Recuento, testimonio hablado con el que participa en Voz viva de México
En tiempos de escasos lectores, quizá haya más escuchas, sugiere Aline Pettersson
CESAR GÜEMES
Voz viva de México, de la UNAM, la colección discográfica más amplia que recoge y resguarda el testimonio hablado de nuestros escritores, se mantiene. Y, como dice Aline Pettersson, autora del más reciente título de la serie, Recuento, ya que el país atraviesa por un momento de escasos lectores, quizá los escuchas no lo sean tanto.
Varias son las reflexiones que ofrece la poeta y novelista para participar en el proyecto, actualmente coordinado por el también escritor Mauricio Molina: ''Es una oportunidad de dar a la palabra escrita el énfasis que no está en los signos de puntuación. Claro, cualquier escritor está consciente de que en cuanto da a conocer su texto hay muchas lecturas y todas son válidas. Así, cada oyente del disco tiene la posibilidad de aceptar o no la lectura que da el autor. En todo caso, lo interesante como lector y escucha es saber de qué forma concibió el escritor tal o cual obra en su voz interna".
Si bien no es obligación del escritor decir sus escritos profesionalmente ante un micrófono, para Aline Pettersson el resultado fue satisfactorio:
''En un tiempo de escasos lectores, quizá no sean tan pocos los escuchas. Me sé recompensada con este trabajo, porque siento que se vuelve más tangible al emplear como medio no sólo la letra impresa. Claro que cuando uno escribe desea entablar un diálogo con el lector, y en el caso de un fonograma lo que se ofrece como producto es un monólogo. En la mejor de las posibilidades será un monólogo atractivo."
-Su obra es amplia y abarca diversos géneros. ƑCómo decidió qué fragmentos conformarían Recuento?
-Cuando se presentó la oportunidad de grabar, quise recorrer ciertos escritos míos que reflejaran el tránsito del tiempo en mi escritura, mi persona, mis afectos y preocupaciones. Es por eso que abro el disco con poemas que pertenecen a Cautiva estoy de mí, libro de temática amorosa, y cierro con textos de un poemario, Estancias del tiempo, que saldrá publicado en breve por el Fondo de Cultura Económica, en los que doy cuenta de mi personal mirada justamente sobre mi tiempo y querencias. El disco contiene prosas, es verdad, sólo que busqué abrir y cerrar con poesía, porque me pareció que de manera formal es más sencillo entrar al disco con la poesía y también es una buena idea para concluirlo.
Darse tiempo para conversar
Los textos de Recuento fueron escritos en distintas épocas. Pettersson, sin embargo, consiguió mantener el sentido a partir de una experiencia anterior, de orden editorial: ''Hace poco tuve que releer cuatro de mis libros y me encontré con que esa lectura me recordaba mi propia vida y la circunstancia en que los textos habían sido generados. Revivir el aspecto literario y vital de esas obras me ayudó mucho para la grabación. Acepto que uno se inventa muchas historias y a lo mejor mi lectura de hoy de los fragmentos del disco es muy distinta a cuando los escribí. Creo, sin embargo, que es cercana".
Recuento, con una presentación de Alberto Ruy Sánchez, está conformado por escritos provenientes de Cautiva estoy de mí, Enmudeció mi playa, Sombra ella misma, La noche de las hormigas y Estancias del tiempo.
Además de ''resguardar la voz de las personas que escriben", dice para concluir Aline Pettersson, escuchar a un autor tiene un añadido extra: ''En una época como la nuestra, en el que la vida citadina se ha vuelto muy apresurada, darse tiempo para la conversación se vuelve un placer poco ordinario. Así que cuando escucho la voz de los muy distintos autores que han participado en esta serie siento que se ejerce el derecho a la palabra hablada, elemento que cada vez tiene menos posibilidades de manifestarse con calma".