Al igual que se discute el caso Irak, el mundo
debe ayudar a Colombia, expresa
Dejar de tolerar el terrorismo, pide Uribe a la comunidad
internacional
Annan, el Papa, el Grupo de Río y varios países
condenan el atentado en Bogotá
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 8 de febrero. El presidente
de Colombia, Alvaro Uribe, instó a la comunidad internacional a
no seguir tolerando el terrorismo, y pidió que en su país
se proceda de la misma forma en que se está haciendo contra Irak,
luego del atentado dinamitero de la víspera, que dejó saldo
de 32 muertos y unos 200 heridos.
A su vez, el presidente estadunidense, George W. Bush,
condenó el atentado en Bogotá, al que calificó de
acto de "barbarie y terrorismo", ofreció sus condolencias a los
familiares de las víctimas y prometió ayuda al gobierno para
encontrar a los responsables. Y tanto el gobierno estadunidense como el
de Colombia acusaron de los hechos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC).
Hubo otras condenas "enérgicas" por parte del secretario
general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan;
del papa Juan Pablo II, y de los gobiernos de Francia, México y
Perú, entre otros. Annan expresó que "el fin no justifica
los medios" cuando se asesina a inocentes y se profundiza un conflicto,
y el Papa se declaró "triste" y pidió rechazar toda forma
de violencia.
El Grupo de Río expresó su "más firme
condena" al ataque y reafirmó su "indeclinable compromiso de combatir
el terrorismo en todas sus formas".
Este día continuaron las penosas labores de búsqueda
y rescate de personas que se encontraban en la edificación de 12
pisos del exclusivo Club Nogal, donde solía asistir la clase política
y empresarial del país y funcionaban bares, una piscina, salas de
juego y conferencias, restaurantes y un hotel.
Obsecuencia con el terrorismo
Desde
ese lugar, Uribe ofreció sus "más sinceras condolencias a
las familias colombianas y amigos" de los asesinados. Enfatizó su
llamado a la comunidad internacional en el sentido de que hay quienes han
sido demasiado obsecuentes con el terrorismo colombiano.
Sugirió que hay países que reciben a personeros
ligados al terrorismo, que al abrirles las puertas y canales de televisión
los reconocen como legítimos interlocutores y así los estimulan
a cometer crímenes de lesa humanidad contra el pueblo colombiano.
El mandatario, quien desde su llegada al cargo hace seis
meses puso en marcha una dura estrategia de combate a las guerrillas y
los paramilitares de extrema derecha, pidió a las naciones "no tener
más indulgencia ni más complicidad con el terrorismo, sino
apoyar la determinación de Colombia de derrotar este flagelo".
Sostuvo que el mundo ha ayudado a financiarlos con el
negocio de las drogas y las armas, con las extorsiones y guardando su dinero
en los bancos internacionales, por lo que pidió que ese mundo "cambie".
Fue en esta parte que solicitó a la comunidad internacional
proceder en Colombia con la misma determinación que lo ha hecho
frente a Irak, prestando su apoyo financiero y logístico en el combate
contra los grupos armados ilegales y el narcotráfico.
"Necesitamos que así como se está dando
en la ONU una discusión sobre el caso Irak, el mundo tome la decisión
de ayudar a Colombia. Necesitamos la tecnología de los países
democráticos, sus recursos técnicos, financieros, sus sistemas
de transporte para que le ayuden a nuestra fuerza pública a derrotar
a los terroristas."
También se informó que el presidente se
propone pedir a los países vecinos: Brasil, Ecuador, Panamá,
Perú y Venezuela redoblar la vigilancia en las fronteras, considerar
terroristas a las FARC y abstenerse de recibir en sus territorios a sus
voceros.
Mientras, la policía, el ejército y los
servicios de inteligencia efectuaban operaciones en diversos barrios de
Bogotá para tratar de localizar a los responsables del atentado,
y las autoridades ofrecieron una recompensa de unos 168 mil dólares
a quien brinde información que permita dar con el paradero de los
atacantes.
Ninguna organización se ha adjudicado el atentado,
efectuado con un coche cargado con unos 200 kilos de explosivos, en un
ataque en el que se descartó de inmediato algún tipo de accidente
y todos los indicios se dirigieron a la hipótesis del atentado.
Esto, porque además el objetivo esta vez fue un símbolo del
poder económico y político del país.
Aunque en el curso de este día los reportes indicaban
que el número de muertos había aumentado a 26, y unos 162
heridos, más tarde se llegó a la cifra de unos 32 fallecidos
y unos 200 heridos. La mayoría de las víctimas fueron rescatadas
hoy.
En tanto, expertos en antiexplosivos de Estados Unidos
son esperados en Bogotá para colaborar en las investigaciones, mientras
que el Departamento de Estado pidió a sus ciudadanos residentes
en Colombia permanecer atentos a posibles nuevos atentados. También
culpó de los hechos a las guerrillas de las FARC.
Asimismo, tanto el vicepresidente, Francisco Santos, como
el fiscal general, Luis Camilo Osorio, coincidieron en que la responsabilidad
recae en las FARC. Incluso, el fiscal dijo no descartar que en el atentado
se haya usado tecnología extranjera, por lo que denunció
que habría conexiones con grupos terroristas internacionales.
Santos expresó que la mayor guerrilla del país
es la que ha lanzado los recientes atentados en la capital colombiana,
y pidió la cooperación nacional y foránea para derrotar
el terrorismo.
El ministro del Interior, Fernando Londoño, también
pidió a la comunidad internacional "no tener complacencias y amistades
siniestras" con los grupos terroristas y de narcotraficantes de su país.
El gobierno mexicano condenó ayer enérgicamente
el atentado terrorista en Bogotá, y expresó al pueblo y a
su homólogo de Colombia sus más sentidas condolencias por
el hecho.
En un breve comunicado, la Secretaría de Relaciones
Exteriores señaló que decenas de familias, de hombres, mujeres
y niños han sido víctimas de la ola de violencia urbana,
por lo que el pueblo y el gobierno de México manifiestan su absoluto
repudio al terrorismo y se solidarizan con la nación sudamericana.