López Obrador anuncia inversión de 85 millones para apoyar a jóvenes en riesgo

La política social del GDF, pensada para corregir efectos del neoliberalismo

Justifica la aplicación de la encuesta sobre felicidad que se realiza desde el año pasado

ELIA BALTAZAR

Los programas de desarrollo social diseñados por el gobierno capitalino tienen como objetivo revertir los efectos del empobrecimiento, descomposición social y desintegración familiar provocados, principalmente, por la política económica neoliberal.

Así lo afirmó ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, al presentar la segunda etapa del programa de apoyo a jóvenes en situación de riesgo, que este año contará con un presupuesto de 85 millones 800 mil pesos, destinados a prevenir las conductas delictivas entre los muchachos que viven en las 160 unidades territoriales ubicadas con los más altos índices de delincuencia en la ciudad.

No se trata necesariamente de las zonas más pobres de la ciudad, explicó, pues están clasificadas como de media marginalidad. Sin embargo, agregó, es en éstas donde se advirtieron más problemas de desintegración familiar, que es una de las causas de la inseguridad, junto con el desempleo.

López Obrador aseguró que las autoridades capitalinas han puesto empeño en abordar los problemas sociales a través de un nuevo enfoque que incluya novedosos conceptos y parámetros para medir el bienestar de los ciudadanos.

"Queremos que todos los programas que forman parte de la política de desarrollo social abran expectativas, despierten la esperanza y transmitan importantes y poderosas razones para vivir, soñar y triunfar en la ciudad".

Para alcanzar estos propósitos, el jefe de Gobierno apuesta a tres conceptos que acompañan su política social. Estos son la familia, la austeridad y la felicidad, como fin último que puede proporcionar un gobierno a los ciudadanos, pues hay una estrecha relación entre el ámbito privado y la acción gubernamental, dijo.

Así justificó la aplicación de la encuesta sobre la felicidad que su administración aplica desde el año pasado, para conocer los niveles de satisfacción de la población, particularmente de los beneficiarios de los programas sociales.

"Queremos crear una nueva conceptualización, un nuevo lenguaje que no sólo se restrinja a medir el crecimiento por el producto interno bruto, y muy pronto vamos a presentar nuestro modelo", anunció.

Adelantándose a las críticas, el jefe de Gobierno capitalino advirtió que su propuesta nada va a gustar a sus adversarios, pero "cada quien tiene su manera de ver las cosas y estamos viviendo una realidad en la que tiene que cambiar hasta el lenguaje".

López Obrador insistió así en la necesidad de trabajar para revertir los efectos de la política neoliberal que ha "socavado", principalmente, a la institución familiar y ha generado muchos problemas, entre ellos la delincuencia.

Por eso destacó la importancia del programa de apoyo a jóvenes en situación de riesgo, en el que colaboran todas las áreas de gobierno para apoyar la inserción de jóvenes en actividades laborales, culturales, deportivas y estudiantiles, a partir de sus propios intereses y necesidades.

Actualmente, en este programa colaboran 300 tutores que atienden a 5 mil jóvenes, con edades que van desde los 14 años. La meta para este año es integrar a 2 mil 375 más y 95 adultos que cumplan la función de tutor, cuyo fin es apoyar a los jóvenes y promover su reintegración familiar.

Con el jefe de gobierno estuvo la secretaria de Desarrollo Social, Raquel Sosa, quien advirtió sobre las diversas necesidades expresadas por los jóvenes consultados para diseñar los programas de atención.

Aseguró que ha sido petición de al menos 598 jóvenes, de 2 mil 846 consultados, la apertura de estancias infantiles para sus hijos, lo que refleja la necesidad de atención de la paternidad juvenil.

La funcionaria también advirtió sobre las adicciones entre los adolescentes y citó nuevamente las cifras que el año pasado dio a conocer la Secretaría de Educación Pública, sobre el incremento en el número de estudiantes de secundaria que consumen algún tipo de droga y que en tres años pasó de 12 a 14. 7 por ciento, lo que representa una población de casi 50 mil adolescentes menores.

Andrés Manuel López Obrador confió, por su parte, que con este programa disminuya en el mediano plazo la incidencia delictiva en las zonas en que se aplica, pues el problema de la inseguridad no se resuelve sólo con más policías, mejores cárceles o amenazas de mano dura. Ya sabemos, agregó, que estas acciones no van a resolver de inmediato los problemas, pero son las más eficaces para revertir de fondo la descomposición social.