Pena de seis meses a cinco años de prisión, aun en el caso de que el monto de lo robado no pueda ser cuantificado.

Prisión de tres a cinco años, además de las que correspondan según el valor de lo robado, a los cometidos en lugar cerrado contra transeúntes, robos de vehículo y de partes automotrices, en lugar de la actual norma, consistente en aumentar en una mitad la pena que corresponda por el monto de lo robado.

De cinco a 15 años de prisión para los robos cometidos con violencia, sin importar el monto de lo robado.

De uno a cuatro años para los que cometen el robo de manera reiterada, además de la sanción que corresponda al último delito, para que no tengan derecho a fianza.

Considerar como violencia moral, en el robo, el empleo de réplicas de armas de fuego o de pistolas de municiones, gas o aire comprimido.

Sancionar separadamente los delitos de robo de vehículo y de partes automotrices, a efecto de que el robo de vehículos pueda alcanzar prisión de seis a 15 años, y el robo de partes automotrices de tres a cinco años.

Establecer como delito el desmantelamiento y la enajenación de vehículos robados, alteración de documentación de los mismos, traslado de dichos vehículos a otra entidad y su utilización en otros delitos, con prisión de cuatro a 10 años.

Establecer como obligatoria para el Ministerio Público la negativa del otorgamiento de la libertad provisional cuando el delincuente esté sujeto a dos o más procedimientos penales anteriores por el delito de robo, en el lapso de un año, desde la comisión del primero.