La obra de Bernard-Marie Koltès se estrenará
en el teatro Santa Catarina
Combate de negro y de perros aborda los intentos
del acercamiento humano
El dramaturgo francés no busca el folclor, sino
la dimensión universal, señala el director del montaje
La confrontación Francia-Africa bien puede ser la de México-México
CARLOS PAUL
Los intentos por vincularnos con el otro, y no los logros,
son los momentos en los que se puede apreciar la fragilidad humana, sus
soledades, sueños, deseos y esperanzas. Y sobre esos intentos es
que se reflexiona en la obra Combate de negro y de perros, del dramaturgo
francés Bernard-Marie Koltès, dirigida por David Psalmon,
que será estrenada el miércoles 5 de marzo en el teatro Santa
Catarina.
Las
obras de Koltès, explica Psalmon, ''no son realistas en el sentido
de que no buscan un representación de la realidad. Están
sobre todo influidas por los lugares, como un hangar abandonado, cárceles,
calles, terrenos baldíos o, en este caso, un campamento de obras
de una empresa multinacional perdido en Africa, que nos podría remitir
a las maquiladoras extranjeras o nacionales que se encuentran en el país".
Sin embargo, añade el creador escénico,
''sus textos están situados al margen de lo social, en búsqueda
no del 'folclor del gueto', sino de la dimensión universal. El mundo
de Koltès no es el de las clases sociales, sino de los sujetos y
de las conciencias. Se trata más de lo simbólico de las relaciones
humanas, en términos más metafísicos que sociológicos.
La metáfora constituye ante todo, para él, el mundo de los
humanos, es decir, un mundo de conflicto, de alteridad e incomprensión.
''En la obra se desatan paralelamente diversos 'combates',
en los que la única arma es la palabra, que contiene todos los gritos,
golpes, heridas, disparos, y los intentos para acercarse unos a otros.''
Clásico del repertorio contemporáneo
''Koltès -quien es considerado 'un clásico
del repertorio contemporáneo y el más importante dramaturgo
desde la generación de los 50 en Francia'- presenta la confrontación
de dos mundos mediante Alboury, negro que intenta recuperar el cuerpo de
su hermano asesinado y que ''podría simbolizar, en un contexto latinoamericano,
la resistencia de los millones de indígenas amenazados por la 'invasión
blanca'; de Horn, un obrero impotente sexualmente, convertido en jefe,
jalonado entre la fascinación y la repulsión hacia Africa;
de Leone, una parisina totalmente desubicada, que llega a ese lugar con
sus tacones Saint-Laurent después de abandonarlo todo, simplemente
porque alguien se lo propuso. Mitad criada, mitad puta, y de Cal, un ingeniero
ahogado en la soledad, una bestia de incomunicación, quien sólo
sabe acariciar arañando, besar mordiendo y hablar gritando."
En la puesta, apunta Psalmon, Africa ''nos remite tanto
al continente africano (de Senegal a Sudáfrica, pasando por Nigeria,
el Congo o Mozambique), como a Brasil, Colombia, Centroamérica o
México. El Africa de Koltès es algún lugar del llamado
Tercer Mundo o en vías de desarrollo, por lo que el espectador no
tiene que imaginarse estar 'en otra parte', en un lugar lejano y desconocido,
sino 'por todas partes', es decir, tanto allá como aquí.
''Lo que tratamos de hacer -añade- es no alejarnos
de esa realidad que de igual forma se vive acá. El enfrentamiento
de esos dos mundos, el blanco y el negro, que el autor plantea como Francia-Africa,
yo lo planteo como México-México, pues dentro del mismo país
existen esas oposiciones."
En esta obra ''violenta", explica Psalmon, ''la mujer
ocupa una posición clave, pues por medio de ella se constituye la
posibilidad del encuentro entre esos mundos. Leone representa ese puente,
la esperanza".
Con las actuaciones de Carlos Cobos, Gerardo Taracena,
Norma Angélica y Moisés Manzano, escenografía e iluminación
de Philippe Amand, la traducción de Carlos Bonfil y el apoyo de
Mantarraya Producciones y Gerardo Tagle, Combate de negro y de perros
se estrenará el próximo 5 de marzo a las 20 horas en
el teatro Santa Catarina (Jardín de Santa Catarina 10, Plaza de
Santa Catarina, Coyoacán).