''Debemos resolver los conflictos sin eliminar al que piensa diferente'', pide Marta Lamas
También en el Claustro, mujeres rechazan la guerra y el genocidio
No podemos aceptar ni una muerta más en Juárez, advierte la activista Consuelo Mejía
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Como en otras jornadas con motivo del Día Internacional de la Mujer, la que se organizó en el Claustro de Sor Juana también se convirtió en un llamado contra la guerra y la demanda de que se esclarezcan las al menos 300 muertes en Ciudad Juárez.
''Hay que insistir en la paz constructiva y en el pacifismo como técnica de mediación de conflictos. Los conflictos ahí están, pero tenemos que aprender a resolverlos de manera que no sea eliminando a la persona, matando a quien piensa diferente de nosotros'', pidió Marta Lamas, directora de la revista Debate Feminista, en la mesa redonda Mujer y pensamiento.
Lamas analizó la actualidad del pensamiento pacifista de Virginia Woolf, el cual plasmó en su obra, principalmente en Tres guineas; mientras Consuelo Mejía, de Católicas por el Derecho a Decidir, subrayó que la organización apela ''a todas las formas posibles para expresar nuestra indignación y nuestro coraje y para exigir justicia: no podemos aceptar una muerta más en Ciudad Juárez, así como tampoco podemos aceptar las amenazas de guerra".
Civilización y barbarie
En su ponencia, Marta Lamas destacó: ''al igual que lo hizo Virginia Woolf, creo que existe la necesidad de expresar nuestro desacuerdo político contra el gobierno. Ella lo hizo de muchas maneras: con burlas, con su pacifismo, pero también de formas más sutiles, como el rechazo a las celebraciones, su desprecio a las actitudes pomposas. En este ambiente de preguerra se necesitan establecer discusiones sobre la civilización y la barbarie".
Es necesario, agregó, revisar la obra de Woolf y lo que planteaba respecto de la guerra; su antibelicismo se concretó en su libro Tres guineas, que le valió el rechazo de la comunidad intelectual de la época.
En ese texto, señala Lamas, ''muestra que enfrentar un problema con otro mayor -la guerra- es una locura. Culpa a los hombres de la guerra y usa esa reflexión para mostrar otros aspectos de cómo los conflictos tratan a las mujeres. Es de una actualidad sorprendente, lo llamaba 'mi panfleto contra la guerra'".
Lamas, una de las fundadoras del movimiento feminista mexicano, recordó que Virginia Woolf definía la guerra como "el juego de una bola de hombres totalmente desquiciados, cuya megalomanía provoca sufrimiento, dolor y muerte''.
En entrevista, Lamas destacó: "El papel de la mujer, del hombre y del ciudadano, de las personas, así tengan el cuerpo de hombre o de mujer, es hacer una reflexión crítica de qué significa la guerra y adónde nos lleva. Hay que estar muy pendientes de las actitudes del gobierno mexicano. México a lo mejor no vivió de lleno el horror de las guerras mundiales, como lo vivieron otros países, así como tampoco otras guerras que ha habido, como la del golfo Pérsico y demás. Parecería que las guerras ocurren allá, lejos, no nos van a afectar. Creo que hay que participar, pensar, denunciar, juntarse, hablar de esto y movilizarse. La única manera en la que entienden los gobiernos es con las movilizaciones ciudadanas, no entienden razones, alegatos ilustrados, como los de Virginia Woolf".
Según Consuelo Mejía, las mujeres han ganado legitimidad, espacios y sobre todo derechos:
"A pesar de hechos tan trágicos como el de las muertas de Juárez, hoy podemos decir que las condiciones han cambiado sustancialmente; podemos decir que cada vez más mujeres hacemos uso de nuestra libertad de consciencia, y somos por ello conscientes de nuestros derechos y capacidad para defenderlos.''
En Mujer y pensamiento participaron también la escritora Sandra Lorenzano, como moderadora, y Sara Poot, quien hizo un análisis de "las mujeres que matan" en textos latinoamericanos.
Por la tarde se efectuó otra mesa redonda Mujer y Universidad, en la que participaron alumnas y profesoras de la Universidad del Claustro de Sor Juana, que tiene una matrícula de mil 100 estudiantes, de los cuales 700 son mujeres.
En otra más, titulada Mujer y arte, representantes de distintas disciplinas analizaron lo que significa la participación de la mujer en la música, el cine, la literatura y la poesía, y cómo se han abierto espacios en ramas que estaban destinadas sólo para los hombres, como es el caso de la cinematografía.
En esta última participaron la chelista Ximena Giménez Cacho, la fotógrafa Paulina Lavista, la escritora Margarita Peña, la cineasta Busi Cortés, las poetas Marianne Toussaint y Myriam Moscona, la artista plástica Carla Rippey y la escritora Teresa Priego.