ENTREVISTA /IGNACIO CARRILLO PRIETO, FISCAL ESPECIAL PARA DESAPARICIONES
En los 70 el poder civil utilizó al Ejército para destruir la disidencia
EN POCO TIEMPO SE EJERCITARA ACCION PENAL CONTRA ALGUNOS, DICE
"No fue una guerra sucia, porque no es una confrontación en la que el Ejército se olvida de la Convención de Ginebra, en la que se exige que los contendientes respeten la calidad del prisionero, las reglas de rendición o de capitulación; aquí lo que hay es la comisión de delitos"
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El poder civil utilizó al Ejército Mexicano para destruir a la disidencia armada y lo relacionado con ella en los años setenta, afirma Ignacio Carrillo Prieto, titular de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.
Para el fiscal, el término de guerra sucia está mal aplicado, porque no se violaron las leyes de la guerra; lo ocurrido aquellos años en México fue la comisión de delitos tales como desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, privaciones ilegales de la libertad y homicidios calificados.
Asegura que en muy poco tiempo se ejercitará acción penal en contra de algunos implicados en la desaparición de presuntos guerrilleros, pues "ya hay grandes avances en las indagatorias".
Carrillo Prieto señala que la fiscalía buscará hacer valer la aplicabilidad de las normas y tratados internacionales que se refieren a delitos de lesa humanidad en estos asuntos, pues considera que no existían condiciones para que prosperara una denuncia penal en contra de los responsables de lo sucedido el 2 de octubre de 1968, el 10 de junio de 1971 y durante los años setenta y ochenta, y pregunta: Ƒentonces cómo iba a empezar a correr el tiempo de la prescripción?
-ƑCómo se siente, a un año de iniciada su labor?
-A diferencia de hace un año, me siento mucho más seguro de lo que estamos haciendo, por varias razones: por la voluntad del Presidente para que se hagan las cosas; muy seguro del apoyo que el titular de la Procuraduría General de la República, Rafael Macedo de la Concha, ha dado todo este tiempo, pero sobre todo, después de haber caminado con los denunciantes, víctimas y organizaciones, he adquirido un compromiso con los grupos que reclaman justicia.
"Creo que sin que el Ministerio Público pierda ninguna objetividad, estoy solidariamente comprometido con quienes desean justicia.
"Me siento muy comprometido a obtener resultados tangibles, y después de un año lo que es claro es que no pueden ir pasando los meses sin que haya conclusiones ministeriales; tiene que haberlas, porque ya la investigación afortunadamente, gracias al esfuerzo de mis compañeros y de otros que han intervenido en el esclarecimiento de los hechos, ha alcanzado logros".
-ƑTiene plazos fatales para consignar?
-No hay plazos fatales, pero sí metas fatales, plazos sociales, históricos, que a querer o no hay que observar. La sociedad mexicana no toma en cuenta si hace un año se creó la fiscalía, sólo dice: hace 32 años que no tenemos justicia por lo de Tlatelolco y hace 27, 25, 24, 20 años que no hay resolución sobre la guerra sucia, que es por cierto un término que jurídicamente no tiene valor.
"En nuestro caso se trata de investigar privaciones ilegales de libertad, tortura, homicidios y otros ilícitos, pero fundamentalmente éstos.
"No fue una guerra sucia, porque no es una confrontación en la que el Ejército se olvida de la Convención de Ginebra, en la que se exige que los contendientes respeten la calidad del prisionero, las reglas de rendición o de capitulación. Guerra sucia es la que no respeta esas reglas; aquí lo que hay es la comisión de delitos.
"En estas desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, para utilizar la terminología de hoy; privaciones ilegales de libertad y homicidios calificados, para utilizar la de siempre, ya hay avances que permiten ejercitar la acción penal en unos meses más, muy poquitos más".
-Además de llevar a los responsables de esos delitos ante los tribunales, Ƒla fiscalía contará la historia de lo que ocurrió en cada uno de los temas que investiga?
-Sí. En la estructura de la fiscalía hay un área importante, la del esclarecimiento histórico; la tarea de este órgano irá acompañada de la publicación de lo ocurrido.
