Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 7 de marzo de 2003
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Mundo

VIENTOS DE GUERRA

Washington derramó dinero para dividir a sunnitas y chiítas, y no lo logró, acusa

Los musulmanes van a enfrentar a EU y no desertarán, asegura el ulema Ali al Jubari

"Complot sionista", el verdadero motivo de la agresión que se prepara contra Irak, afirma

BLANCHE PETRICH ENVIADA

Bagdad, 6 de marzo. El ulema Ali al Jubari, jerarca de los musulmanes sunnitas y chiítas de Bagdad, pronunció el viernes anterior -día santo en el Corán- una prédica que fue interpretada en algunos medios como un llamado a la "guerra islámica", sobre todo porque durante esta oración transmitida en cadena nacional por la televisión, levantó un sable para acentuar el sentido de sus palabras frente a cientos de fieles postrados, algo inaudito en las prácticas religiosas de esta fe.

En entrevista, el jerarca explica a La Jornada: "Significa que ofrecemos paz a quienes ofertan paz. Pero ningún pueblo puede vivir en paz si tiene miedo al ladrón, al asesino, al criminal. Los musulmanes blandimos hoy el sable, pero no contra el hermano sino contra quien amenaza. Es una posición política e ideológica que nace de la palabra del Corán y del profeta. No llamamos a la guerra contra ningún pueblo, sino contra el hereje, contra quien irrespete la ley de Dios".

-ƑQué sanción merece ese hereje?

-Desde el punto de vista de la fe, merece la sharia, la liquidación. Eso existe en todas las religiones del mundo. Quien traicione su fe debe morir. Hay libertad de elegir su religión, si se es religioso o no, pero no hay li-bertad para traicionar a la nación. El cristianismo la practicó hasta el siglo XVI con la Inquisición, que juzgaba y mataba a los herejes. Nosotros no estamos predicando la muerte, pero si un hereje es declarado como tal según el Corán, su destino está escrito.

-Este mensaje es interpretado y temido como un llamado a los musulmanes a contratacar a Estados Unidos. Está muy vivo el temor al terrorismo...

El jeque sube el tono al responder: "Si los musulmanes contratacan a quienes los atacan, agreden, traen sus armas a través de los océanos para asaltar sus casas, Ƒquién es el terrorista? ƑEl invasor o el que defiende su tierra, sus niños, su religión, su historia? ƑQué guerra es ésta que califica de terrorista a quien se defiende, aunque sea con piedras, y trata como héroes a los sionistas que matan a los niños en sus sueños y destruyen sus casas con bulldozers? ƑPor qué se insiste en etiquetarnos como terroristas?"

-El papa Juan Pablo II planteó recientemente que un ataque de Estados Unidos a Irak entraña el peligro de una guerra entre cristianos y musulmanes...

-Es un debate falso. En esta hora tan crítica no habrá un musulmán que abandone su religión. Por el contrario, su fe será su fuerza. El musulmán asume su fe con todas sus consecuencias. Hay un solo Dios verdadero y al musulmán le ha sido dado el privilegio de poder sentir el milagro con sus dedos.

La hora del último rezo

En lugar de repasar las cuentas de un rosario entre sus manos, Al Jubari da vueltas interminables a las llaves de su coche. Algo le incomoda. Es la hora. De pronto se disculpa. Debe hacer su oración y la fe, dice, no admite demoras. La entrevista se desarrolla en el lobby de un modesto hotel. El dueño acoge al religioso en el interior de su oficina. Ahí extienden los tapetes que siempre mantienen en una esquina, se descalzan y cumplen con la quinta y última oración del día. Después prosigue la entrevista.

"Los que alzamos la espada -continúa- creemos en el equilibrio del universo. Los musulmanes somos gente de mente abierta, de criterio amplio, sólo tenemos una palabra y no sabemos comportarnos en forma ambigua. No traicionamos, nos cuesta trabajo odiar. Pero no se confunda nuestro amor a la paz con miedo o debilidad, porque vamos a defendernos".

-ƑCómo entra la fe del Islam en los planes de resistencia del país?

-Si hay alguna oportunidad de diálogo, de compromiso y respeto mutuo, debemos se-guir ese camino por mandato de nuestro profeta. Si Estados Unidos fuera sincero, si tuviera voluntad de diálogo y entendimiento para resolver nuestros problemas, no ten- dríamos necesidad de resistir.

"Pero no nos han dado esa opción. No podemos ser cobardes, no vamos a desertar. Al defender nuestra fe entendemos que estamos defendiendo a toda la humanidad de un plan satánico y de los males de la guerra."

