Sigue la espiral deflacionaria; imposibles, medidas para mejorar precio de acciones
El Nikkei cae a mínimos en 20 años
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Tokio, 9 de marzo. La economía japonesa, que fuera la segunda a escala mundial, enfrenta una creciente alarma: el índice Nikkei de la bolsa de valores se encuentra en caída continua -el viernes retrocedió 2.69 por ciento a su menor nivel en 20 años-, persiste la espiral deflacionaria, las tasas de interés prácticamente se encuentran en cero y los bancos tienen múltiples préstamos incobrables.
El ministro de Economía y Servicios Financieros, Heizo Takenaka, reiteró este domingo sus llamados a un mayor alivio monetario, alegando que confía en sugerencias de que el Banco de Japón debe comprar acciones o bienes raíces para incrementar el flujo de efectivo.
El secretario general del Partido Demócrata Liberal, Taku Yamasaki, exhortó al gobernador designado del Banco Central, Toshiko Fukui, a declarar cuándo intenta poner fin a la espiral deflacionaria de Japón una vez que asuma el cargo el 20 de marzo.
Los comentarios reflejan la desesperación de los estrategas políticos, con Takenaka, el principal regulador bancario, que está bajo presiones también de poner en orden el abatido sector financiero, y Yamasaki ocupado en rebatir los llamados por otro paquete de gastos del gobierno.
El Nikkei es un barómetro clave de la salud de la nación y desde cualquier ángulo que se mire el índice luce enfermo. El indicador ha perdido más de un cuarto de su valor desde el principio del año fiscal y casi cuatro quintas partes de los máximos alcanzados en 1989, cuando se aproximó a 40 mil puntos.
Con sólo tres semanas para el cierre de los libros, el 31 de marzo, de la mayoría de las compañías japonesas, la caída de precios de las acciones tiene lugar en un momento particularmente doloroso para los bancos, el probable epicentro de una crisis, porque agotará su capital.
Sin embargo, al preguntarle si tenía algunas ideas para impulsar los precios de las acciones con vistas al 31 de marzo, Takenaka dijo que todos los pasos directamente encaminados para elevar los precios de las acciones serían descabellados.
''Básicamente, los remedios para los precios de las acciones, medidas para impulsar los precios, son simplemente imposibles. Por supuesto, hay varias distorsiones en el mercado bursátil de Japón y las corregiremos'', explicó el ministro en un programa de televisión.