Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 1 de marzo de 2003
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Deportes
La gimnasta afirma que dejará el precedente de no temer a denunciar por represalias

"Ya no creo en nadie; me voy con la frente en alto", expresó Aicela Rosado

Insistió en que el acoso de jueces y la falta de apoyo de los federativos la orillaron a retirarse

ABRIL DEL RIO

Al poner fin a su etapa competitiva, Aicela Rosado asegura que se va satisfecha por haber abierto camino en diversas justas mundiales de gimnasia rítmica en las que nunca antes se habló de México, y además dejará un precedente para que lo aprovechen las nuevas generaciones: "denunciar las cosas con las que no estén de acuerdo, sin temor a represalias.

"Me voy con la frente en alto, de ninguna manera derrotada", expresó la yucateca de 18 años, quien acompañada de su madre acudió ayer al Comité Olímpico Mexicano para despedirse de Felipe Muñoz, quien como titular del organismo lamentó la decisión del retiro y sólo pudo ofrecerle respaldo moral en su objetivo de establecer y dirigir un gimnasio.

La atleta insistió en sus denuncias hacia "los jueces de mi país que siempre estuvieron en mi contra". Se refirió a un grupo encabezado por Laura Acosta, actual entrenadora nacional, a quien responsabilizó de "maltrato sicológico y presiones".

La última de ellas fue la modificación 80 por ciento de las rutinas que presentó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2002, donde fue superada por Cinthia Valdés.

"La única medalla de oro individual que gané en esos juegos fue en la prueba que no me modificaron (pelota)", recordó la gimnasta, quien se quedó con las preseas de plata en dos pruebas y compartió la victoria por equipos.

"No me voy superada por nadie. Sucede que lo lógico es que gane quien lo hace mejor, pero aquí desafortunadamente triunfa a quien se le caen los instrumentos, y eso, aunado a dificultades, falta de apoyo y trabas en muchos sentidos me ha desmotivado muchísimo. Ya no creo en nadie."

La gimnasta, que alcanzó un octavo puesto mundial en 1997, recordó que durante su desarrollo en Los Angeles, de los nueve a los 14 años, lapso en el que representó al país, "de acá sólo recibí un cheque por 700 dólares.

"No me interesa el dinero, pero sí el respeto. Estoy consciente de que la Federación de Gimnasia ha pasado por muchos problemas, tuvo a varios dirigentes y el actual (Alejandro Peniche) no es el único culpable, pero la verdad es que estoy muy cansada de tantas promesas."

No obstante la fragilidad de niña que aparenta y la emoción que la embargaba al anunciar su retiro, Aicela se mostró muy segura, e incluso entusiasta por iniciar una nueva etapa como entrenadora.

"En Yucatán hay mucho talento, y aunque han querido hacerlo menos esta mafia que tenemos entre nuestros jueces, la calidad se hará valer por sí misma", sostuvo la atleta.

Por lo pronto, se dedicará a terminar la preparatoria, a iniciar una vida "normal", esa que no conoce ninguna buena gimnasta que se precie de serlo.

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