Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 4 de febrero de 2003
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Deportes
LaVolpe no cambiará las cosas, pero lo que piense y haga repercute en el equipo, dice

El triunfo de la selección depende de la humildad, asegura Octavio Rivas

La designación de un timonel es como la elección del presidente del país, afirma el sicólogo

JORGE SEPULVEDA MARIN

Los resultados que obtenga la selección mexicana de futbol dependerán directamente de la humildad con la que actúe y la sistematización con la que sea dirigida por el técnico Ricardo LaVolpe, estimó el especialista en comportamiento humano, Octavio Rivas.

De cara al primer partido que enfrentará el representativo nacional este martes ante Argentina, país del estratega nacional, el médico cirujano explica que toda proporción guardada, la designación de un técnico nacional de futbol es como la elección del presidente del país, en tanto que "no va a cambiar el estado de las cosas por arte de magia, pero lo que sienta, piense y haga repercutirá en todo el entorno".

Ejemplificó con una telaraña, al decir que si se jala un hilo, se moverá toda la estructura, para bien o para mal. Lo mismo le ocurrirá al técnico LaVolpe, porque cada acción que tome repercutirá en todo el equipo y en la gente interesada en el futbol, la gran mayoría en este país.

Con la experiencia de 26 años con selecciones del país y otros clubes profesionales, agrega que, como nadie es perfecto, LaVolpe deberá conformar un eficiente equipo multidisciplinario que colabore en la mejor ejecución del plan de trabajo.

Detalla que todo líder debe tomar en cuenta, para favorecer su desempeño, algunos aspectos fundamentales. Tener don de mando, pero sin complejos, porque se puede ser un excelente estratega, pero si se piensa como Hitler o deja vacíos de poder, no podrá avanzar.

El siguiente es el estilo de liderazgo y de los seguidores. Puede crearse un grupo sumiso o toparse con otro que no respete las reglas, ante los cuales deberá imponer orden y disciplina en los mejores términos posibles, porque no debe olvidar nunca que a él le cobrarán las cuentas.

Que no le suceda como al ex técnico nacional Raúl Cárdenas, cuando en las reuniones previas les explicaba a los jugadores lo que debían hacer, pero en la cancha hacían todo lo contrario, de allí que Nacho Trelles explicara -en broma- que sus triunfos se dieron gracias a que le daba a los seleccionados las instrucciones al revés.

Otro precepto sería tomar en cuenta la cultura del grupo, porque no es lo mismo ser erudito que analfabeta, ya que de eso dependerá el que entiendan y se identifiquen todos con los objetivos, las metas y busquen lograrlos armónicamente.

Los dos aspectos finales tienen que ver con escoger a amigos aunque no sean capaces, y satanizar a los demás, porque esto seguramente generará conflictos que pueden agravarse y crear severos problemas que darían al traste con el mejor plan de trabajo, apunta.

El mal carácter de LaVolpe

Recuerda que el mal carácter que mostró en el pasado LaVolpe seguramente ahora lo ha modificado, pero como todo ser humano está expuesto a estallar -"por no tomar en cuenta los puntos ciegos de sí mismo, los que tenemos, pero no conocemos"- luego de un mal resultado, de una pregunta incómoda o de cualquier situación adversa que se pudiera presentar, de allí que requerirá de un especialista en el manejo con los medios de comunicación, para evitar esos exabruptos o suavizarlos.

"Las personas con ese perfil tienden a confundir humildad con humillación y creen que, con tantito que cedan, todos los van a pisotear. Será porque se les olvida que la grandeza de los hombres se mide por su sencillez, como le ocurrió a Martin Luther King, por ejemplo."

-Se podría ya definir el estilo del estratega nacional como paternalista, autoritario...

-No lo podría hacer tajantemente, pero creo que puede ser paternalista en el sentido de que dirá que las reglas las pone él, pero cuando se rompe el equilibrio podría convertirse en autoritario; cualquiera de ambas detendrá el desarrollo de la armonía en el grupo.

Quizá podría recordar LaVolpe que, en sus inicios, cuando fue el tercer portero en el equipo de César Luis Menotti y no entraba en la alineación, siempre estuvo presente para cooperar con el plantel. Eso es, justamente, humildad.

Por su trabajo al lado de seleccionadores nacionales, como Raúl Cárdenas, Ignacio Trelles y Miguel Mejía Barón, entre otros, Rivas recomienda la aplicación de sociogramas, donde cada jugador escriba en una hoja los nombres de sus compañeros y los una con líneas continuas o punteadas, según su cercanía con ellos.

Ya una vez ocurrió que a un centro delantero se le olvidó poner a su compañero de línea y por allí empezó a descubrirse por dónde no andaban bien las relaciones internas de aquella selección, recuerda.

Como sea, termina, lo mejor será que todo le funcione como lo tiene planeado Ricardo y que los directivos, cuerpo técnico y sus jugadores lo apoyen. Si no, de eso platicaremos luego.

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