Buscan "sacar rápido, en marzo", la reforma laboral, alerta Hernández Juárez

Teme la UNT albazo de Ejecutivo y Legislativo

GUADALUPE LOPEZ Y PATRICIA MUÑOZ CORRESPONSAL Y REPORTERA

El gobierno y las cámaras de Diputados y de Senadores pretenden "sacar rápido, en marzo, sin dar tiempo de reaccionar a los sindicatos", la reforma laboral basada en la ley Abascal, sostuvo Francisco Hernández Juárez, líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana y de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

Entrevistado en Jalapa, Veracruz, el dirigente advirtió que de ocurrir ese madruguete habrá movilizaciones a escala nacional e, incluso, un paro de todas las organizaciones afiliadas a la UNT.

Agregó que hay un intenso cabildeo por parte de la Secretaría del Trabajo con las dos cámaras y ya se constituyó la conferencia parlamentaria, "que pretende excluir todas las propuestas enviadas, incluida la de la UNT, y sólo trabajar sobre la que envió el Ejecutivo, la ley Abascal, de manera que ahí se consolida ese acuerdo político con la estructura gremial oficial para detener el surgimiento de un nuevo sindicalismo".

Hernández Juárez encabezó en Jalapa una asamblea con los telefonistas de la sección 17, con el propósito de preparar los trabajos para la revisión salarial del sindicato y expresarles que se está constituyendo un frente amplio de organizaciones gremiales, sociales y populares "cuyo objetivo es enfrentar esta escalada cada vez más agresiva del gobierno y de los legisladores del PAN, que proponen leyes para profundizar más la desigualdad en el país y dejar al trabajador en desventaja".

En relación con la negociación de los telefonistas, indicó que esperan superar el tope salarial de 4.5 por ciento y llegar por arriba de 10 si logran combinar salario, gradualidad y productividad; sin embargo, dijo que la empresa está renuente y quiere que se ajusten a los niveles generales argumentando que sus salarios ya son de los más altos del país.

El corporativismo, agotado

En la capital del país, Hernández Juárez dijo que el modelo del sindicalismo corporativo está agotado y aun cuando tiene en su poder nueve de cada 10 contratos colectivos del país, su representatividad está en declive.

Tras señalar que en las próximas semanas se conformará el frente de unidad entre el sector sindical y las organizaciones campesinas del país -probablemente el 15 de febrero-, Hernández Juárez apuntó que el sector laboral ya no cree en el corporativismo y que sus líderes han perdido poder de convocatoria.

Expuso que el sindicalismo tendrá que evolucionar hacia otros esquemas, y dentro de ellos las organizaciones independientes se han presentado como una opción legítima de militancia. Dijo que ya no es posible querer mantener en calma al sector laboral con sindicatos blancos.

Este esquema cada vez queda más rebasado por la realidad laboral y prueba de ello es que aun cuando siguen existiendo las grandes centrales obreras, ya no son tan tomadas en cuenta por el poder para sus decisiones en materia laboral; además, ya no están garantizando filiaciones partidistas ni apoyo incondicional de los trabajadores como antaño, apuntó.

Dijo que prácticamente está anulada la posibilidad de acercamiento entre los dos mundos en la materia que existen en el país, el del Congreso del Trabajo y de los sindicatos independientes. Mientras el primero sigue perdiendo credibilidad, los segundos se han fortalecido mediante alianzas y con objetivos como una reforma laboral justa para los trabajadores, detener iniciativas como la de reforma del sector eléctrico y lograr un nuevo contrato social entre Estado y campesinos.

Las organizaciones independientes, reconoció, tienen también importantes retos, como seguir creciendo y mantener su representatividad, pero sobre todo este año tendrán que seguir al margen de las diversas posturas electorales para que no se involucren en intereses ajenos.

También comentó que la UNT considera la posibilidad de unirse a la gran marcha que proyectan El campo no aguanta más, El Barzón y el CAP el 10 de abril, aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, la cual sería tres veces mayor a la del 31 de enero pasado.