La presencia internacional en el país no ha podido detener el fenómeno, señala
Afganistán, primer productor mundial de opio otra vez, dice oficina de la ONU
La nación obtiene por venta de drogas alrededor de 15% de su producto interno bruto
AFP, DPA Y PL
Nueva York, 3 de febrero. Afganistán retomó su lugar como primer productor mundial de opio, al elaborarse en su territorio casi tres cuartas partes de la producción total de 2002, aseguró la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen.
En un informe presentado este lunes, la instancia señaló que la producción de opio en Afganistán fue de 3 mil 422 toneladas en 2002 -muy por encima de Birmania y Laos-, mientras en 2001 se elaboraron 185 toneladas, luego que el régimen talibán prohibió su obtención.
Los récords de producción fueron registrados en 1999 y 2000, con 4 mil 600 y 3 mil 300 toneladas, respectivamente.
Afganistán está bajo control de un gobierno respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde diciembre de 2001, cuando Estados Unidos derrocó al régimen talibán tras una ofensiva militar ordenada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.
En la ofensiva militar, primera acción bélica contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos, no se logró capturar a Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda, a quien Washington responsabiliza de dichos atentados.
El gobierno afgano es respaldado por una fuerza de seguridad internacional de 4 mil 300 soldados en la capital, Kabul, y sus alrededores, mientras 10 mil efectivos estadunidenses continúan la búsqueda de remanentes del régimen talibán en las provincias.
El aumento de la producción de opio provocó varias preguntas, dijo el director ejecutivo de la oficina mencionada, Antonio María Costa, en el informe. "ƑPor qué la presencia internacional en Afganistán no puede controlar un fenómeno vinculado al terrorismo internacional y al crimen organizado?", cuestionó.
"ƑPor qué el gobierno central en Kabul no puede hacer cumplir la prohibición de elaborar opio ordenada por el presidente Hamid Karzai en enero del año pasado, como lo hizo el régimen talibán?", añadió.
"Desmantelar la economía del opio será un proceso largo y complejo. No se puede hacer por medios militares y autoritarios. Eso se intentó en el pasado y fue insostenible. Debe realizarse con los instrumentos de la democracia, con el poder de la ley y mediante el desarrollo", expresó.
Se estima que el año pasado ingresaron en Afganistán al menos mil 500 millones de dólares procedentes de la venta y el contrabando de heroína y otros opiáceos. "Son ingresos extraordinarios para un país en que la renta diaria media no alcanza los dos dólares" per cápita, explica el informe. La venta de las drogas supone alrededor de 15 por ciento del producto interno bruto de Afganistán.