GUERRA CONTRA IRAK
Transformación cultural para eliminar las
formas de exclusión social, otro camino
Creación de micro empresas, medio para reducir
pobreza, plantea BID
El estancamiento en Latinoamérica ha elevado
los niveles de marginación en el pasado bienio Si la población
negra tuviera las mismas oportunidades que la blanca, Brasil crecería
25%, citó
ROBERTO GONZALEZ AMADOR ENVIADO
Milan, 21 de marzo. El impulso a la creación
de pequeñas y medianas empresas y una transformación cultural
para eliminar las formas de exclusión social son dos caminos efectivos
para que América Latina y el Caribe pueda lograr avances sostenibles
en la reducción de la pobreza.
La segunda jornada de los trabajos de la 44 asamblea anual
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se celebra en esta ciudad
del norte italiano, derivó en una nueva discusión de un viejo
tema: la reducción de los niveles de pobreza en la región,
que han aumentado en el pasado bienio por el estancamiento de la economía
latinoamericana.
El presidente del BID, el uruguayo Enrique Iglesias, planteó,
a lo largo de una jornada de trabajo dividida en varios seminarios, que
se extendió durante todo el día, dos acciones que a su juicio
pueden reducir la pobreza.
Primero,
dijo, el BID está expandiendo sus esfuerzos para impulsar a la micro,
pequeña y mediana empresas en la región, con el fin de promover
el crecimiento económico sostenible. "Las micro, pequeñas
y medianas empresas son el mejor antídoto contra la pobreza", expuso.
La otra vía para reducir la marginación
implica un cambio cultural, primero de los gobiernos, pero también
de la sociedad en su conjunto. El presidente del organismo definió
el reto como "poner fin a la exclusión social". Es decir, a la discriminación
contra los grupos indios, los de afroamericanos, los discapacitados y las
minorías sexuales y religiosas.
"Debemos poner un ejemplo. Existen estudios para Brasil
que demuestran que si en ese país la población negra tuviera
las mismas oportunidades de educación y empleo que los blancos,
la economía brasileña aumentaría 25 por ciento", dijo
Iglesias.
La sesión en la que se discutió el tema
de la exclusión social fue atendida por personajes de la región
que han sufrido, de algún modo, la discriminación. Estuvo
la actual canciller ecuatoriana, Nina Pacari Vega, representante del partido
indígena Pachakutik, el brazo político de la Confederación
de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, socio en el gobierno de
coalición del presidente Lucio Gutiérrez. También
asistió Gilberto Rincón Gallardo, de México, presidente
de la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación,
creada a iniciativa del presidente Vicente Fox. Sólo faltó,
porque canceló de última hora, Benedita da Silva, la mujer
negra que creció en las favelas de Río de Janeiro y que recién
fue nombrada ministra de Asistencia y Promoción Social en el gabinete
del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
"La exclusión es la causa de la pobreza y la desigualdad",
expresó Iglesias. En América Latina, el estancamiento económico
de los pasados dos años hizo crecer en 7 millones el número
de pobres, con lo que el total de los latinoamericanos en esta condición
aumentó a 220.47 millones, 42.1 por ciento de la población
total.
Nina Pacari centró su intervención en relatar
que los años 90 no fueron para los pueblos indios una "década
perdida, como se ha llamado al resultado de la economía". Aseguró
que en esa década los pueblos indios de la región lograron
que sus estructuras de organización, "que no eran visibles" ahora
sean más conocidas por la sociedad e incluso sean incluidas en algunas
leyes y en la discusión de los temas públicos.
Rincón Gallardo, por su parte, relató el
camino recorrido en el Congreso mexicano de la discusión de una
ley para prevenir y eliminar la discriminación. El ex candidato
presidencial dijo que "la alternancia en el poder en México" generó
un nuevo ambiente de discusión social, que, "entre otras cosas,
permitió otra lectura del fenómeno de la discriminación".
Tanto Pacari como Rincón Gallardo fueron reconocidos
esta noche por el BID "por su liderazgo en la promoción de la inclusión
social y el combate a la discriminación en América Latina
y el Caribe".
En la otra parte de los trabajos desahogados este día,
la propuesta del BID para contribuir a la disminución de la pobreza
en la región se centró en la creación de pequeñas
unidades económicas.
"Las empresas más pequeñas ayudan a reducir
la pobreza, creando trabajo, agregando valor e incrementando la productividad
en lugares donde, de otro modo, escasean las oportunidades económicas",
dijo Iglesias. El BID ha dedicado, en la pasada década, 14 mil millones
de dólares en préstamos para promover este segmento, que
-según cálculos del organismo- genera dos tercios de los
empleos y casi la mitad del producto interno bruto regional.