GUERRA CONTRA IRAK
Las tropas que ingresaron en Irak, de "liberación",
no de "ocupación": Donald Rumsfeld
Califica el Pentágono de humanitario
el devastador bombardeo de Bagdad
Molestos, los funcionarios por las imágenes de
la televisión que muestran la crueldad de Bush
Recuerda más al ataque-incendio de Dresde que
a la humanidad: reporteros en la Casa Blanca
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 21 de marzo. El secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld, explicó hoy que había mucha
"humanidad" involucrada en el intenso y devastador bombardeo de Bagdad
que comenzó temprano, pero al ver las imágenes transmitidas
en vivo por televisión a no pocos comentaristas aquí les
recordó más el bombardeo-incendio de Dresde que cualquier
cosa parecida a la humanidad.
Este viernes se inició el muy anticipado bombardeo
de "choque y pavor" sobre Bagdad, que fue trasmitido en vivo por las cadenas
nacionales de televisión en Estados Unidos, acompañado por
comentarios de horrorizados reporteros en la capital iraquí, sofocados
por el humo al describir una ciudad de más de 5 millones de habitantes
arrodillados bajo el peso del temor, sin saber si edificios a kilómetros
de distancia o los de la esquina eran el objetivo de estos ataques.
"Nuestro objetivo es liberar al pueblo iraquí",
insistió Rumsfeld, en conferencia de prensa en el Pentágono
minutos después de que se pudieron ver caer las primeras bombas
sobre Bagdad.
Pero las imágenes de edificios destrozados y en
llamas, nubes de humo subiendo a miles de metros y las preocupaciones de
reporteros por sus colegas dejaron a muchos locutores y comentaristas especulando
sobre si la población atrapada en Bagdad estaba, en esos momentos,
agradecida porque su día de la "liberación" se aproximaba.
Pavor por las víctimas inocentes
La
extraña sensación de observar la destrucción de parte
de una ciudad en el otro extremo del planeta provocó "choque" y
"pavor" en al-gunos comentaristas televisivos en Estados Unidos, quienes
por primera vez empezaron a hablar sobre las bajas civiles.
El Pentágono informó que espera arrojar
hasta 3 mil bombas el primer día de esta etapa de la campaña
bélica, y hoy líderes castrenses señalaron que están
apuntando ha-cia cientos de objetivos militares.
Pero molestó visiblemente a los funcionarios del
Pentágono encargados del manejo de la "imagen" de esta guerra cuando
corresponsales en Bagdad compararon de inmediato este bombardeo al de Dresde
durante la Segunda Guerra Mundial, y al de Hanoi durante la guerra de Vietnam.
Esa comparación provocó una reacción
casi inmediata del secretario de Defensa: "Es un esfuerzo enormemente humano",
insistió un visiblemente irritado Rumsfeld.
"Escuché a varios comentaristas comparando lo que
está ocurriendo hoy en Irak con algunas de las campañas de
bombardeo más fa-mosas de la Segunda Guerra Mundial. No hay comparación",
subrayó. "Creo que la comparación es desafortunada e imprecisa".
Explicó que las municiones arrojadas por las fuerzas
estadunidenses tienen un grado de precisión más allá
de la imaginación de cualquiera en la última guerra mundial.
Era difícil saber si Rumsfeld estaba consciente
de que repetía las mismas afirmaciones de otros líderes militares
estadunidenses durante las últimas décadas, cuando in-sistió
en que la cuidadosa planeación de objetivos precisos y los cálculos
para minimizar bajas civiles no tienen precedente.
"El cuidado que se le invierte, la humanidad que se le
invierte", in-sistió el secretario de Defensa.
Todo esto reveló que los funcionarios estadunidenses
están obviamente preocupados porque las imágenes y sus primeras
interpretaciones no ayudarían a proyectar el mensaje deseado de
que todo es parte de un esfuerzo de liberación del pueblo iraquí.
"Tenemos que recordar que Saddam Hussein ha matado a cientos
de miles de personas", repitió una y otra vez Rumsfeld.
