GUERRA CONTRA IRAK
En la línea divisoria con EU mucha gente ha
cambiado de residencia, señala
Impacta a varias zonas del país la sicosis de
guerra: Colegio de la Frontera Norte
Se está cerrando una ventana gubernamental para
solucionar el flujo de indocumentados
KARINA AVILES
Algunas regiones de México ya son impactadas por
la "sicosis de la guerra", pues en la frontera norte "hay mucha gente"
que cambió su lugar de residencia porque las inspecciones para cruzar
a Estados Unidos son "muy intimidatorias", tardadas y, por otro lado, se
teme que ocurra un acto terrorista cerca de esa franja, expresó
el presidente del Colegio de la Frontera Norte, Jorge Santibáñez.
El
especialista advirtió que "se está cerrando una ventana gubernamental"
para solucionar el flujo de indocumentados hacia Estados Unidos. Sin embargo,
existen otras posibilidades como las de los congresos y la fuerza de los
mexicanos en el vecino país, las cuales podrían aprovecharse.
En el marco de la mesa Migración México-Estados
Unidos: ¿cómo salir del impasse?, organizada por el
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), expertos
en la materia coincidieron en que el acuerdo migratorio está lejos
de darse porque hasta las propias autoridades mexicanas le han restado
importancia y se han colocado en una posición conformista.
Jorge Santibáñez explicó que hay
una situación "tensa" en la región fronteriza con Estados
Unidos, en la cual "se rompe una interacción social que es básica".
En ese sentido, explicó, mucha gente ha cambiado su lugar de residencia
porque no puede esperar tantas horas para cruzar al país vecino.
Pero además de que los tiempos de espera son prolongados
las inspecciones "son muy intimidatorias. Hay una vigilancia excesiva,
se utilizan perros, las revisiones de los autos son en exceso. Entonces
no es grato, porque se siente que se está entrando a una zona de
conflicto".
Sumado a lo anterior existe temor porque ocurra un acto
terrorista en el sur de Estados Unidos, pues cabe recordar que en San Diego,
California, se encuentra la base naval más importante de la costa
oeste, añadió Santibáñez.
También dijo que muchas de las familias entre cuyos
integrantes algunos viven en Estados Unidos y otros en territorio mexicano,
ya no se frecuentan porque entre ellas hay diferencias en la percepción
que tienen sobre el conflicto. Una parte apoya a la posición pacifista
mexicana y la otra la postura bélica estadunidense.
La guerra, dijo, no ha dejado en buenos términos
a México y Estados Unidos y "se está cerrando una ventana
gubernamental". Sin embargo sería un error creer que están
clausuradas todas las posibilidades.
Es necesario buscar otra ventana que incluya la
participación de mexicanos en Estados Unidos, recalcó. La
fuerza de los connacionales en aquel país debería aprovecharse,
"pero no para que mecánicamente apoyen al gobierno mexicano -algo
que además no harían, porque no es tan uniforme su opinión
sobre ello-, pero sí en términos de acercarse a su problemática
para que ellos puedan coadyuvar en un escenario de colaboración
y presionar a congresistas y políticos estadunidenses".
Por su parte, Andrés Rozenthal, miembro del Consejo
Mexicano de Asuntos Internacionales, expresó que la solución
al acuerdo migratorio está lejos de darse, pues el Ejecutivo mexicano
está debilitado, el canciller Luis Ernesto Derbez le ha restado
importancia al considerar que se resolverá en 20 o 30 años
y el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, considera
que actualmente poco se puede hacer.