El medallista mundial espera recuperarse para ir a Panamericanos

Lesionado, Alonso Murayama ganó el selectivo de karate

Aunque su disciplina no es olímpica, pide ser considerado en CIMA

ROSALIA A. VILLANUEVA

El regiomontano Alonso Murayama dejó momentáneamente la pasarela del modelaje para dejar en el colchón el coraje y la experiencia al batir ayer a todos sus rivales en el selectivo de karate, pese a la lesión en la ingle que se produjo hace tres días en España.

"Eso lo dejé atrás porque vine con la mentalidad de ganar y hay que seguir adelante con los Panamericanos'', dijo el campeón centroamericano en la categoría de menos de 75 kilogramos.

De padres japoneses, el deportista de 28 años nació en Monterrey, ciudad que albergará el próximo año el Mundial de Karate, donde espera obtener el metal dorado que todavía no ha ganado, pues ya posee las medallas de plata y bronce de las ediciones anteriores.

A Murayama no le incomoda que lo señalen como el mejor karateca del país ni se siente presionado por la responsabilidad que tiene dentro del equipo, y resta interés a los comentarios de que tiene a los jueces de su lado.

"Uno tiene que demostrar que es el mejor y el número uno; si hay favoritismo o no creo que me lo he ganado, porque cuando obtuve las medallas mundiales no hubo jueces mexicanos y a veces pesa el nombre y los resultados que has dado'', puntualizó.

Señaló que precisamente por eso compitió en el selectivo que se efectúo en el gimnasio de la Conade en Tlalpan, y poco le importó estar lesionado de la ingle y terminar adolorido tras derrotar ayer a ocho rivales.

Incluso en su combate contra Ricardo Campillo, éste lo agarró mal parado y le pegó donde sabía que estaba lastimado. Alonso vomitó, se recuperó y finalizó invicto.

Además de conseguir el boleto al Centroamericano de la especialidad en Nicaragua, del 19 al 26 de mayo, el karateca espera recuperarse de su lesión para estar listo en el clasificatorio continental de abril que se realizará en Santo Domingo, sede de los Panamericanos de agosto, porque busca superar el tercer lugar logrado en Winnipeg 1999.

Murayama expuso que en sus inicios contó con la ayuda de su familia, y con el dinero que ganó en castings y modelaje pagó algunos de sus viajes, aparte de haber terminado la carrera en administración deportiva.

Lamentó que por ser el karate un deporte no oficial en el programa olímpico no puede aspirar al programa de becas CIMA, por lo que pide a las autoridades que sus actuaciones mundialistas sirvan de parámetro para recibir una beca de 20 o 25 mil pesos mensuales.

Junto con Murayama quedaron seleccionados Martha Embriz, Miriam Juárez (53 kilos), Ivonne Mata, Yaritzi Tapia, Emilio López y Brandon Lozano (kata), Emilio Oviedo, Gabriel García (kumite), Murayama y Armando Medina (menos de 75), Alejandro Guardado y Jorge Castillo (más de 80).