NO EN NUESTRO NOMBRE
Marchan 50 mil del Hemiciclo a Juárez al Angel
de la Independencia
La inspección debe hacerse en todos los países,
afirma Rigoberta Menchú
Es "tibia y pusilánime" la política exterior
de Fox, señala Cuauhtémoc Cárdenas
RENATO DAVALOS Y ARTURO JIMENEZ
La palabra globalizada contra la guerra resonó
en el Angel de la Independencia en miles de voces y en la de Carlos Montemayor
y Rigoberta Menchú. Un ataque unilateral de Estados Unidos mataría
el derecho internacional, y si hoy invaden Irak por su petróleo
¿quién garantizaría que mañana no vendrán
por el nuestro?, dijo el escritor. Sí a la inspección de
Naciones Unidas, pero a todos los países, externó la premio
Nobel de la Paz.
El escudo humano contra la guerra, que hizo eco
a la protesta internacional, empezó en el Hemiciclo a Juárez
y culminó en el Angel, donde Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
expresó que la política exterior de Vicente Fox "es tibia
y pusilánime, y esperamos que se corrija".
Niños
que fueron a la cabeza de una marcha que muchos estimaron en más
de 50 mil. Rostros envueltos en kufias árabes; feministas,
darketos, jipitecos, centenares de organizaciones civiles, sindicales,
eclesiásticas, partidos políticos, intelectuales, académicos,
científicos, artistas y un sinfín que contempló a
las afueras de la embajada estadunidense en México, cuando se quemaron
banderas de Estados Unidos y monigotes con la figura del Tío
Sam, se lanzaron a través de las mallas protectoras bolsas de
sangre, catafalcos con la efigie de Bush y la ofrenda floral que los niños
depositaron a las afueras de la sede como un icono de paz.
Por su parte, Menchú advirtió que esta es
una guerra de petróleo y por petróleo. "Y cuidadito, porque
hay petróleo en Chiapas, en Venezuela y en otros países.
Y adonde hay petróleo se dirigen los fusiles".
Menchú, quien llamó a fortalecer a la Organización
de Naciones Unidas, consideró que la guerra nunca ha dejado nada
bueno para la paz. Agregó que la guerra que se planea contra Irak
no será la excepción, "ni para ese pueblo ni para el de Estados
Unidos".
Por eso propuso: "Tenemos que hacer un llamado al pueblo
de Estados Unidos para que también diga no a la guerra. Tenemos
que decirles que su felicidad ya no puede ser a costa de la sangre de otros
pueblos. Deben decir no a la guerra y mostrar su humanidad".
Menchú cuestionó también a los países
que tienen poder y avalan la guerra de Estados Unidos. En otro momento
la activista retomaría el asunto y diría que "algún
día" los gobiernos hoy belicistas serán juzgados por delitos
de lesa humanidad.
Y arrancó aplausos cuando propuso que la inspección
mundial fuera para todos los países, incluido Estados Unidos, pues
sus armas químicas y nucleares afectan a mucha gente, además
de que "están cerca de nosotros. Digamos no a la proliferación
de armas de destrucción masiva".
Montemayor, en un discurso que combinó el análisis
y la manifestación clara de posiciones políticas por la paz,
entre los aromas del copal y del incienso, recordó desde el templete,
al pie de la columna de la Independencia, que fue Estados Unidos el que
un día consideró héroes y apoyó a Bin Laden
y a Hussein.
Lo que hoy observamos es una recomposición militar
de acuerdo con los intereses estadunidenes y de los consorcios petroleros.
A este puñado de gobernantes de ese país les preguntamos,
¿en qué votación democrática pedimos su protección?
¿Quién les dijo que pueden juzgar a quienes quieran sin ser
juzgados? ¿Con qué calidad moral dedican millones de dólares
a producir armas y cuestionan a otra nación?
Estamos frente a un proyecto de reorganización
mundial que acapara tierras en Brasil, militariza Colombia e interviene
en Venezuela, y que no le importa el hambre, el sida o la crisis económica.
Sólo una fuerza global anclada en luchas locales podrá resistir
y construir un mundo distinto. La paz no es la ausencia de guerra, pues
confundimos aquélla con el sometimiento de pueblos al nuevo colonialismo
y sus consorcios. La paz de los intereses económicos por los que
lucha Fox, acusó.
La pobreza y el sufrimiento de los pueblos no son resultado
de una política mundial de paz, sino muestra de la violencia que
se expande con el poder económico de un puñado de empresas
trasnacionales que se han apoderado con las armas del dinero del planeta,
expresó entre los coros de "Stop baby Hitler", silbatinas
con recordatorios familiares a Bush, la Marcha de la Libertad de Verde
y un pacifismo que también se revistió con las palabras de
Jesusa Rodríguez, quien pidió a Fox no apoyar la guerra,
"porque si no te acuso con Martita".