Antonio Gershenson
Criterios para seleccionar candidatos
Se acerca el momento de la selección definitiva de candidatos a diputados para las elecciones de julio. Para la izquierda, se trata de algo muy importante, que puede contar mucho en sus perspectivas como alternativa ante la ciudadanía. A pesar de los problemas que para muchos representa el PRI, con todo un historial difícil de ocultar o de borrar y con residuos de una estructura corporativa poco atractiva para buena parte de la población, y el PAN que, habiendo ganado la elección presidencial, no ha resuelto los problemas y en cambio sí genera otros, en muchos lugares del país es grande el número de ciudadanos para los cuales la disyuntiva electoral se presenta entre estos dos partidos.
Hace cuatro semanas, en este mismo espacio, nos referíamos a la necesidad de que las candidaturas de la izquierda, y en especial del PRD, como la principal fuerza de la misma, no fueran definidas mediante una especie de mecanismo ciego que seleccionara individuos pero que no se propusiera, expresamente, la integración de un equipo parlamentario. La falta de diputados apropiados para abordar e impulsar los asuntos más importantes permitió en la Legislatura que ahora termina no sólo errores, sino que legisladores del PRI ocuparan un primer plano en la oposición y, en su caso, en la presentación de alternativas, frente a proyectos oficiales muy discutibles. Esto a pesar de que, por ejemplo, el PRI había votado en favor de subir el IVA de 10 a 15 por ciento (en el caso del rechazo al IVA para medicinas, alimentos no procesados, etcétera), y también en favor de la iniciativa Zedillo-Téllez, en el caso de la reforma eléctrica. El PRD sí se había opuesto a ambas medidas, y no por ello sus legisladores ocuparon un primer plano. Se planteaba en ese artículo la conveniencia de aprovechar que se iban a definir candidaturas de manera conjunta, para buscar la formación de un equipo que, entre otros criterios, cumpliera con el de una adecuada cobertura de los principales problemas que es previsible que se van a presentar. Ahora podemos agregar el caso de la regulación de los medios de difusión, tema en el cual ha estado en primer plano el senador Corral, del PAN, sin que haya en la izquierda legislativa alguien al que se le dé una atención similar en los propios medios.
Y hay algo más. Para que el equipo funcione como tal debe estar en posibilidades y en disposición de discutir, comunicarse, argumentar, en el sentido de elaborar una plataforma común, defendida por todos, que abarque los principales problemas y que configure, por ejemplo, los principales rasgos de una política económica alternativa y congruente. Por ejemplo, la necesaria reforma fiscal de Pemex no se puede desligar de una reforma fiscal general, en un programa de este tipo.
De hecho, en estas cuatro semanas hubo indicios, publicados en estas mismas páginas, de que por lo menos algo se ha avanzado en esa dirección. Por ejemplo, se ha informado sobre pláticas con especialistas de izquierda, pero no del PRD, en torno de esto. Creo que, además de reafirmar la necesidad de este equipo legislativo como tal, cabe mencionar algunos de los temas que no pueden quedar fuera de esta plataforma, y de la consiguiente agenda legislativa.
Energía. Hay varios temas previsibles de la agenda legislativa en esta materia. En la cuestión del petróleo están los contratos de servicios múltiples, prohibidos por el artículo 27 constitucional en su párrafo sexto. Está, también, la reforma fiscal, que deberá limitar el despojo fiscal sistemático que hemos vivido. En materia de electricidad está lo que se ha llamado reforma eléctrica. No se trata sólo de seguir rechazando propuestas del Ejecutivo mientras se afecta cotidianamente a la industria pública, sino de construir una legislación alternativa, de introducir las reformas que permitan el desarrollo de estas industrias.
Reforma fiscal. Es importante desarrollar planteamientos que permitan un avance en la solución de los problemas, y no esperar a que llegue la propuesta anual del Ejecutivo para ver si se acepta o no. Se debe definir con precisión el uso de los ingresos excedentes procedentes del petróleo exportado, y no dejarlo al uso discrecional de la Secretaría de Hacienda.
Política presupuestal. Las prioridades deben ser analizadas desde antes de la propuesta anual del gobierno federal, para reflejarlas en el nuevo presupuesto y en su decreto aprobatorio. Se deben limitar las facultades, ahora casi omnímodas, de la Secretaría de Hacienda, que tal como están pueden anular todo lo que se haya acordado en la Cámara de Diputados, con una gran tijera.
Política laboral y social. Está la cuestión de la nueva Ley Federal del Trabajo que impulsa el gobierno federal; se debe llegar a una verdadera solución a los principales problemas laborales y sociales, aportando una legislación alternativa.
Política indígena. La necesaria reforma a la legislación indígena debe restablecer los derechos de las comunidades como tales; pero también debe abrir caminos para que éstas salgan de la miseria.
Estos son algunos casos que considero importantes, además de la política hacia los medios de difusión y su reglamentación. Es claro que para abordarlos apropiadamente se debe seleccionar a un equipo como tal, y no simplemente a una suma de personas que resulten de tal o cual proceso de selección individual