La explicación de Doring
La ausencia de los diputados perredistas en la mesa de discusiones del paquete económico y la falta de información oportuna de las autoridades de Finanzas del gobierno de la ciudad llevó a que los legisladores locales de PRI y PAN hicieran estimaciones de recaudación por mil 277 millones de pesos durante 2003, lo que obligó al Ejecutivo local a eliminar de la Ley de Ingresos dicha cantidad, asignada fundamentalmente a las 16 delegaciones políticas.
De acuerdo con la explicación del secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Asamblea Legislativa, Federico Doring, el GDF estimó en la iniciativa de Ley de Ingresos de 2002 que recaudaría 30 mil 693.8 millones de pesos, pero desde principios de ese año la previsión era de 34 mil 45.5 millones, aunque sólo llegó a 31 mil 354.5 millones. La cuestión es que con datos del gobierno los legisladores hicieron una corrida financiera y vieron que era factible recaudar 660 millones de pesos más.
A esa cantidad los diputados de PRI y PAN sumaron el remanente de 619.3 millones de pesos que el gobierno local tuvo en 2002, pero como no se habían contabilizado años anteriores en la Ley de Ingresos, ahora sí se etiquetaron.
Doring Casar precisó que los mil 277 millones de pesos que fueron incluidos en el paquete económico bajo el concepto "acciones de ampliación de la base de contribuyentes y de fiscalización" se obtuvieron al sumar el remanente y lo que se recaudaría. Luego el GDF alegó que estaban ya considerdos en otro rubro de su iniciativa de Ley de Ingresos; sin embargo, nunca precisó ni presentó la información para tener esa certeza.
Los mil 277 millones que los diputados de PRI y PAN incluyeron en la Ley de Ingresos fueron presupuestados luego como gasto para las delegaciones, principalmente para las gobernadas por panistas, que recibieron aumentos superiores a 10 por ciento, y de un solo dígito para las de administraciones perredistas. Sólo que esos recursos, aún no captados, son los que eliminó el Ejecutivo local.
Ante esa situación, el panista manifestó su inconformidad y cuestionó no sólo a los diputados de su partido, sino a los de las otras fracciones, e incluso de la Cámara de Senadores, quienes prácticamente han permanecido pasivos ante esa decisión asumida por el mandatario local. RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO