EL CAMPO ANTE EL TLCAN
Cede Usabiaga ante agricultores priístas; el diálogo deberá crear un acuerdo nacional
Maniobras de Sagarpa para dividir a campesinos
MATILDE PEREZ, PATRICIA MUÑOZ Y ENRIQUE MENDEZ
En un intento por reventar la marcha campesina de mañana, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) logró dividir a las organizaciones, al acordar con los grupos miembros del Partido Revolucionario Institucional que los resolutivos del Diálogo por una política de Estado para el campo se consideren como un acuerdo nacional y que la convención sea sólo para firmarlo, con lo cual limita la discusión a las agrupaciones que se apeguen al objetivo gubernamental.
Sin embargo, El Barzón y El campo no aguanta más acordaron continuar la movilización, arropados por todos los sindicatos independientes que participan en la Unión Nacional de Trabajadores. Además, el Frente Sindical Mexicano (FSM) -integrado por el Sindicato Mexicano de Electricistas y otras 50 organizaciones- se sumó ayer a la lucha del sector campesino y firmó un acuerdo de apoyo y solidaridad a sus movilizaciones, y de adhesión a la demanda de suspender el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En una ardua labor de presión, realizada durante toda la semana, en la que se reunió con cada uno de los dirigentes de las organizaciones campesinas priístas, el titular de Sagarpa, Javier Usabiaga Arroyo, los recibió a todos la noche de ayer. Después de 40 minutos de "diálogo" con los líderes priístas, el funcionario se comprometió a que, junto con los secretarios de Gobernación y Economía, Santiago Creel y Fernando Canales, respectivamente, sí habrá un acuerdo nacional agropecuario, que se firmará en la convención nacional.
La respuesta se hará mediante un desplegado, suscrito por los tres secretarios. De esta manera, la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Unión General de Obreros Campesinos de México, Confederación Agrarista Mexicana, Central Campesina Independiente, Alianza Campesina del Noroeste y el Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos -miembros del Congreso Agrario Permanente (CAP)-, ya no participarán en la marcha de este viernes ni en el congreso del 5 de febrero al que convocaron El Barzón y El campo no aguanta más.
Así, Usabiaga logró dividir al sector campesino y trata de debilitar su movimiento. Sin embargo, Víctor Suárez, vocero de El campo no aguanta más, planteó que frente a la unión de obreros y campesinos en una lucha por la soberanía alimentaria, el gobierno de Vicente Fox tiene dos caminos: abrir efectivamente los espacios para el diálogo o mantener su postura de cerrazón y "perder legitimidad y sumir al país en la ingobernabilidad".
Salvador Ibarra, en nombre del FSM, señaló que esta organización no sólo participará en la megamarcha, sino en todas las batallas que se emprendan para salvar a este sector, y cada sindicato podrá contemplar la posibilidad de llevar a cabo paros de actividades y otras formas de movilización.
En su labor, Usabiaga no estuvo solo. El dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, llevó a cabo una estrategia: la reunión pública programada para el lunes en un hotel de Reforma con el CAP, se la llevó a la sede nacional del partido ese mismo día en la noche y sólo convocó a las organizaciones afiliadas al tricolor.
Después, el ex secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, exigió a los 12 dirigentes del CAP, no sólo a los priístas, no participar en la marcha y continuar el diálogo con la Sagarpa. Ante la negativa de los no priístas, hubo jaloneos y presiones en el CAP, que también llegaron a la CNC, que preside Heladio Ramírez López.
Hasta la tarde de ayer, algunos miembros del comité nacional cenecista estaban en favor de participar en la marcha e inclusive se habló de que llegarían contingentes de Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos, estado de México, Distrito Federal y Guerrero. Incluso, el secretario general, Jesús Morales Flores, se dijo dispuesto a encabezar el contingente de la CNC.