El guión que está siguiendo hoy el Pentágono
es que las decenas de miles de soldados estadunidenses que ingresaron a
territorio iraquí en las últimas 24 horas son fuerzas de
liberación, no de ocupación.
Así, cuando unos entusiastas ma-rines bajaron
la bandera de Irak e izaron una estadunidense al avanzar en el territorio
de ese país en Umm Qasir, cerca de la frontera con Kuwait, rápidamente
sus co-mandantes ordenaron que la bajaran ya que no deseaban expresar que
se trataba de una ocupación.
El gobierno estadunidense insistió en que la campaña
militar está avanzando más rápido de lo esperado.
"El régimen está empezando a perder el control de su país",
afirmó Rumsfeld.
"La confusión de los oficiales iraquíes
está creciendo. Su habilidad para ver lo que está ocurriendo
en el campo de batalla, para comunicarse con sus fuerzas y controlar su
país se está deteriorando. Están empezando a darse
cuenta, sospecho, de que el régimen es historia".
El presidente George W. Bush se mantuvo fuera de vista
pública en gran medida durante este día, en reuniones con
sus principales asesores en lo que ahora se llama su "consejo de guerra"
y con algunos dirigentes legislativos.
"Estamos avanzando. Nos mantendremos hasta lograr el objetivo
de eliminar en Irak las armas de destrucción masiva y liberar al
pueblo", declaró hoy Bush.
Pero para sorpresa de los reporteros en la Casa Blanca,
el vocero Ari Fleischer dijo que el comandante en jefe, quien ordenó
el de-vastador bombardeo de Bagdad, no consideró necesario ver por
televisión los primeros momentos del efecto que las bombas tuvieron
al caer sobre esa capital.
"Obviamente el presidente, que autorizó la misión,
tenía conocimiento de ella, conocía cuándo iniciaría.
Y no creo que necesite ver la televisión para saber lo que estaba
por desarrollarse", indicó Fleischer a los reporteros.
Lamentos y oraciones
Bush dejó la Casa Blanca esta tarde para pasar
el fin de semana en Campo David. Pero de alguna ma-nera las imágenes
de televisión so-bre el bombardeo de Bagdad sí cambiaron
el tono de la reunión de prensa diaria en la Casa Blanca.
Un reportero preguntó si el presidente estaba preocupado
por "las mamis y papis y niños iraquíes que
podrían, a pesar de nuestros esfuerzos, resultar muertos".
Fleischer respondió con el mis-mo guión
que utilizó Rumsfeld, al describir qué tan precisas eran
las bombas utilizadas en los ataques, limitando así las bajas civiles.
"Como siempre en la guerra hay riesgo, habrá inocentes
que se perderán, y el presidente lamenta que Hussein haya puesto
a inocentes en un lugar donde sus vidas serán perdidas -respondió-.
La otra porción de lo que el presidente recuerda, cuando piensa
en los inocentes, son los 3 mil que perdieron la vida el 11 de septiembre
de 2001".
En forma reiterada, los reporteros preguntaron sobre los
peligros de una crisis humanitaria, particularmente en un país donde
60 por ciento de la población dependía de raciones de alimentos
distribuidas por el gobierno de Irak.
Los encargados de la prensa en la Casa Blanca y el Pentágono
dedicaron amplio tiempo a lo largo del día a tratar de cambiar el
tono y dirección de este tipo de asuntos, e insistieron en que toda
comparación con los bombardeos de la Se-gunda Guerra Mundial y sus
consecuencias no eran apropiadas.
Pero los reporteros no podían ser culpados por
hacer estas comparaciones. El estratega Harlan K. Ullman, del Pentágono,
quien dice ser el primero en diseñar la campaña de "choque
y pavor" que fue aplicada hoy, ha hecho comparaciones entre su proyecto
y la última gran guerra mundial.
"Teóricamente, la magnitud de choque y pavor
de dominio rápido busca imponer... el equivalente no nuclear
del impacto de las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki",
afirmó en un do-cumento donde describe su táctica, que puede
ser ubicado en el sitio de Internet de la Universidad Nacional de Defensa.