"Habrá una sede ministerial y una sede histórica para el procesamiento de estos problemas. La sede histórica la constituye el Comité Ciudadano, pero además estos problemas tienen que tratarse desde el ángulo histórico, ministerial y jurídico-penal.
-ƑEn verdad ha tenido resultados la fiscalía?
-Hasta este momento es un resultado, aunque no el óptimo, haber sentado en el banquillo de los acusados a un ex presidente, a Luis Echeverría, y en dos ocasiones a Alfonso Martínez Domínguez, y haber interrogado también al ex procurador Julio Sánchez Vargas y al ex jefe del Estado Mayor Presidencial Luis Gutiérrez Oropeza.
"Eso era inédito en toda esta construcción del Estado democrático en México".
-ƑCómo se siente ante el silencio de los indiciados?
-Muy tranquilo, porque desde un principio entendí, y todos entendemos, que si las cárceles tuvieran que llenarse con gente que declarara sobre sus propios hechos, pues no habría más que un ala, en algún lugar, quizá todavía en Lecumberri, en donde hubiera cuatro o cinco señores y no habría nadie más. Lo que tenemos muy claro es que el Ministerio Público tiene otras formas de allegarse elementos de convicción y las pruebas necesarias para lograr el castigo penal ante un órgano judicial.
-En este año de trabajo, Ƒel apoyo social ha sido un elemento importante para las pesquisas?
-Ha sido tan importante que uno de mis principales compañeros de trabajo militó en la Liga Comunista 23 de Septiembre. Ha sido tan importante, que al encontrarme por primera vez con las madres de desaparecidos en Sinaloa me di cuenta, de una manera que no puedo expresar con palabras, del compromiso moral que he adquirido con esa gente.
"En ellas vi a mi tía Evelina, mamá de Dení Prieto; en ellas vi a mi abuela, a mi propia madre y pues ese es el gran compromiso con mis compañeros del 68 que padecieron persecución, independientemente de lo que hayan hecho contra el orden jurídico mexicano.
"Yo no creo que nadie se enfrente con las armas, no con el Ejército, sino con el Estado mexicano, porque se le ocurrió. šNo! La tesis de los muchachos revoltosos es indudablemente de mi abuelito".
-ƑLa fiscalía aplicará la legislación de aquellos años en estas investigaciones o buscará la aplicación de la legislación internacional que habla de delitos de lesa humanidad?
-Nuestra obligación es investigar y después adoptar las resoluciones jurídicas del caso, pero aquí lo que hay que hacer seguramente para adoptar las condiciones jurídicas correspondientes es entreverar de manera inteligente las normas nacionales con las internacionales.
"El asunto no puede mirarse únicamente como un caso que ocurrió a nacionales mexicanos; claro que les ocurrió, y habrá algún extranjero, pero al ocurrirle a cualquier hombre o mujer le ocurrió a toda la humanidad, por eso se dice que la tortura, la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial son crímenes de lesa humanidad.
"Hay que ser congruentes, lo que hay que mirar acá es cómo se trata internacionalmente. México ha aceptado la globalización y tiene que aceptar todos los beneficios y también los inconvenientes.
"Claro que es necesario aplicar el tratamiento jurídico del problema con la óptica de las normas nacionales, porque yo no voy a poder construir nada sin los fundamentos del Código Penal Federal, pero el fiscal hará valer la necesidad de la aplicabilidad de las normas y tratados internacionales sobre estos asuntos.
"Si durante años no fue posible perseguir, fue porque no estaban dadas las condiciones, existían otras y no se iba a llegar a nada en una denuncia sobre estos asuntos. Entonces, Ƒcómo va a empezar a correr el tiempo de la prescripción?"
-ƑEl Ejército puede ser considerado responsable de estos delitos?
-No. Mi convicción es que el Ejército Mexicano fue utilizado por el poder civil para lograr sus propósitos, para destruir a la disidencia armada y lo relacionado con ella en los años setenta.
"El Ejército, como institución, penalmente no puede tener responsabilidades, porque ni histórica ni orgánicamente participó en todo como una institución. Una parte del Ejército fue utilizada por el poder civil para conseguir esos propósitos. Hay que tener muy claro que el Ejército no diseñó, no inventó, no promovió, no provocó; esto es, hasta ahora, lo que aparece de las investigaciones".