GUERRA CONTRA IRAK
Critican a Washington porque no les ha provisto de
equipo de protección química
Temen kurdos ser traicionados de nuevo por el gobierno
estadunidense
La Casa Blanca les asegura que convenció al régimen
de Turquía de no agredirlos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 28 de marzo. Las tropas
kurdas que operan en el norte de Irak con las fuerzas especiales estadunidenses
han abierto un frente militar contra Saddam Hussein y están avanzando
sobre la ciudad de Kirkuk; no obstante, más allá de esta
cooperación, grupos kurdos están preocupados de que puedan
ser traicionados una vez más por el gobierno de Washington, reportan
activistas kurdos.
La Casa Blanca despachó a su enviado especial,
Zalmay Khalilzad, de regreso al norte de Irak para asegurar a los dos principales
partidos políticos kurdos que Estados Unidos había logrado
convencer a Turquía de no desplegar sus tropas en esa zona. El gobierno
turco, que ha estado librando una guerra de guerrillas con su propia población
kurda durante décadas, ha amenazado con enviar decenas de miles
de soldados al norte de Irak, algo que provocaría una nueva guerra,
según han dicho los kurdos.
Representantes kurdos en esta capital informaron que Khalilzad
también les aseguró que el gobierno de posguerra que desea
instalar Washington en Irak incluirá una plena representación
de los dos principales partidos kurdos.
Pero Mike Amitay, director del Instituto Kurdo de Washington,
declaró en entrevista con La Jornada que aunque los grupos
kurdos han acordado luchar junto con las fuerzas estadunidenses, están
"nerviosos" por los resultados de esta guerra.
Esta semana, el Pentágono difundió dramáticas
imágenes de fuerzas estadunidenses aerotransportadas que descendieron
en paracaídas sobre el norte iraquí para sumarse a las fuerzas
kurdas, abriendo así el "frente norte" contra el régimen
de Hussein.
El
corresponsal de la BBC presente en ese despliegue reportó que la
operación con paracaídas fue más bien destinada a
las cámaras de televisión, ya que la mayoría de las
tropas llegó a la zona por helicóptero poco después.
Pero la "oportunidad de la foto" tenía la intención de demostrar
la cercana relación y el apoyo de Washington a los kurdos de Irak.
No obstante, Amitay expresó durante la entrevista
que los kurdos desean más que sólo "oportunidades de foto"
de parte de Washington. Añadió que fueron los kurdos en el
norte de Irak quienes ofrecieron al presidente George W. Bush las pruebas
principales de que Irak tiene armas biológicas y químicas.
Amitay debe de saber de lo que habla, ya que su instituto
ha documentado el uso de gas contra el pueblo kurdo y ha brindado asistencia
médica a los sobrevivientes de estos ataques.
Pero, señala Amitay, aunque Washington continúa
advirtiendo que Hussein podría emplear este tipo de armas de nuevo,
Estados Unidos se ha negado a ayudar a los kurdos a protegerse de esa eventualidad.
"En estos momentos, los kurdos son tal vez los más
vulnerables ante el uso de esas armas", declaró a La Jornada.
"A pesar de este hecho, Estados Unidos no ha ofrecido la más mínima
asistencia, ni en equipo para monitorear este tipo de ataques, ni con máscaras
antigás o trajes de protección químicos para la población".
Durante una breve visita a Washington antes de regresar
al norte de Irak, Amitay señaló que los kurdos "pueden ver
por la televisión satelital cómo la gente en Kuwait coloca
máscaras antigás incluso a sus perros, pero Estados Unidos
se ha negado a responder a reiteradas solicitudes de asistencia" de los
kurdos. El problema, abundó, es que la población kurda-iraquí
-20 por ciento de los habitantes de Irak- ha sido traicionada varias veces
por casi todos.
Claro que Saddam Hussein es percibido como el peor enemigo
de los kurdos del norte de Irak. Desde los años 60 su régimen
y su partido se han negado a brindar asistencia económica y servicios
sociales a la población kurda y ha asesinado a miles con armas químicas
y biológicas. Eso es lo que motiva a los kurdos a trabajar con los
estadunidenses, pero Amitay señala que Washington jamás ha
sido un aliado muy confiable.
"Conocen por experiencia propia que Estados Unidos hará
lo que está dentro de su interés, sin ninguna consideración
para los kurdos", aseguró.
Washington alentó a los kurdos a rebelarse contra
el régimen de Bagdad a principios de los 60, y cuando un nuevo gobierno
apoyado por los estadunidenses fue instalado, utilizó armas, inteligencia,
y -acusan algunos- materiales para armas biológicas suministradas
por Estados Unidos para atacar y matar a miles de kurdos.
En efecto, los kurdos no cuentan con aliados en Bagdad
o Washington. Los últimos 12 años, sin embargo, han sido
tal vez los más pacíficos y por tanto los mejores en la historia
de ese pueblo. Las tropas iraquíes han sido mantenidas fuera de
su territorio por la imposición de la zona de exclusión aérea
sostenida por Estados Unidos, y los kurdos han obtenido una parte de los
ingresos por la venta de petróleo iraquí bajo el programa
Petróleo por alimentos. Asimismo, sus dos partidos políticos
han establecido las bases para un gobierno democrático en su territorio.
Por ello, a pesar de las promesas de democracia y libertad
repetidas por el presidente Bush, Amitay reitera que la población
kurda está inquieta. "No hay absolutamente nada que asegure que
los kurdos podrán mantener el nivel de libertad y acceso a recursos
que han gozado por ahora", dijo a La Jornada.