GUERRA CONTRA IRAK
Bush exige a Putin que Rusia deje de abastecer al
régimen de Saddam Hussein
Culpa Washington a Moscú de vender armas de
alta tecnología a Bagdad
Irak tendría visores nocturnos, cohetes antitanques
y sistemas electrónicos de interferencia
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 24 de marzo. Ahora resulta que el Kremlin,
de creerse las graves imputaciones que le hizo este lunes la Casa Blanca,
tiene la culpa de que Irak haya podido resistir hasta ahora el bombardeo
inteligente de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Pero Moscú se niega a aceptar el papel de chivo
expiatorio y rechaza tajantemente haber vendido al ejército iraquí
visores nocturnos, proyectiles antitanque y sistemas de interferencia electrónica
capaces de desorientar las bombas lanzadas desde los aviones B-52
y los misiles autodirigidos de EU.
"Rusia cumple de modo estricto sus obligaciones internacionales
y no ha suministrado a Irak ningún equipo y menos de uso militar,
que viole el régimen de sanciones impuesto por la Organización
de las Naciones Unidas", afirmó el canciller Igor Ivanov, en respuesta
a las acusaciones que lanza Washington desde que las tropas invasoras dejaron
de avanzar en territorio iraquí con la rapidez que quisiera el Pentágono.
Ivanov
reconoció que Estados Unidos, sobre todo a partir de septiembre
de 2002, planteó en varias ocasiones sus sospechas sobre la posible
venta de armas rusas, pero "las detalladas investigaciones que se llevaron
a cabo, en cada caso concreto no revelaron hechos que pudieran confirmarlas".
Hasta donde se puede saber, la protesta más reciente
ocurrió el pasado 8 de marzo, cuando el embajador de Rusia en Estados
Unidos, Yuri Ushakov, recibió una nota del Departamento de Estado,
en la cual se incriminaba a dos empresas rusas, "Aviakonversia" de Moscú
y "Konstruktorskoye Biuro Privorostroyeniya" (KBP) con sede en Tula, homónima
de la ciudad hidalguense, del suministro de armamento a Irak.
Con vehemencia, estas empresas rechazaron hoy las acusaciones,
que abarcan también el pretendido envío a Bagdad de instructores
para enseñar a técnicos iraquíes el manejo de los
sofisticados equipos.
Oleg Antonov, el director general de "Aviakonversia",
dijo categórico que jamás han vendido directamente a Irak
sus sistemas de interferencia electrónica, conocidos fuera de Rusia
como GPS Jammer, que son los que desorientan los misiles crucero
y las bombas inteligentes.
A la vez, aclaró que "Aviakonversia" no puede hacerse
responsable de que estos sistemas pudieran haber llegado a Irak a través
de algún intermediario, aunque en todos los contratos se estipula
la prohibición de revenderlos, y más a un país que
debe atenerse a las restricciones establecidas por la ONU.
"Más bien -reflexionó Antonov- tengo la
impresión de que Estados Unidos quiere echarnos la culpa de sus
fracasos en Irak. Son infundadas sus acusaciones. Durante no sé
cuánto tiempo no pudieron encontrar armas químicas y ahora,
de repente, dicen que vieron en Irak a instructores nuestros. Ni uno solo
ha trabajado en Bagdad".
De su lado, el constructor en jefe de KBP, Viktor Babichev,
indicó que esta empresa nunca ha vendido a Irak sus proyectiles
antitanque y comentó que los principales compradores son China,
India y algunos países árabes.
"Si vendiéramos nuestro material bélico
a Irak, créame, los soldados estadunidenses no habrían podido
entrar a territorio iraquí", apuntó Babichev.
El espinoso tema de la presunta asistencia técnica
y venta de armas por parte de Rusia al régimen de Saddam Hussein,
que vulneraría el respectivo embargo decretado por Naciones Unidas,
centró la conversación telefónica que mantuvieron
hoy el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su homólogo
ruso, Vladimir Putin.
En Washington, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer,
dijo que Bush solicitó a Putin tomar medidas para que ninguna empresa
rusa vuelva a vender material bélico a Irak, de lo cual -aseguró-
se "cuenta con pruebas" desde hace más de un año.
Según Fleischer, "altos funcionarios del gobierno
(de Estados Unidos) abordaron este asunto en repetidas ocasiones con sus
colegas rusos a lo largo del último año, con la esperanza
de que el Kremlin impidiera de una manera más efectiva la venta
de armas (a Bagdad) por parte de empresas rusas".
El portavoz estadunidense dio a entender que las autoridades
rusas toleraron esa cooperación prohibida por la ONU, que calificó
de "alarmante", y sostuvo que ello motivó la llamada telefónica
de Bush. "Hay problemas y claramente este es uno que se tiene que resolver",
puntualizó Fleischer.
El servicio de prensa del Kremlin ofreció una lectura
completamente distinta de la conversación de los presidentes, al
reiterar la postura de Rusia en favor de un arreglo político en
Irak, Putin "puso el acento en las consecuencias de las acciones militares"
y, también, "enfatizó la necesidad de evitar una catástrofe
humanitaria en la región", destaca el comunicado.
Al mismo tiempo, Rusia devolvió los ataques por
medio de su ministro de Energía Atómica, Aleksandr Rumiantsev,
quien dijo estar "muy preocupado" por la información que apareció
en algunos periódicos de que en Irak se encontraron tecnologías
occidentales de doble uso, civil y militar, utilizables para fabricar armas
nucleares.
Rumiantsev puso como ejemplo el supuesto hallazgo de una
centrifugadora que puede emplearse para enriquecer uranio con fines militares,
que habría sido suministrada a Bagdad por un consorcio británico.
Esto, que parece pleito de vecindad, es mucho más
delicado por sus implicaciones. En la práctica, Estados Unidos,
que no respetó la legalidad al atacar a Irak sin el aval del Consejo
de Seguridad de la ONU, sugiere que Rusia hizo lo propio al violar el embargo
de la venta de armas a Bagdad.
Con ello, en el entendido de que Washington tendría
que aportar pruebas concluyentes, se busca descalificar a uno de los países
que exigen detener la guerra y debilitar la iniciativa de retornar a la
negociación de un arreglo político en el seno de la ONU.
La cuestión de la pretendida venta de armas a Irak,
todo parece indicarlo, será tema de debate en una de las primeras
sesiones del Consejo de Seguridad bajo la presidencia en turno de México,
a partir del próximo primero de abril.