Gilberto López y Rivas

Impresiones de la realidad cubana

Quien recuerde las condiciones de Cuba en los tiempos inmediatamente posteriores al derrumbe del campo socialista, estará de acuerdo en que el panorama no era nada halagüeño. Limitaciones en el abastecimiento de energéticos y productos básicos, déficit de servicios públicos, carencia de alimentos, eran parte de la situación imperante, lo que dejaba expuestas con toda crudeza las consecuencias del bloqueo económico estadunidense, así como los errores de la dirigencia revolucionaria. Sin desconocer que hoy el pueblo cubano enfrenta todavía serios problemas, mis impresiones recientes son mucho más optimistas.

A diferencia de nuestros países, en donde los gobiernos no asumen ninguna obligación en materia educativa, dejando su desarrollo a la "mano invisible" del mercado, el pueblo cubano y su gobierno han hecho grandes inversiones en educación, pero también en cultura, salud y deporte.

Como jurado del Premio Casa de las Américas he podido comprobar el auge de la cultura cubana, de las artes, de la literatura, que reflejan un momento de esplendor de la sociedad y un Estado que tiene como su principal prioridad la atención de las necesidades humanas en todos los planos.

La democracia en Cuba ha avanzado de manera consistente. Lejos de la práctica engañosa de la mayor parte de los sistemas políticos, que se basan en los intereses de unos pocos, la mercadoctenia y la manipulación mediática, la experiencia cubana de democracia participativa ha superado las expectativas más optimistas.

A pesar de las descalificaciones que ha recibido el proceso electoral, de las exhortaciones al voto en blanco de los adversarios internos de la Revolución, el pueblo cubano ha llevado a cabo una elección para la Asamblea Popular y los poderes municipales en la cual se registró un abstencionismo de 3 por ciento.

De esta votación masiva se pueden hacer múltiples lecturas: es el refrendo del socialismo en Cuba. Para los agoreros del pensamiento único, que veían como opción única el capitalismo a partir del derrumbe del Muro de Berlín, la historia cubana reciente los ha desmentido. Este virtual plebiscito ha consolidado el socialismo, apegado indudablemente a las tradiciones históricas y las caracteristicas del pueblo cubano.

La integración de los órganos del poder popular refleja la riqueza y diversidad de la sociedad cubana. Hoy participan las mujeres, la población negra, los jóvenes, gente de diferentes creencias religiosas, profesiones y actividades, que impulsan una democracia con alta representatividad de carácter étnico, de género y generacional.

La sociedad cubana es en esencia antagónica a la sociedad de consumo. Los ciudadanos actúan contra todo tipo de prácticas que signifiquen desperdicio o derroche. De esta forma han perseverado y sobrevivido como pueblo y sociedad en las condiciones más adversas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha señalado que el pueblo cubano cuenta con los más altos estándares de educación e información. La cotidianidad lo comprueba. Destaca el alto nivel de información que posee el ciudadano medio. Esto no es casual, sino fruto del carácter socialista de la Revolución Cubana.

El apoyo a los movimientos anticoloniales de los pueblos africanos, el latinoamericanismo, la presencia solidaria en cualquier parte del globo, el aporte de su medicina social contra las epidemias a escala mundial, lo da un pueblo interactuante. Sobran ejemplos: ayer Argentina y Nicaragua; hoy más de 200 médicos cubanos que solidariamente van a atender la emergencia sanitaria en Chiapas.

Cuba vive una apertura ideológica y política que se observa con claridad en el campo de la cultura. Una obra de un escritor cubano, Coro infinitum, que resalta la tolerancia y la convivencia en la diversidad, fue galardonada por la crítica teatral. De la misma manera, el relevo generacional en niveles altos del gobierno se expresa en funcionarios jóvenes, abiertos a confrontar sus ideas en un clima democrático, en los más diversos foros, como sucede con el actual ministro de cultura. Prueba de esta apertura fue la calurosa recepción al escritor cubano Edmundo Desnoes, autor de Memorias del subdesarrollo, luego de 22 años de ausencia en la isla, lo que pone en tela de juicio esa división entre cubanos de afuera y de adentro, alimentada por el imperio.

La dolarización de la economía cubana, debida al aumento de la actividad turística y de las remesas provenientes de familiares radicados en el exterior, está teniendo un doble efecto en el país: por un lado, fortalece la economía y, por otro, genera desigualdad en materia de ingresos. La gran tarea es armonizar el desarrollo turístico con el igualitarismo de la Revolución.

Cuba va superando el llamado periodo especial. Así lo indican los resultados económicos de 2002 que resaltan los avances en materia social, en abastecimiento de alimentos, en mayor disponibilidad de medicinas, en mejora en los servicios eléctricos. Todo esto a pocas millas de la mayor potencia económica y militar del planeta, que le ha impuesto un bloqueo criminal desde hace 42 años.