Debido a la violencia, unos 300 indígenas
perredistas se refugiaron en Nachig
Rompen priístas de Zinacantán pacto de
no agresión: quemaron un camión
El alcalde también se desplazó con todo
y despacho; dice que lo amenazaron de muerte
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 8 de marzo. Más
de 300 indígenas perredistas de la comunidad Patosil, municipio
de Zinacantán, se desplazaron al poblado Nachig por temor a ser
agredidos por militantes priístas, a quienes acusaron de no respetar
el pacto de respeto mutuo y no agresión que ambos grupos firmaron
el jueves pasado.
También el alcalde Domingo de la Cruz Pérez
trasladó su despacho a Nachig, principal bastión del Partido
de la Revolución Democrática en Zinacantán, donde
permaneció todo el año pasado debido al conflicto con tres
regidores plurinominales priístas que dio lugar a un enfrentamiento
ocurrido el miércoles anterior. En la cabecera municipal la alcaldía
ha permanecido cerrada desde ese día y, al igual que en Patosil,
la zona urbana está semidesierta.
Debido
al conflicto en Zinacantán, el obispo de San Cristóbal, Felipe
Arizmendi Esquivel, exhortó a los dirigentes de grupos y partidos
políticos a que "se abstengan de incitar a la violencia" y a "desechar
la tentación de hacerse justicia por propia mano".
En un comunicado, el prelado lamentó: "No pasa
semana sin que aparezcan hechos sangrientos, de menor o mayor magnitud.
Y esto entre hermanos campesinos, entre indígenas, entre pobres,
entre creyentes. ¿A qué se debe? ¿Es que la evangelización
no ha calado hondo?, ¿de todo tiene culpa el gobierno?, ¿no
se repite la escena de Caín contra su propio hermano Abel?"
Arizmendi Esquivel afirmó que los dirigentes tienen
derecho de exigir lo que en justicia les corresponde, pero "nunca con la
violencia, pues exponen a sus seguidores a consecuencias imprevisibles,
de las que ellos son responsables".
Mientras, en Nachig, el alcalde perredista De la Cruz
Pérez sostuvo que no solicitará licencia al cargo, que desempeña
desde el primero de enero de 2002, como lo exigen sus opositores. "La gente
priísta dice que quiere mi renuncia, pero por el momento no voy
a renunciar, en todo caso tengo que consultar con la gente que me eligió",
señaló.
Según el edil, al momento hay riesgo de nuevos
enfrentamientos, "porque los priístas no han respetado el pacto
de no agresión", que las partes en conflicto firmaron el jueves
pasado en esta ciudad.
El agente municipal de Patosil, Andrés de la Cruz
Pérez, informó a su vez que, en total, 320 tzotziles perredistas
de ese paraje se encuentran en calidad de desplazados en Nachig, pues temen
ser agredidos, luego que la noche del jueves presuntos militantes del PRI
quemaron un camión propiedad de Juan Hernández Pérez.
"Las mujeres, los niños, los ancianos, todos dormimos esa noche
en el monte", agregó Andrés, quien comentó que los
desplazados no pudieron sacar sus pertenencias, además de que dejaron
abandonados a sus animales y parcelas.
Por su parte, la indígena Rosa Díaz Hernández
dijo que salió junto con sus vecinos luego de ver que los priístas
quemaron un camión. "Teníamos miedo de que después
fueran por nosotros, porque oímos gritos de los priístas,
que decían que si no salíamos íbamos a morir". Consideró
que actualmente "no hay condiciones para que regresemos a nuestras casas",
y pidió al gobierno estatal que los apoye con alimentos y cobijas,
pues "la comida que nos trajo la Secretaría de Pueblos Indios apenas
alcanzó para un tiempo".
El presidente municipal comentó que las autoridades
judiciales "deben fincar responsabilidades" en cuanto a los hechos violentos
del miércoles, y que él, así como los demás
miembros del cabildo, están "en la mejor disposición de colaborar
para que la Procuraduría de Justicia del estado haga sus investigaciones".
Asimismo, pidió que se investigue a los priístas, pues en
ocasiones anteriores "han cometido muchas agresiones en contra nuestra",
como en marzo del año pasado, cuando su domicilio fue parcialmente
quemado.
Adelantó que no despachará en la alcaldía
hasta que la situación "esté completamente tranquila". Aseguró
que los priístas lo amenazaron de muerte y de secuestro.
SE MOVILIZAN FAMILIAS EN ZINACANTAN
Más de 300 tzotziles simpatizantes del PRD abandonaron el poblado chiapaneco Patosil, en Zinacantán, y se trasladaron a Nachig por temor a una venganza de indígenas priístas FOTO VICTOR CAMACHO