Por vez primera, en abril se conocerán
los rasgos poblacionales y urbanísticos del área
Casi listo el registro científico de la poligonal
de El Tajín
La meta es regular el uso del suelo en esa zona declarada
de monumentos arqueológicos: INAH
En mil 221 hectáreas existen más de mil
habitantes totonacas y más de 350 propietarios
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
El Tajin, Ver., 20 de marzo. Por vez primera y
luego de la declaratoria de El Tajín como zona de monumentos arqueológicos,
en 2001, en abril se tendrá un registro de las características
poblacionales y urbanísticas de la poligonal de mil 221 hectáreas
al concluir una investigación de cinco meses.
Encabezada
por el arqueólogo Jorge Villanueva, quien con sus colaboradores
y representantes de las cuatro comunidades totonacas ubicadas dentro de
la poligonal ha recorrido toda el área, estos son algunos datos
del llamado Proyecto de Factibilidad de Cambios en los Usos del Suelo en
la Zona Arqueológica de El Tajín, que lleva 80 por ciento
de avance:
Existen más de mil habitantes totonacas dentro
de la zona arqueológica; más de 350 propietarios, con predios
que van desde 10 por 15 metros hasta parcelas de 31 hectáreas, y
al menos 260 estructuras, 52 de ellas ya restauradas y ubicadas en la zona
central y el resto asentadas en dos especies de ''herraduras" o ''cinturones
de seguridad" que, al ubicarse en los cerros circundantes, también
protegían el núcleo principal de la ciudad.
Actualizar ubicación de vestigios
La desconfianza inicial de los pobladores, que temían
expropiaciones de sus terrenos, fue superada al hacer los recorridos ''de
manera conjunta" y determinar, mediante observación y la realización
de 94 pequeños pozos, en qué lugares hay vestigios.
El pastoreo de ganado y algunas siembras no afectan dichas
áreas, dice Villanueva en entrevista. Aclara que si los habitantes
quieren hacer cambio de uso del suelo deberán pedir permiso al Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) y acatar la decisión
que se tome.
Los objetivos de la investigación académica
y de acercamiento con las comunidades indígenas Congregación
El Tajín, San Antonio Ojital, Nuevo Ojital y San Lorenzo El Tajín,
dice Villanueva luego de un recorrido por algunos de los cerros circundantes,
son actualizar la ubicación de vestigios arqueológicos y
que los propietarios de parcelas sepan qué estructuras se encuentran
en sus terrenos para que las protejan.
La meta, agrega Alejandro Martínez Muriel, coordinador
nacional de Arqueología del INAH, es evaluar los predios, pues tras
la declaratoria de 2001 en las comunidades se pensaba que sus terrenos
serían expropiados y no los iban a dejar construir. El objetivo
es regular el uso del suelo, agrega.
Como confirmó Daniel Goeritz, director del Centro
INAH-Veracruz, a partir de dicha investigación podrán plantearse
vertientes de trabajo y tomarse decisiones como la relativa al proyecto
del gobierno del estado de Veracruz, que pretende crear en El Tajín
un polo de desarrollo.
Contra la guerra
Mientras, la primera de las cuatro noches de conciertos
en el parque temático de la Cumbre Tajín se convirtió
en un llamado a la paz, pues grupos como los veracruzanos Los Utrera, de
son jarocho, y Mapeyé, de Puerto Rico, unieron sus cualidades para
la décima y la improvisación. ''Yo levanto la plegaria/ de
mi corazón profundo/ porque sé que en este mundo/ la guerra
no es necesaria", cantaron los caribeños.
Espectáculo multimedia
Anoche
también se realizó la primera presentación formal
del espectáculo multimedia Luz y voces del Tajín en
la parte central de la zona arqueológica. Y a diferencia del día
anterior, cuando durante el ensayo el exceso de espectadores (unos 800)
provocó que la situación se saliera de control, ahora pudo
seguirse la historia de la grandeza totonaca con base en un texto de Carlos
Montemayor.
Este espectáculo volvió a propiciar cierta
polémica, tras la afirmación de custodios de la zona de que
se habían causado daños en algunas estructuras, como el desprendimiento
de estuco en uno de los juegos de pelota.
El francés Yves Pépin, creador del espectáculo,
sostuvo que el montaje no ha causado daño alguno.
''Los especialistas del INAH vigilan que no haya ninguna
afectación. La zona arqueológica de El Tajín no había
sido tan vigilada como ahora que estamos aquí", dijo el director
de la empresa ECA2.
Goeritz, a su vez, también rechazó que dicho
acto haya provocado perjuicios y señaló que no hay una denuncia
formal al respecto.
El daño en el estuco del juego de pelota 1314,
explicó mediante un boletín, se debe a un deterioro ocurrido
antes de ese montaje, ''como quedó asentado en el acta notarial
levantada el pasado 20 de febrero".
Mientras, agregó que el trozo de estuco es reconstruido
y no tiene ''valor arqueológico", que el camino dañado es
de construcción contemporánea y no prehispánica, y
que la fractura de la escalinata del edificio 5 es ''natural", debida a
la filtración de agua.