Patrullan comunidades e intimidan a la gente en busca de supuestos guerrilleros, afirman
Denuncian grupos indígenas creciente militarización en la Huasteca hidalguense
Aseguran miembros del Fdomez que soldados auspician actuación de bandas paramilitares
CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL
Huejutla, Hgo., 21 de marzo. Organizaciones indígenas independientes y de defensa de los derechos humanos en la Huasteca denunciaron que, en busca de supuestos guerrilleros, más de mil soldados patrullan e intimidan a los habitantes de sus comunidades, además de que promueven grupos paramilitares en la región. Responsabilizaron de la "creciente militarización" al general Cruz Eraclio Medina Avila, comandante del 84 Batallón de Infantería.
Los informantes rechazaron las declaraciones hechas a los medios locales de información por el representante de la Secretaría de la Defensa Nacional, Germán Redondo Azuara, quien dijo que la Huasteca no se ha militarizado.
Redondo Azuara dijo que sólo 250 soldados operan en la Huasteca, pero según los indígenas son"más de mil", quienes tienen campamentos en las riberas de los ríos, como el Calabozos, que divide Hidalgo de Veracruz, donde existen 15 asentamientos, dijeron.
Representantes del Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata (Fdomez), del Comité de Derechos Humanos de la Huasteca y Sierra Oriental (Codhhso) y de la Unión de Mujeres Indígenas Humberta Hernández Tovar, preguntan: "ƑQué nombre se le da al patrullaje que de noche y de día hacen los soldados en los ejidos?". La misma interrogante se hacen respecto de la presencia de campamentos militares en las localidades de Tecoluco Calpan, Zacuala y Chalingo.
Dijeron que el 9 de marzo un grupo de personas con vestimenta "tipo militar" y encapuchadas, apareció en la comunidad de Emiliano Zapata, municipio de Atlapexco, para interrogar y amenazar a los lugareños.
Ramiro Díaz Baltasar, vocero del Fdomez, explicó que los militares bajan a los indígenas de sus camionetas y de sus tractores, para "interrogarlos y tomarles fotos".
Sobre las presuntas bandas paramilitares dijo que hay "huellas" de su actuación. Afirmó que el 31 de agosto de 2002 un indígena de Atlapexco fue sorprendido por la noche por un grupo de encapuchados, "uniformados con ropa militar pintada (camuflaje), equipados y armados, dirigidos por una mujer, quienes sorprendieron a un campesino que cuidaba su parcela a quien maniataron luego de ser amenazado de muerte por no responder a la pregunta de quiénes son los riquillos de Atlapexco'".
El 2 de septiembre pasado, agregó, un campesino del ejido de Congreso Agrario Permanente, municipio de Huejutla, fue interceptado por un encapuchado, que tras interrogarlo, lo dejó seguir su camino.
En reunión realizada en las oficinas del Codhhso, un grupo de indígenas afiliados al Fdomez coincidió en que se trata de integrantes de bandas paramilitares auspiciadas por el Ejército, como ha ocurrido desde los años 70 cuando comenzó la lucha por la recuperación de la tierra, entonces en manos de los pequeños propietarios, y que dejó un saldo de 200 muertos y más de 500 detenidos.
Ramiro Díaz, vocero del Fdomez, Gabriel Martínez Hernández, dirigente de la Unión por la Defensa de los Derechos, la Cultura y Autonomía Indígena, y María Isabel Hernández, dirigente de la Unión Humberta Hernández Tovar, coincidieron en que la "política neoliberal" ha provocado mayor empobrecimiento de las zonas indígenas.
"Los que tenemos un tractor por comunidad, cómo vamos a competir con países como Estados Unidos o Canadá. šNunca! No hay forma. No hay créditos, no hay semilla, no hay fertilizante. Los indígenas vivimos de lo que cosechamos. No tenemos oportunidad de más", sostuvo Martínez Hernández.
Acusaron al gobernador Manuel Angel Núñez Soto de no cumplir con los 58 puntos de su pliego petitorio, pues apenas han logrado apoyos "muy mínimos"; no obstante rechazaron que la vía armada, como en Chiapas, Oaxaca o Guerrero, sea la opción para lograr sus objetivos.