Secuestran a indígena sujetos encapuchados y pertrechados con cuernos de chivo

Comando armado acosa a zapatistas del municipio autónomo Che Guevara

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Cuxulja, Chis., 3 de febrero. Mientras el gobierno federal se esmera en "precisar la terminología" para referirse a los grupos armados (que, nadie lo niega, existen en la zona de conflicto; la cosa es darles el nombre correcto), un grupo de encapuchados, con uniforme negro y armados con AK-47 ronda, desde hace pocas semanas, las comunidades del municipio autónomo Ernesto Che Guevara, y el pasado 22 de enero secuestraron, interrogaron y amenazaron a un indígena, base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Se multiplican los testimonios de pobladores del tramo carretero entre el crucero de Cuxuljá y la ciudad de Ocosingo, así como campesinos tierra adentro, que han visto atravesar sus milpas o bien ocultarse en el bosque a individuos armados. Incluso comensales y trabajadores de un modesto restaurante al pie de la carretera, a escasos kilómetros de aquí, confirmaron haber visto recientemente en los alrededores, hombres uniformados de negro portando armas de alto poder.

Si bien los municipios autónomos de la región (principalmente Ernesto Che Guevara y Primero de Enero) no han hecho ninguna denuncia, La Jornada pudo confirmar que un joven tzeltal fue secuestrado el 22 de enero a un kilómetro de la comunidad Moisés Gandhi por cinco hombres encapuchados y armados con cuernos de chivo, quienes durante muchas horas lo mantuvieron amarrado, amenazado, interrogado; lo intentaron sobornar, lo volvieron a interrogar, y por fin lo drogaron, presumiblemente para hacerlo hablar.

Luego de capturarlo, los secuestradores lo habían hecho caminar dos o tres kilómetros con los ojos vendados, hasta una casucha de madera, donde lo tuvieron vendado y atado. El indígena recuerda que entraban y salían hombres. Empezaron a interrogarlo sobre "sus mandos" y amenazaron con torturarlo si no cooperaraba. Después le ofrecieron dinero.

Finalmente, recibió una inyección y fue obligado a ingerir alguna bebida. Al parecer, perdió el conocimiento. O al menos no recuerda nada hasta que horas después se descubrió, solo, en la misma casucha. Logró forzar la puerta de madera, asegurada con candado, y huyó por una vereda, dejando atrás lo que parecía un campamento o campo de adiestramiento. No le tomó mucho llegar a la carretera internacional, cerca de la ciudad de Ocosingo, y de unos terrenos propiedad del Ejército que se anuncian con grandes letreros.

Aunque lo mantuvieron encerrado en un lugar que no logró identificar, el joven asegura haber escuchado voces de hombres no indígenas, y ruido de armas; posiblemente prácticas de tipo militar. Sospecha que la cabaña se localizaba en las afueras de un campamento de paramilitares.

Hace poco, a fines de enero, campesinos que trabajaban una milpa cerca de Moisés Gandhi escucharon un disparo dirigido hacia donde se encontraban. Temen que se trate de una agresión del mismo grupo.

Estas circunstancias se dan en medio de un conflicto entre el municipio autónomo Che Guevara y la Organización de Caficultores de Ocosingo (Orcao), debido a las tierras de Sacrificio-La Esperanza. Siendo que las apariciones de los hombres armados y el secuestro del joven zapatista han ocurrido en el territorio que ocupan miembros de la Orcao, los indígenas del municipio autónomo sospechan que los caficultores podrían estar vinculados al nuevo grupo armado.

Ahora, como en ocasiones anteriores, la Orcao ha negado que en sus filas haya personas armadas o que realicen acciones de contrainsurgencia. No obstante, los conflictos entre los autónomos y la Orcao, que se manifestaron por primera vez precisamente en este crucero de Cuxuljá, ocupan un lugar destacado (podría decirse que desproporcionado) en los análisis de inteligencia militar presentados por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al Grupo Chiapas a fines de 2002, y que conforman uno de los anexos del plan de acción gubernamental para el conflicto.

Como se recordará, hasta diciembre de 2000 existió en este sitio, equidistante de las ciudades de Ocosingo y Altamirano, una base de operaciones mixtas del Ejército federal, que fue retirada por órdenes del presidente Vicente Fox tras su toma de posesión. Cuxuljá era una de las siete posiciones militares que el EZLN demandó retirar como "señales" del entonces nuevo gobierno federal.

Los militares se retiraron, pero ya habían desarrollado una amplia relación con los pobladores priístas de la zona, en especial Cuxuljá, poblado que alcanzó incluso cierta dependencia económica con el cuartel, pues ofrecía alimentos y servicios a la población castrense.

A partir del cambio de gobierno se modificó el escenario. Ahora se suscitan diferencias entre el municipio autónomo y la Orcao, que antes participaba en la autonomía y la resistencia. Con Pablo Salazar Mendiguchía, los orcaístas se volvieron parte del gobierno, después de participar en la alianza perredista que apoyó a Salazar en los comicios de 2000.

Desde entonces han proliferado los conflictos entre orcaístas y zapatistas; todos similares. Las tierras "recuperadas" después de 1994, que se había acordado mantener en propiedad comunal, fueron reclamadas por la Orcao a partir de 2001 para titularlas individualmente, por sugerencia del gobierno estatal.

Este doloroso "río revuelto" entre hermanos indígenas ha causado conflictos en los municipios autónomos Che Guevara, Primero de Enero, Francisco Gómez y 17 de Noviembre. Todos documentados en el anexo de los servicios de inteligencia para el plan de acción del Grupo Chiapas. Más de 90 por ciento de la información contenida es dichos anexos corresponde a Ocosingo y Altamirano, y en todos los casos se identifica a los zapatistas como los "agresores" a contener.

En el diagnóstico del Cisen y la Sedena se describen los "actores y conflictos entre organizaciones" en Cuxuljá, Chamizal, Sibacjá, Nuevo Morelia, 7 de Enero, La Esperanza, El Progreso, El Nantze, San Martín, Ejido Morelia, San Juan (llamada por los zapatistas 6 de Agosto), Gabino Barreda y otras comunidades. Todas, circunvecinas al estratégico crucero de Cuxuljá.