EL CAMPO ANTE EL TLCAN

Piden a Fox atender la emergencia en el agro

Sostienen obispos que ningún pacto comercial es inamovible

Los prelados justificaron las movilizaciones de jornaleros

JOSE ANTONIO ROMAN

Tras señalar que el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) "no es justo", los obispos de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Mexicano exhortaron al gobierno del presidente Vicente Fox a utilizar "todos los recursos a su alcance" para atender la "emergencia" del campo. "Los tratados comerciales de ningún modo representan un compromiso fatal e inamovible", argumentaron.

En un mensaje sobre la situación del agro, los obispos critican severamente las políticas públicas que a lo largo de varias décadas han dejado a este sector en un completo abandono y a los campesinos en una miseria generalizada. "En este contexto entendemos las movilizaciones campesinas e indígenas que perciben que sus autoridades y la sociedad no estamos haciendo lo suficiente para revertir el actual deterioro del campo".

Se advierte sobre el surgimiento de una escalada de violencia y de conflicto social si no se atiende con urgencia el problema del campo; señala que los acuerdos comerciales sólo han beneficiado a unos cuantos productores, mientras que el resto se ha quedado en el autoconsumo y la miseria; reitera la "manipulación política" de la que tradicionalmente ha sido objeto el campo; da cifras "alarmantes" de la dependencia alimentaria del país, y junto a estos problemas cita efectos ligados estrechamente al campo, como son la desnutrición, la migración forzosa y el deterioro del medio ambiente.

Además, en lo que parece ser una respuesta al secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, los prelados dicen a los campesinos y productores agropecuarios que es "totalmente inadecuado e injusto" que se les haga exclusivamente responsables de la deplorable situación en la que se encuentra el campo. "La realidad que vivimos debe apelar a la conciencia y responsabilidad de todos los sectores, y especialmente a quienes diseñan y aplican las políticas gubernamentales".

La propuesta de redactar esta carta surgió a finales de noviembre pasado, cuando los integrantes de la comisión preveían la situación que se generaría con la desgravación de los productos agropecuarios. Desde ese entonces se reunieron con funcionarios públicos, representantes de organizaciones campesinas y de productores, así como con diversos especialistas en el tema, para allegarse de información e intercambiar puntos de vista; la redacción final se llevó casi tres semanas.

La carta está firmada por el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso, y cinco obispos más integrantes de la comisión. Ayer, en conferencias de prensa simultáneas, se hizo público el documento en varias ciudades del país; en el Distrito Federal lo hizo el secretario de dicha comisión, José Antonio Sandoval.

Los obispos sostienen que no sólo es necesario sino urgente llevar el tema del campo a "debate nacional", para definir nuestro proyecto de país a largo plazo, con un compromiso auténtico de todas las fuerzas sociales, con método de trabajo, con objetivos básicos.

"Ante la situación de emergencia ambiental, económica o sociocultural que vive el campo, llamamos al gobierno a escuchar a la sociedad, a dialogar con los campesinos y demás productores del campo y a utilizar todos los recursos a su alcance para asegurar el beneficio de la población actualmente excluida del desarrollo. Los tratados comerciales de ningún modo representan un compromiso fatal e inamovible. Las partes involucradas tienen siempre la oportunidad de recurrir a mecanismos y salvaguardas en situaciones de emergencia", dice el texto episcopal.

Se subraya en forma reiterada que el Estado, aun cuando existen voces en contra, tiene efectivamente una responsabilidad social y debe buscar no sólo paliar los efectos de la pobreza, sino también atacar sus causas profundas. Es paradójico, agregan, que mientras el gobierno de México ha eliminado totalmente los subsidios al campo, el de Estados Unidos incrementa dichos apoyos.

"Por todo lo anterior podemos afirmar que el comercio que hoy se lleva a cabo con nuestros socios comerciales del norte del continente en materia agropecuaria no es justo. Los apoyos que recientemente aprobó el gobierno de Estados Unidos, contra los cuales México no puede competir, modifican de raíz los supuestos con los que se firmó el TLCAN hace una década."

Se exhorta a que en los hechos el gobierno, campesinos, productores y todos los demás actores de la sociedad se identifiquen como corresponsables de la suerte que está corriendo el campo mexicano y de la indispensable reconstrucción del México rural hacia el futuro.