La obra aborda el tema del amor entre almas femeninas

Perder el temor al deseo propio, propuesta central de Bellas atroces

PATRICIA PEÑALOZA ESPECIAL

Como filo de las actividades a propósito del Día internacional de la mujer, opción pertinente para el esparcimiento y la reflexión es la puesta en escena Bellas atroces, de Elena Guiochíns, la cual aborda el amor entre las almas femeninas como tema central, visión poco tomada en cuenta en estas celebraciones, y aún vedada por muchos sectores a pesar de su contundente presencia.

Restrenada recientemente, esta obra teatral, dirigida por Ana Francis Mor, superpone cuatro tiempos históricos distintos, así como cuatro esencias femeninas para, mediante laberintos escénicos y biombos que abren y cierran, desentrañar sobre el tinglado los sendos laberintos internos de cuatro mujeres, representadas como aquellas que se disfrazan para proteger su espíritu, o como aquellas que no temen a su esencia y a su amor. Al final triunfará la ruptura de "certezas" preconcebidas o impuestas, así como del dominio del temor al deseo propio, principal argumento de la obra: "No le tengo miedo a mi deseo", gritará orgullosa una de las personajes.

En este montaje, más discursivo que narrativo, María, Eva, Lilith y La invitada del clóset intercalan una anécdota central con segmentos escénicos acerca de sus pensamientos, sentimientos, seguridades e inseguridades. De igual modo, en dichos segmentos se halla introducida vasta información verbal sobre el tema del amor entre las mujeres.

Humor y vivacidad

Sobre una escenografía austera, las actrices Vanessa Ciangherotti, María Renée Prudencio, Cecilia Sotres y Marisa Rubio, plenas de humor y vivacidad, dan ánima tanto a una madre que ha decidido ser fiel a sí misma y sus sentimientos y ha optado por amar a otras mujeres, como a una joven que se siente insegura respecto de su preferencia de género.

En medio de una narración en la que, una vez asumidos sus papeles respectivos, cada una resuelve qué hacer con su deseo -porque como pondera su prologuista Rosamaría Roffiel, "el alma no tiene género y el amor tampoco, ya que el amor responde al amor y no al miedo"-, la autora en sus parlamentos propone romper con el estereotipo de la madre sumisa y con la idea preconcebida de que el amor entre mujeres se efectúa olvidando la condición femenina. De igual modo, demanda que a las lesbianas se les deje de negar su derecho a existir. Dirá también Roffiel: "Si como mujeres hemos tenido que caminar centurias para poder volar, como lesbianas hemos tenido que caminar milenios..."

Pieles desnudas, abrazos, besos furtivos, sí. Pero también corazones ardientes, sentimientos encontrados, exploración infinita.

Bellas atroces se presenta lunes y martes en el teatro Helénico (Revolución 1500, Guadalupe Inn), a las 20 horas. Boletos en taquilla, al 5662-2945 o en Ticket Master al 5325-9000.