Prepara Bush "demoledores golpes de alta precisión",
dice el ex general Slipchenko
Morirán más de medio millón de
civiles si Estados Unidos ataca: estratega militar ruso
La guerra va a durar un mes y medio; las tropas ingresarán
"cuando no haya resistencia"
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL/I
Moscu, 28 de febrero. En el supuesto de que Estados
Unidos lance un ataque militar para derrocar al régimen de Saddam
Hussein, con el aval del Consejo de Seguridad de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) o sin él, la guerra en Irak durará
aproximadamente mes y medio y dejará un saldo cuantioso de víctimas
entre la población civil de ese país árabe, ya que
medio millón de personas serán aniquiladas, como mínimo.
A esta desoladora conclusión llega, tras analizar
los distintos escenarios de una eventual confrontación bélica
en la región del golfo Pérsico, el general retirado Vladimir
Slipchenko, el más reconocido experto ruso en una materia que él
mismo definió como "guerras del futuro".
La metodología de Slipchenko -que en su momento
supo anticipar el curso que tomarían la primera edición de
la Guerra del Golfo (1991), la intervención noratlántica
en los Balcanes (1999) y, más recientemente, la operación
militar contra Afganistán (2001)- sirvió de base teórica
para el laboratorio que el Ministerio de Defensa ruso creó con la
exclusiva finalidad de pronosticar el desarrollo más probable de
conflictos bélicos en el mundo.
Al
dejar el servicio castrense activo, Slipchenko encontró en la Academia
de Ciencias Militares de Rusia, de la cual es vicepresidente, un ámbito
ideal para seguir dedicándose al tema de su vida, con la diferencia
de que ahora puede hacer del dominio público los resultados de sus
investigaciones.
Autor de varios libros y de tres centenares de artículos
y ensayos en publicaciones es-pecializadas, próximo a cumplir los
68 años de edad, advierte: "En Irak veremos un nuevo ejemplo de
choque de dos generaciones de guerra".
Agrega que "Irak es fuerte y está preparado para
una guerra de la anterior generación, la que se libraba en la tierra
y por la tierra. Pero ahora los 600 mil soldados, 220 aviones de combate,
cerca de 2 mil 200 tanques, mil 900 piezas de artillería, seis rampas
de lanzamiento de misiles Scud y 110 complejos de cohetes antiaéreos
de que dispone el ejército de Saddam Hussein nada tienen que hacer
frente a un agresor de nuevo tipo, que en los últimos 12 años
elude los combates directos entre las tropas y basa su estrategia ofensiva
en demoledores golpes de alta precisión desde el aire".
Abunda: "De hecho, en Irak no habrá campos de batalla,
en el sentido tradicional. Mediante misiles de alta precisión y
bombas experimentales, Estados Unidos va a destruir de manera tenaz todas
las instalaciones clave de la infraestructura gubernamental y militar del
gobierno de Bagdad, y luego exterminará al ejército rival
con bombas de aviación y cohetes".
Esto último, en su opinión, hace que las
previsiones de víctimas mortales entre la población civil
iraquí superen el medio millón de personas, por lo menos,
ya que Estados Unidos evitará el enfrentamiento directo de sus soldados
con las tropas de Hussein, y más en el terreno adverso que este
último quiere: el laberíntico entorno de Bagdad y otras ciudades
del país.
"Será una guerra extremadamente cruenta. Antes
de que las tropas estadunidenses entren en territorio iraquí, Washington
tendrá que lanzar misiles y bombas suficientes para que no quede
ningún foco de resistencia armada, lo cual significa eliminar físicamente
a la mayor parte de los oficiales y soldados del ejército de Hussein,
quienes estarán parapetados en núcleos urbanos", apunta Slipchenko.
El experto ruso considera que el centro de mando del ejército
iraquí será destruido en las primeras horas de la guerra,
a través del uso de las denominadas bombas de impulso, capaces
de generar una irradiación electromagnética inmediata del
orden de dos megavatios cada una.
Con efecto similar a un gigantesco horno de microndas,
significa que cada bomba de este tipo puede descomponer, en un radio de
dos kilómetros y medio del epicentro de su detonación, todos
los sistemas radioelectrónicos, de comunicaciones, radares, todos
los equipos de cómputo y hasta los aparatos para la sordera y los
marcapasos cardiacos.
Por otro lado, hace notar que Irak, como consecuencia
de los bombardeos aéreos de Estados Unidos en los últimos
años, carece de recursos de defensa antiaérea en el sur y
el norte del país, y los que conserva en el centro serán
puestos fuera de servicio en las primeras horas de la guerra.
Explica que la defensa antiaérea de Irak se sustenta
en el esquema clásico de radiolocalización activa: irradiar-detectar-apuntar-aniquilar,
que ahora resulta inoperante ante los misiles crucero de alta precisión
que destruyen el radar al captar los aviones, todavía en la fase
inicial de la radiolocalización desde tierra, el punto de emisión
de energía electromagnética.
"Mi pronóstico -dice Slipchenko- es que esta guerra
no va a durar más de mes y medio, y tendrá dos etapas. En
la primera, que se llevará cuatro semanas, cada día se lanzarán
contra Irak entre 400 y 500 misiles crucero de alta precisión desde
mar y aire. Durante ese mes, el ejército y el potencial económico
de Irak serán devastados".
Y agrega: "Los focos de resistencia que por algún
motivo existan todavía serán liquidados en las siguientes
dos semanas. En esta segunda etapa, el ejército estadunidense dará
preferencia a las incursiones con bombarderos B-52 y aviones espías
invisibles, capaces de detectar y destruir cada uno, y en cuatro
horas de vuelo hasta 200 objetivos en tierra fijos o en movimiento".