Director huésped de la OFUNAM, hoy y
mañana, en la Sala Nezahualcóyotl
''La dictadura democrática'' es el mejor régimen
para una sinfónica: Diazmuñoz
Para el actual gobierno, la cultura no existe, deplora
el pianista y compositor
ANGEL VARGAS
Para Eduardo Diazmuñoz, quien hoy y mañana
estará en el podio de la Orquesta Filarmónica de la UNAM
(OFUNAM) como huésped, el régimen que mejor le acomoda a
una agrupación sinfónica es el de ''la dictadura democrática,
como la que sufrimos en México durante 70 años".
Aclara, sin embargo, que la persuasión y no la
imposición es la mejor estrategia que puede seguir un director de
orquesta para ''crear el milagro efímero e irrepetible de la música".
A punto de cumplir 50 años, el también
pianista y compositor platica que con el paso del tiempo ha descubierto
la importancia de dejar tocar libremente a los músicos, más
que tratar de tener el control total, lo que, de paso, es imposible, acepta
''Es muy importante incitar no sólo la creación
colectiva, sino la recreación colectiva", agrega. ''Me asumo ahora
más como coordinador de voluntades, como alguien que explota, en
el buen sentido, las virtudes de cada uno de los instrumentistas."
El trabajo de Diazmuñoz parte de su teoría
de que ''la música puede hacerse por terror o por placer, y es el
director quien escoge el camino".
Ambas maneras son factibles. ''De hecho, por terror he
llegado a escuchar conciertos muy buenos. Pero, como artista, el uso de
la represión es algo que me dejaría insatisfecho. Prefiero
que haya uno, dos o tres errores, pero que los músicos y yo nos
volquemos hacia lo emotivo.
''Al final de cuentas, la música transcurre en
el tiempo y es irrepetible. Es un arte efímero y ninguna interpretación
será igual así se trate de la misma pieza. El compromiso
debe ser con la música, no con el virtuosismo per se, no
con la búsqueda de la perfección. La música, dicho
sea de paso, es de las pocas cosas que permiten aproximarse a la excelsitud."
Ahora ni línea hay
Diazmuñoz explica que a veces el director sí
debe imponerse, ''como cuando las orquestas son indisciplinadas. Si algo
suena no sólo igual sino hasta peor tras varios intentos, allí
uno debe ponerse mula".
-¿Cuál es el régimen que mejor le
acomoda a una orquesta, la democracia o la dictadura?
-Es difícil definirlo. Debe ser una dictadura democrática,
como la que sufrimos 70 años en México. Ahora vivimos en
medio de un desmadre; casi en un vacío de poder. Hay caos y falta
de comunicación impresionante en los altos niveles de gobierno.
Antes a lo mejor todos nos quejábamos de la línea, pero ahora
ni línea hay. El Presidente dice una cosa y luego lo desmiente su
gabinete. De la política cultural, ni hablar. La cultura no existe
para este régimen.
''La figura de dictador es algo que no va conmigo. Prefiero
ser un coordinador y evaluar sugerencias. Si fuera autoritario no sólo
no aceptaría propuestas de los músicos, sino hasta correría
a los que se atrevieran a hacerlo. Eso es impensable, porque la música
es un proceso colectivo."
Diazmuñoz habla del ''gran privilegio y estímulo"
que siempre significa regresar a la OFUNAM. A ella, explica, le debe haber
refrendado su vocación de ser músico, cuando la agrupación
era dirigida por el fallecido Eduardo Mata, además de que en ella
se forjó como director de orquesta, en los albores de los años
80, si bien antes había sido director adjunto de la Filarmónica
de la Ciudad de México. El titular de la Sinfónica de Baja
California, para sus presentaciones en la Sala Nezahualcóyotl, preparó
un programa con obras de autores mexicanos.