BUSH, RIESGO DE LA PAZ Y LA ECONOMIA
En
el actual presidente estadunidense, George W. Bush, parece haber, como
ocurría con su padre, una interrelación directa entre su
ineptitud económica y su agresividad militarista. Mientras más
impresentables son los resultados de su manejo de las finanzas públicas,
mayores son sus afanes por agredir países remotos: ayer, Afganistán;
mañana, Irak; pasado mañana, Corea del Norte, en cuyos alrededores
se ha ordenado ya un despliegue de dos docenas de bombarderos estratégicos
B-52 y B-1B.
Ayer, el mandatario envió al Congreso de su país
un plan presupuestal de 2.23 billones (millones de millones) de dólares
en el que se incluye un incremento sin precedentes de los gastos militares
y de seguridad interna, así como una obscena condonación
de impuestos a los inversionistas. Ese plan se traduciría, en caso
de ser aprobado, en un aumento del déficit fiscal de 304 mil millones
de dólares para este año y de 307 mil millones para 2004,
sin considerar el costo de la que parece inminente agresión bélica
contra Irak, que según los expertos significaría para los
contribuyentes de Estados Unidos, en el menos pesimista de los cálculos,
una carga de 61 mil millones de dólares. Aun sin guerra, las finanzas
públicas del país vecino experimentarían, con el plan
de Bush, una cifra roja sin precedentes desde 1992, cuando la torpeza económica
de Bush padre llevó el déficit a 290 mil millones de dólares.
El actual gobierno estadunidense busca ocultar su ineficacia
culpando a la recesión y a los atentados terroristas del 11 de septiembre
del año antepasado. Cifra sus esperanzas en una expansión
económica acelerada, en la disminución del desempleo y en
una inflación contenida para el próximo lustro, expectativas
que parecen tener escaso o nulo sustento en la realidad.
Es cierto que a corto plazo el déficit propuesto
podría contribuir a dinamizar en alguna medida la actividad económica;
pero si se sostiene una administración deficitaria por varios años
-como consta en la iniciativa presidencial- ello generaría altas
tasas de interés y agravar la recesión actual en profundidad
y duración. Opositores demócratas citados por Reuters advirtieron
incluso que los recortes tributarios "insensatos" y el consiguiente incremento
de la deuda pública acelerarán el declive económico
de Estados Unidos.
En esa medida, y habida cuenta de lo que pesan las finanzas
de la nación vecina en el mundo, cabe señalar que la incapacidad
administrativa del presidente Bush es a la economía planetaria una
amenaza tan peligrosa como es a la paz y la estabilidad mundiales su empecinamiento
bélico.