Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 7 de marzo de 2003
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Espectáculos

RUTA SONORA

Patricia Peñaloza

Molotov, Cerati final, Tecnogeist

Molotov


DISCO RARO EL Dance and dense denso, tercer ejemplar de los chilangos majaderos de Molotov, a quienes es difícil negarles su desempeño en escena (ofrecen buen sonido y entretienen de verdad al espectador), tal como lo demostraron la semana pasada en el Salón 21. También es difícil negarles creatividad para la leperada, la cabuleada que a las rucas asusta, o la crítica social. Pero el disco suena disparejo. Aunque es notable la producción, cortesía de Gustavo Santaolalla, y varias letras llevan atinada crítica, escrita con la suficiente gracia para que un adolescente se acerque ligeramente a una realidad a la vista de todos, no hay en ellos evolución como compositores. Aunque dejaron atrás el rap-core para pasar a una línea más rocanrolera, se repiten mucho. Además, quisieron subir al carrito de lo "neo-róquer", mas sin la calidad que tal reivindicación merece. Haber emitido un disco tan redondo como ƑDónde jugarán las niñas? (del segundo mejor ni hablar), les representa un reto difícil de igualar en cuanto a frescura. Ahora hasta llegan a sonar a su propia caricatura. Así, mientras el mood y la letra de Hit me (Gime the power II) son muy aceptables, así como Frijolero, rola rapper/ranchera antiyanqui (quizá la mejor del disco), otros tracks desmerecen respecto de sus capacidades. Nostradamus mucho tiene buena letra; crítica contra la burocracia pero de música horrenda. En cuanto a las rolas de desmadre, están divertidas: Changüich a la chichona (rapeo irónico que suena a Caló y MC Hammer), Noko, Here we kum, y sobre todo E. Charles White. Pero hay cosas gachas y torpes, como Queremos pastel o la que da título al disco. Mientras el bataco Randy Ebright ha mejorado su fraseo y emisión vocal, parece que Micky Huidobro nunca será cuadrado ni musical. Tito Fuentes afina bien, pero está correcto a secas. El buen Ayala le tupe al bajo adecuadamente... En total, la expectativa era mayor a lo grabado. Mas como ellos dicen en una canción: "vender miles de albumz a los fresas, we just wanna": sin duda lo lograrán. El disco es tan elemental, que venderá un chingo.

Cerati


NADA MEJOR QUE una bola de villamelones para sabotear un concierto interpretado por impecables músicos, creativa escenografía, y con el único defecto técnico de ciertos agudos de pronto ensordecedores. Y es que la mayoría de los asistentes al debut de la gira de Cerati en el Auditorio Nacional no parecían saber a quién habían ido a ver. Por un lado, el argentino ofreció 80 por ciento de temas del nuevo disco; por el otro, miles de quedados en el pasado parecían no haber oído el álbum, no reconocían los temas, no se movían ni cantaban, quizá esperando a que el guitarrista y cantante emitiera alguna rola de Soda Stereo. Pero se sabe que Cerati, desde que caducó dicho trío, se ha esmerado en trazar una gruesa línea entre su trabajo con aquél y su trabajo solista. Así, el señor vanguardia electroacústica tocó las canciones que se le hincharon las pelotas, sin ser complaciente con lo fácil. Pero el precio fue alto: la gente no desbordó energía, no hubo clímax. Cada quien, músico y público, por su lado. Y es que mucha de la gente que añora a Soda Stereo ya no oye música actual, y parecía sacada de onda con los ritmos contemporáneos de Cerati. Y pensar que se trató de un gran repertorio para fans, con rolas de su solista disco Amor amarillo (1993), sólo dos del Bocanada (1999), Colores santos del disco del mismo nombre, y quizá lo mejor: los legendarios temas Danza rota, El rito y Sobredosis de TV, en versión electro-retro-ochentero-actualizado. Mas los nostálgicos tampoco entendieron. Y aunque el concierto no fue mejor que la cuasi-insuperable gira Bocanada, fue decepcionante ver que la concurrencia no sabe ya escuchar al músico, y sólo anhela escuchar un "jugo de hits". Si usted es seguidor de hueso colorado, puede verlo de nuevo en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, en Querétaro, el próximo 13 de marzo.

Antibélico Tecnogeist


A COMER BIEN, porque se acerca una de las fiestas urbanas más esperadas: necesitarán mucha energía para bailar sin parar. Se trata del Tecnogeist 2003, Love Parade incluido, que para esta emisión, del 11 al 29 de marzo, tendrá diyéis, músicos y demás farándula del electrónico mundial, de primera línea. Talleres, conferencias, bailongos. Todo alrededor de la cultura electrónica, esta vez con marcado tono antibélico. Luego del triunfo de la población danzarina sobre la cerrazón de las autoridades locales del año pasado, este año no habrá problemas. Nomás una probadita del elenco. De orden internacional: Timo Maas, Marc Almond (ex Soft Cell), Barry 7 (de Add N to X), DJ Motte, Takkyu Ishino, Beroshima, Bill Nelson, Harold Budd, Dandy Jack, Bellanova. De México, agrupaciones y diyéis como: Kinky, Martín Parra, Nortec, Noiselab, Ruisort, Parador Análogo, Dub Corp, entre muchos otros. Detalles en www.tecnogeist.com.

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