GUERRA CONTRA IRAK
Bush, con muy escasa credibilidad, revelan encuestas
Sin precedente, el movimiento global contra la política exterior de EU
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 24 de marzo. Los resultados de la campaña militar estadunidense en Irak todavía no se conocen, pero la política bélica de Washington ya ha logrado construir un abrumador consenso en Medio Oriente y alrededor del mundo contra la política exterior del gobierno de George W. Bush, según varias encuestas recientes.
Esta oposición está colocando a unos aliados cercanos de Estados Unidos en situación difícil.
El sábado, el canciller de Arabia Saudita declaró a The New York Times que después de dos días de guerra, la Casa Blanca debería considerar suspender la invasión e invitar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a regresar a Irak.
La decisión de Estados Unidos de derrocar al régimen de Saddam Hussein es ilegal según el derecho internacional, señaló el príncipe Saud al Faisal.
Pero el hecho de que el canciller se haya visto obligado a ofrecer estos comentarios es probablemente más importante que su contenido. Después de todo, Arabia Saudita es anfitriona del centro de comando militar utilizado por Estados Unidos para coordinar la guerra contra Irak, y el canciller no amenazó con clausurarlo.
No obstante, una nueva encuesta de Zogby International registra las dificultades enfrentadas por los líderes de las naciones árabes. Ese sondeo, realizado en seis países -Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Marruecos, Emiratos Arabes Unidos y Líbano-, encontró que casi 95 por ciento de los encuestados cree que la motivación de Estados Unidos es obtener el control del petróleo iraquí. Menos de 6 por ciento cree la justificación oficial de Bush de que es una campaña para llevar la democracia a ese país.
"En lugar de inclinarse hacia una democracia liberal de Occidente, como Bush sugiere, la guerra en Irak tiene la probabilidad de promover sólo más fundamentalismo islámico radical", explicó Youssef Ibrahim, ex periodista de The New York Times.
En un artículo publicado en The Washington Post este fin de semana, Ibrahim agregó que pocos de los aliados estadunidenses en la región desean promover reformas democráticas en sus países.
Y esta oposición pública no se concentra sólo en Oriente Medio. La política bélica estadunidense está galvanizando una opinión pública mundial en su contra. Un nuevo sondeo del Pew Center, con sede en Washington, reveló que la oposición a Estados Unidos ha crecido de manera sustancial en varias partes del mundo en los últimos seis meses. Más de 80 por ciento de los ciudadanos en Italia, España, Turquía y Rusia se opone a la guerra estadunidense contra Irak, y mayorías la rachazan en Gran Bretaña, Francia y Alemania, indicó la encuesta.
"Mayorías abrumadoras desaprueban la política exterior de Bush", declaró el Pew Center al resumir lo que sus encuestas registraron. "En consecuencia, los ciudadanos en siete de los ocho países sondeados creen que las políticas estadunidenses han tenido un efecto negativo en sus países".
Durante los seis meses más recientes, el número de personas con una percepción positiva de las políticas estadunidenses se ha desplomado 25 por ciento en Gran Bretaña, 30 por ciento en Francia y 35 por ciento en Alemania.
Todo esto, en efecto, es el primer éxito concreto de la política exterior del presidente Bush: su gobierno ha logrado crear el movimiento global más unido contra la política estadunidense que jamás haya existido en la memoria reciente.