Los fondos ascienden a $15 mil 374 millones; 5.1 por ciento más que en 2002
Aprueba el Consejo Universitario el presupuesto 2003 para la UNAM
Representantes estudiantiles criticaron a la CECU por ser motor de una gran simulación
KARINA AVILES
El Consejo Universitario (CU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aprobó el presupuesto que ejercerá la institución en 2003, el cual asciende a 15 mil 374 millones 67 mil 639 pesos, cantidad que representa un incremento real de 5.1 por ciento respecto al del año anterior.
Por unanimidad, el pleno resolvió enviar a la Cámara de Diputados un documento en el que se expresará el reconocimiento de la institución por el apoyo que los legisladores otorgaron a la máxima casa de estudios en materia presupuestal en los tres años pasados. El CU confió en que la próxima Legislatura respaldará a la UNAM en sus necesidades, mismas que están en continuo crecimiento.
En una sesión realizada en la antigua Escuela de Medicina, el máximo órgano de la universidad aprobó también la cuenta anual correspondiente al 31 de diciembre de 2002 y votó en favor de enviar a comisiones y a la administración central, los acuerdos incumplidos del congreso realizado en 1990, con el propósito de darles cumplimiento. Una vez que se hayan explorado los mecanismos para ejecutarlos serán sometidos al pleno para su aprobación.
El subsidio federal equivale a 14 mil 154 millones de pesos (92 por ciento) y los ingresos propios representan mil 220 millones de pesos (8 por ciento). Por ramos, a las facultades, escuelas y unidades se dedicarán 8 mil 455 millones de pesos (55 por ciento), a los institutos y centros de investigación científica se otorgarán 2 mil 525 millones de pesos (16 por ciento) y los institutos y centros de investigación humanística recibirán mil 14 millones de pesos (7 por ciento). Lo anterior representa 78 por ciento del total de los recursos.
El apoyo adicional otorgado por la Cámara de Diputados a la UNAM ascendió en 2001 a 400 millones de pesos, en el 2002 a 500 millones de pesos y, en el 2003, a 620 millones de pesos, que en total suman mil 520 millones de pesos.
El contralor Raúl Robles Segura señaló, por otra parte, que fueron canceladas 266 plazas de confianza, renglón en el que se ahorrarán 48 millones de pesos anuales. Sobre la cuenta anual, indicó que la Auditoría Superior realizó 13 observaciones por inconsistencias menores en la aplicación de normas relativas a adquisiciones por obras y servicios.
El rector Juan Ramón de la Fuente expresó que la universidad vive de recursos públicos. También exigió que se aumenten los apoyos del subsidio federal y, a cambio, ofreció rendir cuentas públicas de los fondos otorgados.
En más de nueve horas de sesión, los consejeros también abordaron el tema del congreso universitario. La Comisión Especial del Congreso Universitario (CECU) dio un segundo informe en que estableció que de los 276 acuerdos del congreso de 1990, 145 (52.5 por ciento) fueron cumplidos, 84 (30.4 por ciento) fueron parcialmente ejecutados y 47 (17 por ciento) no fueron cumplidos.
De los 47 acuerdos no llevados a cabo, 13 están relacionados con el nuevo Estatuto del Personal Académico y 34 pudieran ser cumplidos en los próximos meses. En una larga discusión, un grupo de 20 consejeros universitarios estudiantes cuestionaron la legitimidad y el proceso seguido por la CECU, al que calificaron de "autista". Señalaron que el congreso por etapas es "una gran simulación" y un esquema para que mediante la "dispersión" se evite la discusión democrática. Otros consejeros resaltaron el trabajo y esfuerzo realizados por dicha comisión.
Por otro lado, el CU aprobó el reglamento de las licenciaturas en campus universitarios foráneos, el cual establece que los institutos y centros ubicados en éstos podrán organizarse para impartir estudios de licenciatura. También aceptó la creación del plan de estudios de la carrera de ingeniería mecatrónica y de la especialización en historia del arte. Además, aprobó los nuevos centros de radioastronomía y astrofísica y de investigaciones en ecosistemas.
Igualmente aceptó la designación como investigadores eméritos de Germinal Cocho Gil, Flavio Manuel Mena Jara y Roberto Meli Piralla y como profesores eméritos de Néstor de Buen, Cipriano Gómez Lara y Gilberto Sotelo Avila.