Abucheos de los aficionados; una porra les dio
la espalda en pleno juego
En aburrido partido, América venció por
2-0 a su hermano Necaxa
No saben de futbol, dijo Lapuente Cuauhtémoc
es un chillón, expresó Cabrera
CARLOS HERNANDEZ
América y Necaxa realizaban el clásico partido
que sólo sirve para alejar al público, hasta que Pável
Pardo se acordó que le pega bien a la pelota y al minuto 78 cobró
un tiro libre al ángulo superior derecho, y por esa pequeña
rendija se abrió un partido que de tan cerrado asfixiaba a los espectadores.
Se cumplió lo que profetizaban las malas lenguas
y el América consiguió su segunda victoria a costa de su
otro hermano. Si sólo se había impuesto al San Luis, ayer
doblegó 2-0 a Rayos, en duelo que fue silbado casi todo el segundo
tiempo, en el que la porra americanista Disturbio le dio la espalda.
Manuel
Lapuente y su discípulo Raúl Arias dieron ayer el más
claro ejemplo de lo que es el futbol feo y mezquino: todos en su área
para anular cualquier intento de creatividad.
Lo único destacable en el primer tiempo fue una
falla de Antonio de Nigris, quien recibió pase de Salvador Cabrera
y se tardó en disparar, por lo que el propio zaguero necaxista desvió
con una barrida, al 17.
Para el complemento el partido provocaba bostezos y abucheos
hasta que al 78 Pardo cobró un tiro libre que superó el lance
del debutante arquero Omar Ortiz y logró el 1-0 que despertó
a los sufridos aficionados.
También despertaron los Rayos, ya que al 86 Zague
provocó el grito de gol, pero el árbitro Felipe Ramos lo
anuló por fuera de juego.
De inmediato, al 88, Cabrera fue expulsado por acumular
doble amarilla y ya sobre el último minuto el argentino Hugo Castillo
aprovechó otra jugada a balón parado y conectó el
esférico con el hombro para vencer al Gato Ortiz y definir
el 2-0.
"Al que no sabe ver el futbol sí le pareció
un juego aburrido", respondió Lapuente. "No fue un partido muy lucido,
pero fue muy trabajado, de muchísimo esfuerzo físico y mental.
Se recuperó la mística de lucha y los muchachos tuvieron
paciencia y serenidad y no se desesperaron por irse al ataque", expresó.
El portero Adolfo Ríos admitió que el duelo
fue tedioso, "porque ambos equipos parecían que estaban jugando
lo mismo en cuanto al orden", pero criticó a los que silbaron. "Algunos
abuchean porque quieren sobresalir, pero dedicamos esta victoria a los
que de veras son americanistas", apuntó.
Los necaxistas la emprendieron contra el silbante. "Ellos
se sacaron la lotería. Cuando nos anotaron el primer gol no se marcó
una falta sobre Chema (Higareda) y nos marcaron muchos fueras de
lugar", señaló Alex Aguinaga.
Braulio Luna se quejó que "el árbitro se
carga de un lado y acá nos corta todas las jugadas y para allá,
simplemente con tocarlos marca falta y nos amonesta", mientras Salvador
Cabrera calificó de chillón a Cuauhtémoc Blanco.
Reseñó: "Desde el principio empieza a presionar
al árbitro y lo consienten demasiado. A uno lo empieza a insultar,
a calentar, y cuando comienzan las jugadas fuertes se cambia de lado.
Es un chillón. Yo no puedo aguantar a un
jugador que se la pasa chillando todo el tiempo".