflicto bélico no participa ninguno de los mil 200 beisbolistas de los planteles.

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, el torneo de las Ligas Mayores fue interrumpido porque varios jugadores acudieron al llamado de las armas, entre ellos los legendarios Joe Di Maggio y Ted Williams.

Hoy, en las nóminas de 40 jugadores de los 30 equipos de las ligas Nacional y Americana, no hay enlistados para ir a la guerra contra Irak. 

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