Desabasto, dependencia y discriminación,
riesgos de la privatización: experto inglés
Aspiran 7 compañías a dominar el mercado
mundial de la electricidad
Con la mira puesta en América, extenderán
sus operaciones a gas natural y agua potable
DAVID ZUÑIGA
Así como las siete hermanas dominaron en
su momento el mercado petrolero mundial, hoy día existen en Europa
siete hermanos que podrían apoderarse del mercado global
de electricidad y extender sus operaciones al gas natural y el agua potable,
señala un estudio de Steve Thomas, investigador de la Universidad
de Greenwich, Inglaterra, y uno de los principales críticos de la
privatización del sector eléctrico en ese país.
Las
siete hermanas es el título de un libro escrito por Anthony
Sampson en 1975, el cual hace referencia a las siete grandes petroleras
de entonces: Exxon, Shell, British Petroleum (BP), Gulf, Texaco, Mobil
y Chevron. Luego de una serie de fusiones y adquisiciones sólo quedaron
cuatro de las siete: Chevron compró Gulf en 1984; Exxon y Mobil
se fusionaron en 1998 para formar la compañía petrolera más
grande del mundo, seguida por Shell. Entre 1998 y 2000 BP se apoderó
de Amoco, Arco y Burmah-Castrol para crear un grupo que ocupa el tercer
lugar mundial, y Chevron y Texaco se unieron en 2001 para formar la cuarta
compañía mundial.
A diferencia de las siete hermanas petroleras,
los siete hermanos del sector eléctrico se concentran en
la Europa continental. El primer lugar lo ocupa la estatal Electricité
de France, que ha hecho importantes adquisiciones en el Reino Unido, Alemania,
Italia, Suecia e incluso fuera de Europa, especialmente en Brasil.
El segundo lugar corresponde a las alemanas RWE y EON
y el tercero a la empresa estatal sueca Vattenfall, la más grande
de la región nórdica. Luego aparece Endesa, la compañía
estatal española ahora privatizada, que se perfila como un fuerte
postor para comprar empresas en el sur de Europa.
Los otros contendientes son ENEL, de Italia; Tractebel,
que alguna vez fue belga y ahora forma parte del grupo francés Suez;
Fortum, de Finlandia, ahora fusionada con la petrolera estatal Neste; Statgraft,
de Noruega; Iberdrola, de España; EDP, de Portugal, y la austríaca
Verbund.
Las siete principales compañías eléctricas
están en vías de dominar el mercado de Europa occidental,
pero tienen la mira puesta en el continente americano y Europa del Este.
Sin embargo, con el tiempo sólo podrían quedar tres grandes
compañías, de continuar los procesos de fusiones y adquisiciones.
De acuerdo con el investigador, no existen pruebas de
que el modelo de libre mercado en el sector eléctrico realmente
genere una competencia que obligue a los participantes a ser más
competitivos. De hecho, en Europa no se observa una competencia real, sino
a un grupo de monopolios verticalmente integrados que crean la ''ilusión''
de un mercado competido.
Otros riesgos que el catedrático ve en la privatización
del sector eléctrico son el de desabasto por subinversión
en infraestructura, la prioridad de las utilidades de los accionistas sobre
el servicio público, la dependencia de unas cuantas empresas multinacionales
que abastecen de equipo y combustibles, la discriminación contra
los consumidores de menores ingresos y más obstáculos para
el cumplimiento de normas ambientales.
Según el investigador, es preferible mantener la
generación de electricidad en manos públicas, pues a pesar
de las fallas de estos monopolios ofrecen un suministro confiable de electricidad
a precios accesibles para todos los consumidores, lo cual no ocurrirá
si los siete o tres hermanos controlan el mercado.