El chiapaneco presentó el pasado jueves
su disco Como la hierba
La poesía es el aparato respiratorio de la imaginación:
Juan Bañuelos
Llamó a convertir el acto en un canto por la
vida y la paz en el planeta
ARTURO CRUZ BARCENAS
La poesía es un diálogo, más que
un monólogo, expresó el poeta chiapaneco Juan Bañuelos
durante la presentación de su disco compacto Como la hierba,
segundo de la colección La palabra, de Ediciones Pentagrama -el
primero fue el dedicado al verbo de Juan Gelman-, el pasado jueves, en
el Museo de la Ciudad de México, donde leyó algunas de sus
creaciones, que se suman a una poderosa obra que se remonta a los años
60 del siglo pasado y, sobre todo, al movimiento estudiantil de 1968, cuando
sus poemas fueron adoptados por los jóvenes como parte de sus consignas
y escritos en los muros.
Para Bañuelos hay gente que entiende y gusta más
de los poemas cuando los escucha que cuando los lee. "Por eso son importantes
las obras grabadas, como la que ahora presentamos; ya tengo uno en la serie
Voz viva de México, de la UNAM", precisó Bañuelos,
mientras firmaba autógrafos y recibía regalos de gente que
acudió a oírlo, para sentir su voz, que no es indiferente
a los tiempos que le ha tocado vivir.
Para decir las cosas hay que pensar en cómo decirlas.
Tal es el oficio de Bañuelos, quien en medio de la presentación
dijo: "Permítanme romper un poco la solemnidad, porque todos tenemos
una preocupación desde hace varios días. Quiero que la presentación
de este disco se convierta en un canto por la vida y por la paz en nuestro
planeta. Ya bastante hemos tenido con una guerra no resuelta, en Chiapas.
Hoy mismo salen noticias de muertos y heridos, de vehículos incendiados,
disputas por el poder, pero también la transfiguración de
la falta de cumplimiento de los acuerdos de San Andrés del actual
gobierno federal.
"También,
la guerra de baja intensidad contra las comunidades indígenas de
mi tierra. Por eso, ahora me desviaré un poquito de lo que es la
mera presentación del disco. Que no sólo se diga lo que estamos
viviendo a nivel planetario. ¡No a la falta de cordura y legalidad
del señor Bush! Muy grave para el género humano, que no acepta
el suicidio ni la destrucción. Al señor Fox le pedimos: ¡obedezca
el mandato de los ciudadanos mexicanos! No haga caso a los empresarios,
los cuales no tienen nacionalidad. ¡Más respeto por nuestra
nacionalidad, que es la primera exigencia ética de los indígenas
de mi tierra!
"Sí, en esta serie de guerritas y anuncios de una
guerra nuclear, a los soldados fuera de Chiapas. Sí al desarme de
los Estados Unidos. Pedimos que el embajador de Estados Unidos en México
sea declarado persona non grata, por haber amenazado al gobierno
de México"...
Un aplauso prolongado, emotivo, con algunas personas de
pie, interrumpió las palabras del poeta, quien a través de
sus lentes observaba agradecido. Una ligera inclinación como respuesta
del autor de A paso de hierba, Espejo humeante y El traje que
vestí mañana, entre tantos otros. Y prosiguió
el acto para el que los privilegiados se habían dado cita. "Cuando
mueren los ríos, las piedras lloran...", es la palabra directa,
llena de naturaleza, de madera, como la del instrumento que tanto gusta
a Bañuelos: la marimba.
Leía un poema luego de que la Marimba Alma de Chiapas,
de Juan Palacios, interpretara una pieza de oro, como Tortuga del arenal,
Sandunga, Blancas mariposas, Las chiapanecas y El rascapetate.
"Voz de la montaña, voz de la laguna, voz de la conciencia", intercalaba,
en un delicioso recital de música y más música, de
madera y pentagrama.
Participaron en la presentación del disco Como
la hierba los poetas Gaspar Aguilera, Raúl Bañuelos y
Eduardo Langagne, quienes resaltaron la calidad artística y humana
de Bañuelos. El disco reúne 70 minutos de poemas estremecedores,
como Enero era la hierba, Donde sólo se habla de amor, Brazo
de mar, Fondo de agua, Perversidad de la separación, y otros
de factura madura, de muchos años de observar la realidad, las esquinas
y los intersticios.
Dice Bañuelos: "En lo personal, siento que apenas
he nacido. Como poeta he crecido como hierba, una hierba que no tiene nombre.
¿Por qué la hierba? Porque es lo que vi desde niño:
cómo crecía espontáneamente en todos lados, en el
patio de mi casa, en los cerros, en las calles..."
Gaspar Aguilera expresó: "La poesía de Juan
es radical, sin concesiones y describe desde el fondo del hombre lo verdaderamente
humano". El propio Bañuelos: "... la poesía está en
el hombre. Es una necesidad de nuestra condición humana, una forma
de pensar imágenes. La poesía es el aparato respiratorio
de la imaginación... La experiencia de los últimos años,
sobre todo de mi residencia entre los indios de Chiapas, me ha dado una
certidumbre sobre la poesía: es un abismo".