Aumentaría el riesgo de un ataque terrorista, dice la juez

Prohíben en Nueva York marcha por la paz convocada para el sábado

AFP, PL, REUTERS Y DPA

Nueva York, 11 de febrero. La Corte del distrito federal de Nueva York prohibió hoy la realización de una marcha contra la guerra en Irak convocada en esta ciudad para el sábado, y durante la cual se esperaba la participación de unos 100 mil manifestantes.

La juez Bárbara Jones emitió la decisión al alegar que el acto implicaría un mayor riesgo para la ciudad, bajo alerta máxima por posibles ataques terroristas, tras lo cual comenzó el despliegue de las fuerzas policiales en toda la ciudad para evitar las protestas.

En cambio, Jones permitió que los manifestantes convocados por el grupo Paz y Justicia realicen una protesta en un lugar que podría ser controlado por la policía, entre la sede central de la Organización de las Naciones Unidas y el este de Manhattan, informó el diario The New Yok Times.

La organización ecologista Greenpeace, en tanto, envió de manera simbólica a un "equipo de ocho inspectores" a la embajada de Estados Unidos en Madrid para "verificar" si Washington está eliminando su "arsenal de armas de destrucción masiva".

Al mismo tiempo, más de 300 estudiantes y maestros se mantienen atrincherados en la Universidad Autónoma de Madrid para repudiar una eventual guerra contra Irak. Los participantes en la protesta se encuentran en la Facultad de Sicología desde anoche, tras tomar la decisión de realizar una acción siguiendo el ejemplo de civismo demostrado por los artistas del cine español, que han manifestado su rechazo a la guerra.

También en Madrid, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Sergio Vieira de Mello, afirmó que las organizaciones humanitarias están preparadas para "lo peor" en el caso de una guerra en Irak la cual, reiteró, "no es inevitable".

En rueda de prensa tras reunirse con la ministra española del Exterior, Ana Palacio, Vieira de Mello confió en que las entidades humanitarias no tengan necesidad de intervenir en Irak, pero admitió que "hay que estar preparados para lo peor".

Subrayó que la lista de violaciones de las garantías individuales y colectivas en Irak es muy larga y que la situación de los derechos humanos en ese país "es conocida y lamentable".

Asimismo, expresó su deseo de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas agregue el tema de los derechos humanos a la verificación del desarme iraquí, al tiempo que confió en que de estallar la guerra, sea corta y que al cabo de la misma mejore radicalmente la situación de las garantías individuales, al asegurar que "en cuanto más se alarga un conflicto, más sufre la población civil, y la de Irak ya ha sufrido lo suficiente".

Por su parte, la directora de Amnistía Internacional, Irene Khan, afirmó hoy en Londres que el Consejo de Seguridad de la ONU debe debatir las consecuencias humanitarias que tendría una guerra en Irak, además de las cuestiones relacionadas con las armas.

Khan consideró que el consejo está temeroso de enfrentar el costo del conflicto en Irak. "Cuando se contempla una guerra contra un país cuyo pueblo ha estado sufriendo graves violaciones por parte de su gobierno y más de una década de sanciones, la necesidad de una evaluación es aún más importante", recalcó.

Amnistía Internacional estimó que la situación puede empeorar mucho en el país en caso de una guerra, con el riesgo de violaciones a los derechos humanos de parte de las autoridades iraquíes, los grupos de oposición o de otros vinculados en las operaciones militares o por represalias étnicas.