Volodia Teitelboim encomia que esa conciencia se haya manifestado antes de la guerra
La voz de la calle, ''auténtico parlamento mundial'' por la paz
Los pueblos se han rebelado y mantienen bajo escrutinio a sus gobernantes, señala
El escritor chileno vino a México para recibir un reconocimiento del gobierno del DF
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
En medio del ''gran drama" que vive la humanidad, el escritor chileno Volodia Teitelboim distingue el surgimiento de una ''conciencia mundial" sin precedente. Es ''la voz de la calle" que se ha expresado masivamente contra la guerra y se ha erigido en auténtico ''parlamento mundial" que fue decisivo para que la Organización de las Naciones Unidas y varios gobiernos no apoyaran el ataque de Estados Unidos contra Irak: ''Todo ha brotado espontáneamente porque hay una conciencia de que es necesario manifestarse y no sólo rumiar el sentido de impotencia en las casas, sino salir a la calle, que es el gran escenario público del mundo. En el fondo es la defensa de lo humano, del humanismo. Es una defensa que acerca muchas ideologías, aunque históricamente hayan estado separadas, porque el común denominador es la paz contra la guerra".
No aprendemos la lección
Autor de los libros El corazón escrito y La guerra interna, entre otros, Volodia Teitelboim (Chile, 1916) se muestra optimista sobre el futuro de esa conciencia social, anticipa que irá ganando espacios y zonas de influencia frente al avasallamiento imperial que, amparado en su poder militar y económico, efectúa Estados Unidos.
Teitelboim está en México para ofrecer una serie de conferencias y participar en diversas actividades, una de las cuales será recibir un reconocimiento del Gobierno de la Ciudad de México por conducto de la Secretaría de Cultura:
''Mi visita coincide con ese vuelco tremendo que ha significado la guerra contra Irak y con la conmoción mundial que ha ocasionado. El hecho estimulante de que el país más al norte de América Latina, el vecino del imperio, haga un reconocimiento a un escritor del país más sureño de la región, se inscribe en un contexto de pronunciamientos innumerables en el mundo: de intelectuales, pueblos, naciones, mujeres, hombres, jóvenes, estudiantes, de los que dan cuenta los diarios."
El poeta, narrador y ensayista se explaya conmovido y esperanzado por las protestas masivas contra la guerra: ''Es impresionante. No había pasado nunca. Inclusive grandes movimientos solidarios con pueblos agredidos como la República española (en la década de los 30 del siglo XX) y también con la guerra de Vietnam, que alcanzó proporciones colosales, se dieron cuando habían transcurrido largos meses o años de guerra. En Estados Unidos alcanzó proporciones colosales, pero sobre todo en la medida en que llegaban los ataúdes con sus soldados muertos. Ahora la conciencia comenzó a manifestarse de manera multitudinaria antes de la guerra; es un hecho digno de analizarse, porque sucede cuando muchos tienen, y hubiéramos podido compartir eso, una mirada desesperanzada sobre la especie humana, que ha vivido miles de guerras y que no aprende nunca la lección, porque las guerras vuelven a repetirse.
Entonces, ''ante el anuncio de una guerra del amo del mundo que se precipita sobre un pequeño país para imponer intereses corporativos, familiares y de grupos potentados, en un hecho sin precedente se da el más grande estallido de conciencia universal que se conozca. El estallido no fue organizado previamente por una especie de comando activo, todo ha brotado de manera espontánea, porque hay la necesidad de manifestarse y no sólo rumiar el sentido de impotencia en las casas cerradas, sino salir a la calle que es el gran escenario público del mundo".
Ganador en 2002 del Premio Nacional de Literatura de Chile, luego de ser proscrito por la dictadura de Pinochet dada su filiación política de izquierda, Teitelboim subraya que ''Mr. Bush" se ha ido a la guerra exponiendo en sus discursos ''la más insólita colección de tergiversaciones de los hechos y de la historia y de las más espantosas paradojas; él se dice defensor de la paz, pero al defender la paz tiene que hacer la guerra y matar. Se dice también defensor de la democracia, cuando en Chile en 1973 un complot urdido en la Casa Blanca, por un representante de su mismo partido, Richard Nixon, mató a una democracia con sentido popular para ofrecer la dictadura más feroz, la de Pinochet. Ellos son los padres de Pinochet. Y ahora venden la mercadería de la democracia con una palabra retórica que en el fondo es su contradicción total".
Cinismo frío y aterrador
El discurso de Bush ''es el más fabuloso tejido de mentiras que con un cinismo frío y aterrador se sostiene ante las cámaras del mundo y se comunica, no sé, a 3 mil millones de escuchas y declara la guerra con esa impavidez e insensibilidad de quien se instituye en mesiánico salvador del mundo. Hay una irrealidad y un abuso de los términos que en el fondo intentan crear una falsa conciencia de que ellos son los defensores de la humanidad".
-ƑEstá en entredicho el concepto de democracia cuando los promotores de la guerra son gobiernos elegidos ''democráticamente", pero no oyen esa voz de la calle?
-Tal vez la definición más acertada de democracia es la de Abraham Lincoln: el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo. No tiene nada que ver con la llamada democracia representativa, una fórmula en la que los grandes poderes fácticos, sobre todo de la economía, determinan en lo esencial las elecciones. También por los controles de los grandes medios que inducen al elector a una visión completamente falsa de las realidades y a elegir a individuos como Bush, que por otra parte no ganó la elección. No creo en la eficiencia ni en la verdad ni en la rectitud de la llamada democracia representativa. La democracia representativa es una democracia indirecta que atraviesa muchos juegos y permite elegir a los peores. Y sobre todo instituye al dinero como gran elector. Ahora yo estimo que la voz de la calle, ese gran parlamento mundial, debe seguir sesionando.
-Pero es ignorado.
-No es escuchado por la mayoría de los gobiernos, pero es oído. Creo que muchos gobiernos decidieron no apoyar a Estados Unidos movidos sobre todo por la presión de sus pueblos. Antes Estados Unidos pensaba que todo el mundo occidental era de incondicionales, de súbditos, de siervos económicos metidos dentro del neoliberalismo mundial. Y me entusiasma saber que todas estas grandes manifestaciones han propiciado una grave derrota al gobierno de Estados Unidos, que se lanzó a una guerra condenada de antemano por el mundo. Los pueblos se han rebelado.
-Esa voz de la calle no tiene armas ni tiene dinero, Ƒcómo se hará escuchar?
-Lo que no tiene continuidad no tiene destino. Lo más importante es que esto se constituya en una conciencia actuante, presente, que conozca su fuerza y que su fuerza es también su presencia en las calles. Todos los gobiernos están frente al escrutinio de sus pueblos que continuarán manifestándose en contra del gran imperio del siglo XX, del siglo XXI y del tercer milenio. Creo que el imperio versión Bush está en lo que fue el siglo cuarto del imperio romano, el siglo de su caída. No digo que sea para mañana o para pasado mañana, pero el proceso está en camino.
(Las actividades de Volodia Teitelboim son: la conferencia La cultura y la guerra, el próximo lunes a las 11 horas en la UAM; ese día, un acto recordatorio de Pablo Neruda en la Sala Manuel M. Ponce, a las 19 horas. El miércoles recibirá un reconocimiento del gobierno del DF y la noche del jueves dictará la conferencia La utopías nunca mueren en la Casa Jesús Reyes Heroles.)