Badía sería la primera latinoamericana
en ascender cuatro ochomiles
Bonilla y López, a la cima del Lhotse
Pese a la inseguridad y al temor de viajar debido al conflicto
bélico en Irak, los alpinistas Badía Bonilla y Mauricio López
intentarán llegar sin oxígeno a la cumbre de la montaña
Lhotse, en Nepal, con la cual sumarían su cuarta cima de los 14
ochomiles existentes.
El matrimonio, que saldrá para Katmandú
el próximo sábado en una expedición de 45 días,
adelantó que atacarán la montaña de 8 mil 516 metros,
por la cara oeste, expuestos a las gélidas temperaturas de -40 grados
centígrados.
Los
escaladores esperan llegar a la cumbre, que sólo han conquistado
Carlos Carsolio y Yuri Contreras, en la segunda quincena de mayo.
Bonilla Luna se mostró confiada en que no tendrán
ningún imprevisto debido a la guerra en Medio Oriente y recordó
que durante los atentados terroristas que destruyeron las torres gemelas
en Nueva York se vieron afectados por no viajar de inmediato al Shisha
Pangma (en Nepal) donde perdieron la ventana de buen tiempo y les fue imposible
llegar a la cumbre, la cual se adjudicaron en octubre de 2002.
Por su parte, López Ahumada, abatido por el fallecimiento
de su padre la noche del domingo, aseguró que no son atletas improvisados,
ya que han trabajado para atacar las cimas de alta dificultad. También
se manifestó en contra de las críticas de alpinistas.
"Sabemos de ciertas descalificaciones en los ascensos,
pero nosotros no tenemos esa intención. Cada quien tiene su vida
y sus proyectos", apuntó el escalador.
De conseguir el pico más alto del Lhotse, Badía
se convertiría en la primera mujer mexicana y latinoamericana con
más cumbres por encima de 8 mil metros y serían la única
pareja en haber conseguido conjuntamente tres montañas de esa altitud.
Líder de la expedición que integrará
a un cocinero y dos sherpas, López señaló que
sólo llevarán oxígeno como uso medicinal, además
de que Badía continuará con investigaciones nutricionales
en la montaña.
Una pareja en ascenso se adjudicó en 2000 la cima
del Cho Oyu y en 2002 la del Shisha Pangma. La nutrióloga llegó
al Techo del Mundo el año pasado, hazaña que no logró
su marido, quien se quedó a 50 metros de la cumbre del Everest.
Aunque no quisieron adelantar proyectos, Bonilla comentó
que su siguiente reto podría ser el monte Makalu.