Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 24 de febrero de 2003
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Espectáculos
TUMBANDO CAÑA

Ernesto Márquez

Benny Moré /I

AL CUMPLIRSE 40 años de la muerte de Benny Moré (19 de febrero de 1963) muchos abrieron una botella de ron y dirigiéndose hacia un rincón derramaron las primeras gotas para los orishas diciendo: "¡Por el Benny!"

LA FECHA, ADEMAS de importante para la historia musical, fue motivo para recordarlo, para oírlo, para comentar sus cosas, porque Benny Moré, se sabe, ha sido el cantante afroantillano más popular de todos los tiempos, y a la vez el que más mitos y misterios encierra.

LA VIDA DE Benny es muy rica en anécdotas y pasajes interesantes, que, a pesar de lo que se ha escrito de él en libros y artículos periodísticos, todavía tiene mucho de enigma.

more-bennySU BIOGRAFIA OFICIAL, Benny Moré, de Amín E. Nasser, editada en 1985 por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, es realmente una hagiografía tan valiosa como incompleta; Bolero, la novela coral de Lisandro Otero, sugiere un perfil más rico y turbio, pero se sitúa en las nieblas de la ficción; Oh, vida, de Abilio Estévez, está inscrito en una serie de relatos sobre La Habana al igual que la cita de Cabrera Infante en Tres tristes tigres, mientras que Yo conocí a Benny Moré, de Félix Contreras, es una compilación de textos sueltos hechos por encargo o rescatados de publicaciones periódicas cubanas que, si bien aportan rasgos históricos de su vida y nos ayudan a comprender el "fenómeno Moré", no alcanzan a ser la obra esperada en la que se inscriba de una vez por todas el momento más importante en la trayectoria del bardo de Lajas: su estadía durante seis años en tierra mexicana.

ENTRE LA AHORA abundante bibliografía sobre Benny se encuentran también los libros Elige tú qué canto yo, del musicólogo Leonardo Acosta, quien tocó en algún momento el saxofón en la orquesta de Moré, y Ofrenda criolla, del investigador José Reyes Fortún, referidos, el primero, a ubicar a Benny Moré en su real dimensión musical y, el segundo, a un recuento discográfico. Pero ninguno, insisto, aportan datos relevantes acerca de lo que sucedió artísticamente con el cantor de Santa Isabel a su paso por nuestro país.

ES DE TODOS conocido que México fue el país donde se forjó y proyectó internacionalmente la carrera de Benny Moré, pero son pocos los trabajos dedicados a resaltar ese periodo. De lo que más hablan los textos publicados sobre el Bárbaro del ritmo es de su periodo posmexicano, cuando siendo artista famoso regresa a Cuba y organiza su Banda Gigante.

EL ANIVERSARIO LUCTUOSO de este año es ocasión propicia para hablar de ello, aunque de manera sucinta, ya que el espacio no lo permite, pero se intenta crear conciencia y provocar el estudio y la integración de esta historia a las ya tantas veces contadas.

LA HISTORIA DE Benny Moré en México arranca en La Habana, cuando es descubierto por Miguel Matamoros, quien fuertemente impresionado por el bello timbre de su voz le propone integrarse a su popular conjunto, con el que está a punto de salir a cumplir compromisos en nuestro país y España. Así es como Moré llega el 21 de junio de 1945 a esta ciudad capital, se hospeda en el hotel Fornos y actúa con Matamoros en las radioemisoras XEW, XEG y los cabaret El Patio y El Follies.

AL CONCLUIR MIGUEL Matamoros su compromiso en la ciudad de México, Benny decide no continuar la gira y quedarse aquí. Al parecer Matamoros se molesta y le retiene sus documentos. Entonces Moré no tiene más remedio que pasar por el viacrucis habitual del clandestino. Anduvo de un lado a otro pernoctando donde le caía la noche, comía en casa de amigos, cantaba por tres pesos y el porvenir lo vislumbraba poco halagüeño.

CON EL OBJETIVO de resolver su situación acudía a la calle de Meave (Centro Histórico), donde se reunían artistas, deportistas y residentes cubanos. Allí se encontró a su viejo amigo Clemente Piquero, Chicho, bongocero que había llegado con el grupo folclórico Jungla Africana de Armando Barreto y que al conocer su situación procuró brindarle todo tipo de ayuda: le consiguió una pensión decente donde dormir, un permiso provisional del sindicato de músicos para trabajar en nuestro país y la oportunidad de hacerlo en el cabaret de Pancho Aguirre, el Río Rosa.

BENNY COMENZO ALLI con una de las mejores agrupaciones musicales de aquella época, el Son Veracruz, que tenía cantante a Lalo Montané, con el que forjó gran amistad y formó un excelente dúo de música antillana.

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