VIENTOS DE GUERRA
Rechazan ser suicidas; no vamos por amor a la muerte,
sino por amor a la vida, dicen
Mañana viajará a Irak un grupo mexicano
de ocho escudos humanos
Lo integran un veterinario, una monja, un traductor,
un sociólogo, una trabajadora editorial y tres estudiantes Tienen
diferentes visiones ideológicas y religiosas
MARIA RIVERA
Mañana a las 9 de la noche partirá rumbo
a Bagdad el grupo de ocho ciudadanos mexicanos que se unirá a los
contingentes internacionales de escudos humanos que pretende, por
medio de su presencia, detener la guerra o, de estallar el conflicto armado,
salvaguardar a la población civil del país asiático.
En
conferencia de prensa realizada ayer en la UNAM ofrecieron las razones
de su viaje e informaron que el grupo está compuesto por un veterinario,
una monja, un traductor, un sociólogo, una trabajadora editorial
y tres estudiantes, con diferentes visiones ideológicas y religiosas.
Uno por uno, Marco Arturo Calderas, Luz María Rodríguez,
Tiocha Bojórquez, Alexis Forcada, Mercedes Perelló, Oscar
Martínez, Yaser Martínez y Angel Torres fueron explicando
los caminos por los que llegaron a esta decisión, las razones que
los hicieron abandonar el bando de los indiferentes -que piensan que la
suerte de los iraquíes no les concierne- o los equidistantes, que
sopesan en los mismos términos las razones de los que lanzan las
bombas y de los que las reciben.
Rechazaron las simplificaciones que pretenden hacerlos
parecer como suicidas o mártires. Se describieron como gente normal,
que ha hecho su vida a ras del asfalto, alejados de las altas instancias
del poder, pero que no acaban de acostumbrarse a la presencia del crimen.
''No vamos pensando en detener las bombas con nuestros cuerpos, sino creyendo
que podemos evitar que esas bombas sean arrojadas. No vamos por amor a
la muerte, sino por amor a la vida.''
En
el documento colectivo que explica su postura resumen: ''Vamos a Irak porque
estamos conscientes del riesgo global que plantea esta guerra. Vamos a
Irak porque no podemos quedarnos inmóviles, cómplices, callados.
Vamos a Irak porque creemos que podemos aportar protección, aunque
sea moral, no a un régimen, sino a un pueblo hermano. Vamos a Irak
porque creemos que por medio de la participación de la sociedad
civil mundial el diálogo prevalecerá por encima del monólogo
brutal de las armas''.
En las conclusiones sostienen que esta no es una guerra
de liberación, como señala Estados Unidos, y que lo que el
gobierno de ese país pretende es doblegar al mundo por la vía
del miedo y responder a los intereses de las grandes trasnacionales militares
y petroleras.
Durante la reunión dieron a conocer una carta dirigida
al presidente Vicente Fox, donde le piden que rechace las presiones estadunidenses
y sostenga una postura pacifista en el Consejo de Seguridad de la ONU.
''Señor presidente: los mexicanos no queremos la guerra. Estamos
orgullosos de la postura independiente que ha mostrado México en
el Consejo de Seguridad, contraria al belicismo de Estados Unidos. Sin
embargo, sus últimas declaraciones nos dejan preocupados. Manténgase
firme en la posición de exigir el respeto a las normas internacionales,
a la multilateralidad y a la acción diplomática para enfrentar
el problema de Irak. No más violencia para enfrentar a la violencia.
Sí a la paz, sí a la tradición diplomática
de México. Repudiamos cualquier intento de Washington para presionar,
intimidar o chantajear a México para que apoye su posición.
Manténgase firme, los mexicanos estamos con usted en esta posición.
No nos asustan las amenazas estadunidenses. Si cede a las exigencias de
Bush estará traicionando los reclamos de millones de mexicanos que
no quieren la guerra. No nos defraude.''
También dieron a conocer un texto que enviarán
al secretario general de la ONU, Kofi Annan, donde le recuerdan que esa
organización se fundó con el fin de salvaguardar la paz internacional
y hoy corre el peligro de convertirse en un instrumento de guerra. Le explican
que no corresponde a Estados Unidos erigirse en gendarme del mundo, ni
conseguir la ''libertad del pueblo iraquí a través de la
masacre'', sino que la defensa del derecho internacional corresponde a
las Naciones Unidas.
Concluyen explicándole que los argumentos esgrimidos
por la Casa Blanca para desatar la guerra son insostenibles y que debido
a eso han decidido hacer suya la suerte del pueblo iraquí y compartir
con ellos su ventura y desventura. ''Ahí estaremos a partir del
7 de marzo, en las calles y plazas de Bagdad y de Basora, en sus hospitales
y en sus centrales eléctricas. Sin otra cosa que enarbolar más
que nuestra solidaridad y nuestra dignidad. No tenemos nada mejor que ofrecer
a la paz del mundo''.