EN EL CHOPO
Javier Hernández Chelico
Dos libros y tres bandas
EN LOS CORREDORES del Chopo empieza a circular
un par de libros; uno sobre rock mundial y el otro es una investigación
sobre los devenires del rock mexicano. El primero es Para documentar
el rock, análisis cronológico y musical de los géneros
roqueros escrito por José Manuel Trujillo Cedillo. Este tomo consta
de 200 páginas repletas de información que aporta datos acerca
del origen de este ritmo, de sus primeros géneros y de la trascendencia
social de esta música. Así, mediante este trabajo editorial
independiente, encontramos referencias sobre ritmos primigenios, como el
blues, el rockabilly y el skiffle; también tiene su capítulo
el surgimiento del ska y el surf en los años 60. Trujillo Cedillo
([email protected]) nos lleva de la sicodelia al nü
metal, pasando por el glam, el punk, el new wave, el gótico, el
grunge y hasta el rock cristiano.
EL OTRO ESCRITO es Rock-eros en concreto,
de Violeta Torres Medina, "flautista y musicóloga egresada del Conservatorio
Nacional de Música. Obtuvo su maestría en Gestión
y Usos de la Información en la Facultad de Economía de la
Universidad de La Habana, Cuba. Desde 1977 es investigadora de la música
de México en el Instituto Nacional de Antropología e Historia",
según se lee en la solapa de este libro sui generis, tanto
por su planteamiento -denota las limitaciones tanto musicales como letrísticas
de los roqueros mexicanos- como por el lenguaje usado en un tema tan popular
como es el rock. Veamos el siguiente ejemplo en donde Torres Medina realiza
un análisis de la canción El enmascarado de látex
(letra y música: Alejandro Lora y Francisco Barrios): "El texto
de esta pieza se mueve entre los versos de 5, 6, 7, 8 y 9 sílabas.
El eje métrico es el octosílabo. En general se observa que
dada la pobreza tanto de contenido como del manejo de la técnica,
los octosílabos no pueden mantenerse, y se mutilan en algunas ocasiones
en siete y seis sílabas o se engrosan en nueve o hasta 10 sílabas.
Esto se debe a la ausencia de un ordenamiento seriado o gradual o con base
en la repetición. El texto de esta pieza, como la mayoría
de la producción de Alejandro Lora, contiene lenguaje manejado en
forma de albur o de doble sentido'' (pp 218-219).
CON EL CHOCANTE término de Rockmex,
la etnomusicóloga rebautiza al rock hecho en nuestro país
y determina que personajes como Los Cinco Latinos, Jorge Barón,
Víctor García y Jorge Lánder son rocanroleros. Rock-eros
en concreto es un volumen que resume un tema sabido -la falta de cultura
musical, no sólo de los roqueros, sino del pueblo en general- en
tal forma, que en ocasiones hay textos cercanos a la pedantería.
Leamos (pp 20-21): "Metodología. El estudio fue abordado a partir
de cuatro métodos complementarios entre sí. Método
sincrónico: Se identificaron los subgéneros roqueros, sin
considerar su proceso de desarrollo histórico. Método cuantitativo:
Se establecieron las aproximaciones a los subgéneros roqueros y
a sus representantes. Lo importante aquí fue cuantificar, ¿cuántos
grupos?, y, ¿qué interpretan? No se utilizó ningún
método estadístico debido a que el estudio fue de carácter
exploratorio. Método diacrónico: Se analizaron los procesos
de importación y de asimilación tecno-musicales de algunos
géneros y subgéneros. Método cualitativo: Se analizaron
las determinaciones (simples o complejas) de algunos subgéneros
mediante el análisis métrico y la transcripción musical".
Chale.
Dark, hard y un héroe
TRES BANDAS CON diferente propuesta musical se
presentarán este mediodía en el foro de Radio Chopo. En la
primera tocada de febrero abrirá Sandokán, grupo con nombre
de héroe de historieta e incipiente historia en el libro del rock
mexicano; Black María será el siguiente en ocupar la tarima
del espacio chopero para dar una probada de su hard rock, que contiene
una buena dosis de denuncia social, sin olvidar lo intimista; por último,
subirá al escenario Sangre de luna, banda participante en la pasada
emisión del Cervantino -este año también estará
en Guanajuato- y muy conocida por todo el Bajío, en donde ya es
aceptado su demo llamado Nocturno. Donde aún no hay
actividades es en el Libro-club Jesús Luis Benítez El
Buker, y en la galería De la calle y en la calle de Cultura
Visual, espacio dedicado a exposiciones de fotografía. En ambos
casos, es lamentable la falta de actos -ojalá no sea por falta de
apoyo-, ya que el Tianguis Cultural del Chopo, en el nombre lleva la fama.
EL ROCK SIGUE en El Chopo
continúa suspendido en lo que termina su restructuración.
Enrique Falcón y Jorge Barragán siguen buscado la fórmula
para reaparecer con un programa de radio a la medida de los actuales tiempos,
y para eso recurren a los choperos -visitantes y locatarios- para que aporten
ideas. Las sugerencias se pueden mandar a [email protected],
y también se pueden entregar en cualquier local del tianguis.