Mediante carta piden a Fox su intervención
para detener vejaciones e intimidación
En La Palma, "cotidiana violación" de derechos,
acusan familiares de internos
JESUS ARANDA
Parientes de internos en el penal de máxima seguridad
de La Palma, en Almoloya de Juárez, entregaron una carta al Presidente
en la que denuncian "las humillaciones, vejaciones, majaderías,
prepotencia e intimidaciones directas" de que son objeto los presos, por
lo que solicitan la intervención del Ejecutivo para terminar con
la "cotidiana violación" de derechos.
Además de que los familiares de los reos enviaron
la misiva -firmada por 23 personas-, abogados de los internos solicitaron
una audiencia con el presidente de la Suprema Corte, Mariano Azuela Güitrón,
ante quien pretenden plantear -"para el decoro y la dignidad" del Poder
Judicial Federal- las "irregularidades" que ocurren en juzgados y tribunales
adscritos a ese penal y las actitudes de los jueces.
La
carta fue entregada el pasado 14 de febrero en la Presidencia de la República
y va dirigida a Vicente Fox.
La primera "humillación" que sufren los internos,
señalan, es que a su ingreso reciben una advertencia: "aquí
valieron madre, de ahora en adelante ya no se les va a llamar por su nombre;
ahora van a contestar a nuestros llamados, indicaciones y órdenes
con el número que se les va a dar".
Se quejan de que los presos son vigilados y sus actividades
grabadas "día y noche" en cualquier lugar -dormitorios, sitios de
visitas íntimas, salas familiares, locutorios-, "no teniendo nunca
intimidad, ni siquiera para realizar sus necesidades fisiológicas
ni sus pláticas con familiares o abogados".
Los signantes, entre los que se encuentran familiares
de Benjamín Arellano Félix, Ismael Higuera, Pedro Lupercio
Serratos, Carlos Escamilla, Leopoldo Ojeda y Rolando González García,
señalan que otro medio de presión lo representa la pésima
alimentación, así como el hecho de que los internos son obligados
a usar el uniforme reglamentario durante ocho días seguidos, debiendo
usar "las prendas sucias, transpiradas y malolientes".
Además tienen establecido un horario fijo de aseo
personal, sin importar si a esa hora los visitan familiares o deben entrevistarse
con abogados.
Se quejan también de que tienen derecho a realizar
sólo tres llamadas telefónicas a la semana -de un máximo
de 10 minutos cada una- y a recibir únicamente cuatro horas de visita
familiar e interna a la semana.
La misiva revela además la "intimidación"
que ocurre en el penal. Particularmente se quejan del área de tratamientos
especiales, donde el interno se encuentra totalmente aislado del resto,
en un cuarto insalubre -su único contacto con el exterior es una
rejilla de unos cuantos centímetros-, en el que defecan y duermen.
La comida que reciben se les pasa por el suelo, "como si fueran animales".
Rechazan que todos los internos reciban el dictamen de
"peligrosidad" necesario para estar en el penal. La valoración respectiva,
que debería ser especializada en este tipo de asuntos, "se hace
sobre las rodillas", agregan.
En la carta de ocho cuartillas adelantan parte de lo que
argumentarán los abogados ante el ministro Azuela, en caso de ser
atendida la petición de audiencia.
El Consejo de la Judicatura Federal, plantean, deberá
poner "especial atención" en el trabajo de la mayoría de
los jueces y magistrados penales del segundo circuito -encargados de los
procesos de los presos del penal de La Palma-, ya que "son excepcionales
los casos en que se dictan resoluciones apegadas a derecho", favorables
a los reos.
Aseguran que los juzgadores son intimidados y los que
"no aceptan presiones" son objeto de suspensiones y remociones injustificadas.
En el escrito se incluye el documento El sistema de
despersonalización en los centros federales de readaptación
social, firmado por el sicólogo y criminólogo Eduardo
Lara de Santiago y el médico forense y criminalista Angel Gutiérrez
Chávez, quienes aseguran que en penales como el de Almoloya se realiza
una táctica de "lavado de cerebro" de los presos, "que se produce
por las condiciones a que son sometidos, desde el trato impersonal hasta
la privación de contactos sociales".
En todo ello, agregan, juega un papel importante la grabación
en video de las actividades de los internos las 24 horas del día,
incluidas "sus necesidades excretoras, de aseo y sexuales".