A los católicos mexicanos, el ulema iraquí envía unas palabras: "Tenemos gran respeto por la fe católica. Les deseamos que Dios los ilumine para que tengan un criterio justo, para que puedan tener independencia a la hora de enfrentar la fabricación de mentiras del sionismo. Nosotros pensamos que Estados Unidos está al servicio del sionismo, que la verdadera razón de la guerra contra Irak es un complot sionista. Pero sabemos que el gobierno de Estados Unidos no representa a su pueblo ni al mundo cristiano".

"Pongan mucha atención a esta crisis -continúa, refiriéndose a los católicos- y aprendan a leer las señales escritas en el cielo sin espejuelos de colores, porque esta guerra les concierne a todos."

Del análisis político, el religioso pasa a la metáfora. Cuenta la fábula del león y los tres toros. El león quiere comerse a los toros pero sabe que unidos no podrá atacarlos. Entonces convence al primer toro de que conspire con él para beneficiarse de su poderío. El primer toro traiciona a sus congéneres y cae uno de su especie. Al poco tiempo la historia se repite y cae el otro. Con el tiempo vuelve el apetito del león y se propone atacar a su antiguo aliado. El último toro mira a su alrededor y entiende que está solo. Sin resistir se entrega a su enemigo, pero antes le dice: "No es hoy cuando me matas; yo estoy muerto desde el día en que traicioné a mi hermano".

Y resume su mensaje para los mexicanos: "Aunque no lo parezca así, esta situación les concierne a ustedes. Analicen bien lo que hay en el fondo del plan del sionismo y el imperialismo. Esto es serio".

Al Jubari es una autoridad entre los imanes y jeques islámicos de Irak, sunnitas y chiítas por igual. Es una eminencia en teología y un jerarca cercano al Ministerio de Religiones del gobierno, una instancia que da el visto bueno a la elección de imanes y jeques en el sistema de la Iglesia musulmana en este país.

Aunque pertenece a la rama sunnita, ma-yoritaria en el centro del país y más ortodoxa que la chiíta, prevaleciente en el sur y mayoritaria a escala no sólo nacional sino en general, este jeque, por su jerarquía, representa a las dos ramas de todo el país.

Hace dos semanas, los proyectos de financiar la creación de una oposición interna al régimen de Saddam Hussein sufrieron un revés con la adhesión de las mezquitas chiítas del sur, que se pronunciaron por cerrar filas en contra de la invasión estadunidense.

Al Jubari expresa aprecio por ese gesto: "Agentes de Estados Unidos gastaron mu-cho dinero para dividir a sunnitas y chiítas, pero no lo lograron. Todos creemos en un solo Dios y en las mismas sagradas escrituras del profeta".

Admite que en los años recientes hubo diferencias entre estas dos ramas del Islam, pero insiste en que no son profundas, "aunque en occidente intenten magnificarlas". Dice que quienes reniegan de su país no son verdaderos chiítas, y que algunos, en Israel y Estados Unidos, ruegan y pagan por dividirlos. "Pero entre nosotros hay fraternidad, nos amamos y estamos unidos para llamar a la defensa de Irak en estos momentos".

Las diferencias de estas dos ramas datan de los primeros años del islamismo, durante el sexto siglo de nuestra era. Pero a diferencia de los cismas en el cristianismo, las dos co-rrientes permanecieron en la misma fe.

Los seguidores del Islam, dice el ulema, son un pueblo amante de la paz. "Es la regla básica de nuestra relación humana. Está en las escrituras. Nuestro saludo, salam aleikhum, significa la paz es contigo. Paz en esta vida y en el paraíso. Está en el Corán. Las guerras no tienen cabida en el paraíso, sólo existen en la vida terrenal, temporal. En esta hora crítica es interés del pueblo musulmán la defensa de nuestra vida, nuestra libertad y de nuestra nación, Irak".

Estos preceptos y valores son la esencia de la civilización, no las máquinas, los edificios, los aviones, la tecnología, y dice: "Los musulmanes aspiramos a tener una vida armónica, sin opresión y sin control ideológico y político. El profeta Mahoma dijo que cualquiera que oprima a otros actúa como si oprimiera al mismo profeta. Y eso constituye una transgresión de la regla del Corán. La existencia de derechos y deberes en las so-ciedades está en las escrituras".

Afirma por último que en Irak hay plena libertad de religión y "todos los credos conviven armónicamente", y concluye citando nuevamente los preceptos del profeta: "Si surge algún conflicto entre hermanos, entre naciones y tu enemigo te tiende la mano, siempre debes aceptarla. Si tu opositor expresa deseo de reconciliación, no debes titubear, aunque no estés seguro de sus intenciones. Debes tener fe en Dios y ponerte en sus manos. Pero si tu enemigo no opta por la paz, debes combatirlo sin vacilar".

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